Memoria y feminismo en Chile: estamos de vuelta porque nunca nos fuimos

MUJERES CHILE
Martes 18 de Septiembre de 2018

Han pasado 45 años del golpe militar y la fractura sigue intacta en Chile. La derecha regresó al poder para terminar su obra iniciada en dictadura y, que a lo largo de toda la democracia, tuvo continuidad gracias a los gobiernos de turno. Una obra dirigida por los empresarios y políticos de derecha, con los gobiernos de centro-izquierda como marionetas. Juntos mantuvieron los enclaves autoritarios, afianzaron la concentración de la riqueza y legitimaron la desigualdad social en el país.

De esta manera, el gobierno de Sebastián Piñera avanza por un terreno descampado para iniciar su batalla. Con una oposición debilitada que da vueltas dentro del cerco institucional y que demuestra así su incapacidad de ser una voz firme contra las iniciativas de la derecha o en su pretensión de convertirse en altavoz de las demandas de los movimientos sociales en Chile. Hoy parecen más preocupados de afinar las tácticas para agilizar los pactos electorales que les ayudarán como Frente Amplio[1] y Nueva Mayoría[2] mantenerse en la arena política.

En este escenario, las estudiantes de Chile alzaron su voz durante el mes de mayo para exigir el fin a la violencia patriarcal que experimentaban en sus universidades. Ellas fueron protagonistas de las tomas de más de 30 planteles a lo largo de todo el país, sacudiendo al movimiento estudiantil en nombre del feminismo.

La chispa se extendió hasta los territorios y el 1 de junio cuando el presidente Sebastián Piñera dio su primera cuenta pública, las mujeres respondimos con una jornada de movilización convocada por la Coordinadora 8 de marzo, junto a la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECh) y múltiples organizaciones sociales. 

El día comenzó con cortes de calle en distintos lugares del país. Durante la cuenta pública se realizó una marcha en la ciudad de Valparaíso y a lo largo de todo el día se llevaron a cabo asambleas de mujeres, movilizaciones en lugares de trabajo y centros de estudios. La jornada culminó al atardecer con masivas concentraciones y con una Cuenta Pública Feminista y Popular. 


La masiva adherencia expresó una fuerza social que se viene construyendo desde hace mucho tiempo. Las mujeres nos pusimos al frente de la lucha contra la precarización de la vida y exigimos cambios. Con un programa antagónico a la agenda neoliberal del gobierno, levantamos un programa feminista que surge desde la articulación de los movimientos sociales, estudiantiles, laborales y territoriales, y que pone en el centro las necesidades de las grandes mayorías que soportamos las políticas de administración de la miseria que nos proponen los gobiernos de turno. 

La presencia de las mujeres como agentes de cambio no es aislada en nuestra historia. El año 1983 cuando se inauguraron las protestas y acciones que acompañaron el primer Paro Nacional contra la dictadura convocado por la CTC (Central de Trabajadores del Cobre) dio inicio a tres años de protestas, barricadas, marchas y ocupación de las calles que aceleró el fin de la dictadura. Uno de los aspectos más interesantes de aquel impulso inicial de los sindicatos no fue sólo la irrupción hacia un nuevo ciclo político, sino también el protagonismo que asumirían otras voces y actores de la oposición. Organizaciones poblacionales, agrupaciones de derechos humanos, grupos parroquiales, colectivos estudiantiles y la fuerza instituyente del movimiento feminista de los ochenta, tuvo rostro de mujer.

El hilo rojo de la rebeldía feminista


La Asamblea de Mujeres de Quinta Normal comenzó su jornada recordando las vidas de mujeres relevantes de Chile como Elena Caffarena, Janequeo y Eloísa Díaz. "Si aquellas mujeres fueron muy aguerridas, la sociedad las igualó a los hombres, y los historiadores las convirtieron en un mito, pero existieron, están acá", señaló la pobladora Paola Flores.

