Puerto Rico en el ojo del huracán
La coyuntura política de las Américas manifiesta permanentemente efectos geopolíticos que denotan la resistencia social al imperialismo y neocolonialismo estadounidense. El lente se ubica en esta ocasión sobre la isla del encanto: Puerto Rico. La reacción de los boricuas frente a comentarios discriminatorios de su gobernador determinó su renuncia. Una crisis política que debilite la institucionalidad y gobernabilidad en la isla podrían considerarse como oportunidades para incentivar la discusión sobre el su estatus como Estado Libre Asociado de los Estados Unidos. El malestar social por las políticas tomadas por gobiernos latinoamericanos y caribeños afines a la administración Trump, divide el tablero geopolítico de la región denotando un debilitamiento de la integración. Los hechos que están ocurriendo en Puerto Rico tendrán efectos en su población, en el Caribe y en toda la región, en el marco de la disputa geopolítica por nuestro territorio y sus recursos.
La imagen del Gobernador Ricardo Roselló Nevares ha recibido algunos impactos desde el inicio de su gestión, pero durante los últimos meses se ha perjudicado a causa de salpicaduras de corrupción y expresiones discriminatorias contra minorías. La investigación por parte de fiscalía federal y consiguiente acusación de corrupción en contra de Julia Keleher (Secretaria de Educación) y Angela Ávila (Secretaria de Salud), laceró la confianza del pueblo puertorriqueño ante la figura del gobernador, sobre todo considerando que son las dos carteras gubernamentales que manejan mayor cantidad de recursos financieros en Puerto Rico. Adicionalmente, se terminó de destruir esta confianza cuando salió a luz un chat del equipo de confianza del gobernador, donde expresaban epítetos y burlas en contra de figuras públicas, a los miembros del grupo GLBTIQ y a victimas y damnificados del Huracán María, el cual azotó la isla en 2017. ¿Cómo puede ser posible que una autoridad electa se burle de las victimas y damnificados de una catástrofe natural? Las reacciones no se dejaron esperar.
La filtración del chat de telegram que mantenía el gobernador con algunos funcionarios de gobierno, generó reacciones en todos los sectores de la sociedad boricua. Desde el 17 de julio se realizaron diversas manifestaciones en las calles aledañas a La Fortaleza (residencia del gobernador). Esto culminó en una magna marcha por las calles de Hato Rey, donde todos los sectores del país expresaron su repudio a la figura del gobernador, siendo la marcha masiva más grande registrada en la historia del país. Algunos de los principales gestores de la movilización fueron artistas y celebridades. El desenlace después de doce días de protesta fue el anuncio de su dimisión para el presente 2 de agosto. Existe aún descontento en la ciudadanía por su reemplazo, pero sin duda la crisis actual debe ser entendida desde una lógica más amplia, la geopolítica.
Si bien es cierto, el estatus de la isla como Estado Libre Asociado de los Estados Unidos no es trastocado, si lo es la relación que tiene el gobierno de la Casa Blanca con Puerto Rico, como muestra de su estado general con la región. Trump expresó que Roselló fue un gobernador terrible tratando así de ganar el favor de los puertorriqueños y desescalando el conflicto interno para reducir cualquier manifestación posible a favor del independentismo. Para Trump, que ha abierto varios frentes de lucha en contra del progresismo de la región, es indispensable hacer ejercicio pleno de poder en su territorio colonial. Una activación del Movimiento Independentista, considerando a un Oscar López Rivera en libertad, sería peligroso para los intereses imperialistas y neocoloniales de Estados Unidos, puesto que permitiría el fortalecimiento de procesos de resistencia latinoamericana en espacios en disputa entre distintos actores como en Argentina, y Bolivia. Espacios en donde las minorías han hecho retroceder a las grandes mayorías como en Brasil, Ecuador u Honduras; en espacios en los que se sostienen gobiernos atacados intensivamente como el de Nicaragua y el de Venezuela; y en espacios en los que las sociedades comienzan a ver cambios favorables como en El Salvador o México.
El riesgo es moderado para Washington D.C debido al apoyo amigable, de gobiernos como los de Colombia, Perú, Chile, Paraguay y otros miembros del llamado Grupo de Lima. La integración latinoamericana se ha puesto cuesta arriba debido al debilitamiento causado por la estrategia de la Casa Blanca de ejercer plenamente la máxima de la Guerra: Dividir y Reinar.
Si bien en Puerto Rico, gubernamentalmente, todo está detenido y lo que son propuestas, permisos y decisiones que debe firmar el gobernador, seguirán detenidas, las grandes potencias están de seguro midiendo la evolución de esta crisis que atraviesa la isla. Puerto Rico es hoy en día más estratégico que nunca para los Estados Unidos, no solo por su ventajosa posición geográfica, sino también gracias a lo que representa en la coyuntura actual. Borinquen podría convertirse en un Caballo de Troya que ponga de manifiesta la verdadera relación que mantiene Washington con nuestra región: una relación forzada, de descontento social y de imposición de políticas y de gobiernos antipopulares y lacayos a intereses neocoloniales.