1 de mayo: ¡Luchar por la vida, vencer al exterminio!

1 de mayo 2020
Viernes 1 de Mayo de 2020

Esta fecha, en suma, es una afirmación y una instatación de que el frente único proletario es posible y es practicable y de que a su realización no se opone ningún interés, ninguna exigencia del presente.” J. C. Mariátegui

Este primero de mayo del 2020 insta a la clase obrera a la unidad. La miseria y el camino de muerte que deja el imperialismo a su paso por Ecuador, solo puede encontrar una respuesta contundente en la unidad.

Nuestra bandera es la indignación de las y los que son usadxs como carne de cañón para “sacar adelante” a las grandes cámaras de construcción y sostener su nivel de vida burgués.

Durante los tres años de mandato de Moreno, el pueblo ecuatoriano ha palpado el golpe a los bolsillos de la clase media y popular. En Octubre, en el “Paro de Octubre”, las calles exigían dignidad y haciendo oídos sordos el gobierno respondió con persecución. Hoy, lxs muertxs en las calles de Guayaquil, reclaman también dignidad. Por ello, hoy, nos sumamos al grito colectivo: ¡Luchar por la vida, vencer al exterminio!

Denunciamos:

  • Las constantes violaciones a los derechos humanos, sociales, políticos y económicos de la clase trabajadora durante el cumplimiento de las medidas restrictivas en la emergencia sanitaria. Dicha emergencia ha permitido que el bloque en el poder,haya tomado diversas decisiones que benefician al sector “empresarial” del país, colocando contra las cuerdas a lxs trabajadorxs. Emitiendo acuerdos ministeriales que dan vía libre a la explotación laboral y el esclavismo democrático. Promoviendo los despidos intempestivos basados en la causal 6 del artículo 169 del Código de Trabajo, lxs empleadorxs están facultados para alegar caso fortuito o fuerza mayor y así dejar en la indefensión a cientos de trabajadores.

 

  • La negligencia del Gobierno en el manejo de la crisis sanitaria. El colapso del sistema de salud pública es resultado de la aplicación de políticas de empobrecimiento y hambre. El gobierno de "todxs los explotadores",  para cumplir con las metas del FMI, realizó el recorte del presupuesto  para salud.  En 2020 se redujo a USD 3.037 millones, es decir USD 25 millones menos que el año 2019, que fue de USD 3.062 millones siendo el primer nivel de atención: centros, subcentros de salud y hospitales básicos, el más golpeado por el desmantelamiento del sistema de salud pública. Las primeras bajas de lxs soldadxs en la guerra contra el coronavirus han demostrado cuanta falta hacen “los elefantes blancos”, en un sistema de salud colapsado, la falta de medicamentos, la salida del personal y la falta de equipos de bioseguridad.

 

  • La agudización de la crisis penitenciaria. Las personas privadas de la libertad se ven expuestas a constante amedrentamiento y condiciones insalubres que favorecen la rápida propagación del virus. La falta de atención integral a la población de los centros de rehabilitación, desembocan es estallidos colectivos que exigen el respeto a la vida. La falta de protocolos de atención a personas con resultado positivo, en el interior de los centros,  los convierte en un foco de infección y mortandad tanto para lxs servidorxs públicos como para lxs propixs internxs.

 

  • La miopía de éste Gobierno y su incapacidad para garantizar el acceso a la educación de niñas, niños y adolescentes que no cuentan con servicio de Wi-fi en casa, mucho menos un instrumento tecnológico en el que instruirse. La cuestión sigue siendo de clase. El Estado es el responsable de cubrir las necesidades de este grupo de atención prioritaria en su derecho universal a la educación y subsanar la discontinuidad en el ciclo formativo.