Para ellas, el ejercicio de memoria es fundamental y sueñan con construir un memorial que recuerde en el territorio a su vecina Marta Ugarte, la profesora del Partido Comunista que la Policía de Investigaciones sacó de su casa en Carrascal y entregó a la DINA, para ser brutalmente torturada por militares y doctores el año 1976. Más tarde, fue lanzada al mar por la Fuerza Aérea de Chile, y su asesinato fue ocultado por los periodistas de La Segunda, El Mercurio y La Tercera, que sostuvieron la teoría de un montaje pasional.

Han pasado cuarenta años de su muerte y la de tantas mujeres que lucharon contra la tiranía, pero sus vecinas continúan dando la pelea por una vida mejor. Hoy se reconocen también parte del movimiento feminista de Chile. Discuten sobre el aborto y la violencia de género, pues consideran que la ola que sacudió a las universidades tiene una larga trayectoria que nace en los territorios y no debe ser olvidada.

Y es que el feminismo ha jugado un rol clave en el esfuerzo por hacer frente al olvido selectivo en Chile, “un hilo rojo nos vincula y permite confrontar la tendencia al recordarnos de forma fragmentada”, señala Beatriz Bataszew integrante del Colectivo de Mujeres Sobrevivientes Siempre Resistentes y de la Coordinadora Feminista 8 de Marzo.

Desde los territorios del país, hace ya muchas décadas, esa lucha y colaboración entre mujeres para enfrentar la miseria de la vida tomó un horizonte de transformación radical. “Queríamos conquistar una vida nueva, en la que pudiéramos tener la capacidad de pensar y proponer nuestros propios destinos y en la que la libertad fuera posible porque sería para todas y para todos”, señala Beatriz.

Sobre los cuerpos de aquellas luchadoras la dictadura ejerció una violencia que tenía el sello del patriarca. “Fue para devolvernos al rol histórico impuesto, un ejercicio de disciplinamiento que buscaba encerrarnos en nuestras casas, en los espacios privados. Ante eso, resistimos. Resistimos en todas partes: en los centros de tortura, en las cárceles, en los campos de concentración, en la población, en el exilio y en los territorios”, sentencia Beatriz.

Estamos de vuelta porque nunca nos fuimos

“Somos las hijas y las nietas de las que se tomaron los terrenos hace muchos años por una vivienda digna y hoy también somos parte de este movimiento, aunque los medios de comunicación solo hablan de las universidades”, señala una pobladora de Lo Hermida de la ciudad de Santiago. 

Y es que un hilo rojo nos une. Entrelaza las manos de las que cocinaron en las ollas comunes durante dictadura, con las que levantaron las pancartas para exigir democracia en el país y en la casa, y las que hoy defendemos el derecho a decidir por nuestros cuerpos.  

El próximo 8 de marzo levantaremos una Huelga Feminista, en un ejercicio colectivo de fuerza y poder propio, para detener la cotidianidad, hacer visible el trabajo invisible que históricamente se ha impuesto a las mujeres, y de este modo, empujar nuestras propias demandas. Esas demandas, horizontes y reivindicaciones son las que determinaremos colectivamente en el Encuentro de Mujeres que Luchan, el 8 y 9 de diciembre de 2018 y que contará con la presencia de mujeres de todo el país.

Somos parte de un movimiento feminista que tiene la necesidad de articularse en unidad, valorando nuestra diversidad, para  proponer tareas que nos permitan avanzar juntas en  la conquista de una vida nueva y un mundo radicalmente distinto.

Nuestra lucha tiene una larga trayectoria. Otras mujeres cimentaron antes el camino que recorre el feminismo hoy en Chile. Nunca hemos estado solas. Recuperamos el hilo rojo para hacer nuestra la memoria del futuro.

 

[1] El Frente Amplio (FA) es una coalición política y electoral fundada el año 2017, conformada por partidos y movimientos políticos de izquierda, ciudadanos y de orientación liberal reformista.

[2] Coalición política y electoral fundada el año 2013, por partidos y movimientos de centro e izquierda. Gran parte de sus organizaciones participaron en la Concertación de Partidos por la Democracia, alianza que encabezó el gobierno entre 1990 y 2010. En las elecciones presidenciales del 2013, apoyó a Michelle Bachelet Jeria, Presidenta de la República en el período 2014-2018, formando parte de su gobierno.

 

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