 

  • El servilismo pro gringo del gobierno ecuatoriano en las relaciones internacionales. Priorizando el pago criminal de la deuda externa al FMI, frente a la insuficiente inyección de  presupuesto en los programas de atención social que garantizan, además, el cumplimiento de la medida “Quédate en casa”. Mientras el Estado no asuma por completo la distribución y dotación de alimentos en las comunidades, barrios, sectores sociales y económicos más empobrecidos, la “cuarentena” seguirá evidenciado las profundas diferencias de clase en la sociedad, además que funciona como un elemento más para reprimir a lxs comerciantes autónomos y demás actores que dependen de la movilización ciudadana diaria.

 

  • La constante, tediosa y perversa persecución política hacia líderes sociales y políticos. En Ecuador, pensar distinto es delito. En esta crisis se han agudizado las perversiones por eliminar al “adversario” político: llamar a audiencias por supuesta “rebelión” a líderes indígenas, proscribir derechos políticos, asegurar “posibles fugas del país" so pretexto de la emergencia, nuevas indagaciones por supuesta “asociación ilícita”, artículos en portales web creados por la secretaría de inteligencia acusando a medios de comunicación alternativa de ser los generadores de noticias falsas con el único objetivo, según ellos, de “desestabilizar al Gobierno”, cuando son sus propias mentiras y contradicciones las que lo desestabilizan.

Frente a esta realidad:

  1. Llamamos a las fuerzas populares del país aunar esfuerzos. Las contradicciones de clase se han exacerbado y debemos, mediante la organización popular, luchar por la vida a mediano y largo plazo. Es el tiempo de las utopías y la construcción de lo imposible, a través de:
  • El fortalecimiento de las redes de economía popular y solidaria.
  • La defensa la soberanía alimentaria a través de la agricultura urbana.
  • Las redes de educación popular para lxs miles que no tienen acceso a herramientas tecnológicas y verán interrumpida su formación académica hasta que “vuelva la nueva normalidad”.
  • El fomento de la cultura del cuidado colectivo en función de las cientos y miles de mujeres que están siendo víctimas de la violencia patriarcal.
  • Tejer las redes de comunicación popular, libre y alternativa.

 

  1. Exigimos al Gobierno de Moreno, garantizar la dignidad para la clase popular. Para lo cual proponemos:
  • Dotar de alimentos a los sectores populares a través de canastas y bonos para alimentación.
  • Estatizar la salud privada para enfrentar la emergencia sanitaria.
  • Ampliar la capacidad hospitalaria ocupando hoteles para albergar a las personas infectadas.
  • Producción masiva de insumos de seguridad como mascarillas, guantes y trajes de bioseguridad en industrias nacionales.
  • Producción de respiradores y medicinas para la atención de las personas infectadas.
  • Contratación y reintegro del mayor número de personal médico posible, entre trabajadores y profesionales de la salud.
  • Reducción de las tasas  intereses de  tarjetas de crédito y microcréditos.
  • No pago de las deudas a la banca por seis meses posteriores al levantamiento de la cuarentena.
  • Impuestos al patrimonio de un diez por ciento a quienes tengan propiedades avaladas en más de un millón de dólares.
  • Parar el pago de la deuda externa

 

Las guerreras y guerreros, de la primera línea de ésta batalla, se están convirtiendo en mártires por las condiciones adversas que les brinda el Estado en su empeño de exterminio. El capitalismo jamás ha tenido rostro humano y ahora se muestra más hambriento que nunca. Frente a su odio desmedido y su decisión de aniquilarnos, nuestra respuesta es el amor por el/ la otrx y por las causas justas.

 

¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de la sangre del pueblo?  

Pero el pueblo indignado no es un rebaño de carneros

¡Al terrorismo del  imperio respondamos con la Unidad, Organización, Lucha y Victoria del pueblo!  

Es preferible la muerte que la miseria.  

Ha llegado el momento de torcer la historia y volver asaltar el cielo.

 

Firman: Red BOSEA, Bulla Zurda, Nuestoamericano, Revista Crisis.

 

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