Dos inútiles no hacen un mundial de fútbol
La improvisación de Lenin Moreno es una herramienta ya desgastada, si al inicio de su gestión sus chistes de mal gusto caían mal, ahora, con su desastrosa dirección gubernamental, cada vez que abre la boca es para hundirse un poco más en el fango de su verborrea.
Uno de los últimos capítulos de su torpeza sin filtro la celebró como asistente de la Cumbre Amazónica, el 7 de septiembre pasado, en la que, por fuera del delicado momento que pasa esta región por la deforestación e incendios producto del modelo de extracción de recursos naturales imperante, se le ocurrió salir del apuro de su ineptitud, proponiendo celebrar el mundial 2030 de manera conjunta con Colombia y Perú.
De esta manera, con las promesas de un espectáculo bufo de nivel mundial celebrado entre las montañas andinas, el incompetente al poder, pretender echar tierra sobre la feria de concesiones mineras en Zamora Chinchipe o el hecho de que el Ecuador es uno de los países que más deforesta su porción de la Amazonía, mientras el gobierno celebra en silencio con los empresarios chinos y canadienses.
Así las cosas, este pasaje en el catálogo de declaraciones incoherentes de Moreno, hubiese pasado como un desafuero más, lo normal. Pero este sábado 14 de septiembre la torpeza tomo una dimensión regional, cuando su homólogo colombiano, Iván Duque, dijo estar interesado en la propuesta.
De esta manera, el no muy brillante presidente Duque, fijó una hoja de ruta para encantar al gobierno de Martín Vizcarra, señalando que el lobby político empezará con la visita de la Conmebol, este octubre a Colombia, ya que ellos han señalado el interés que por el centenario de la competición se la debería celebrar al sur del continente americano.
Llama entonces la atención, como dos países con graves problemas económicos, sociales y de seguridad, quieren celebrar un acto de poca trascendencia para el desarrollo de la población –como quedó demostrado en el caso de Brasil y su mundial- en el que se deben destinar miles de millones de dólares en la adecuación de obrar frívolas y, porque no decirlo, en corrupción.
Los gastos estratosféricos, qué en el caso del último mundial de Rusia llegaron a los 14.000 millones de dólares, están por fuera de la capacidad de gasto de este país. Incluso si los genios que asesoran a Moreno dividan por tres la inversión, especialmente cuando el mal gobierno se ha dedicado a sacar empréstitos con el FMI y perdonar miles de millones de impuestos a los más ricos.
Ahora estas ideas estrambóticas, que son más una cortina de humo que una propuesta seria, dicen mucho del momento político que vive el Ecuador, en donde la corrupción se ha normalizado como derecho de la clase política de raigambre tradicional –Nadie investiga a Nebot o Moreno, pero tratan de inculpar a Correa con 6.000 dólares- a través del silencio cómplice de los medios privados de comunicación.
Se debe recordar que la FIFA es una institución corrupta y corruptora, máxime en este momento, el cual cierra las penosas ideas futbolísticas de Moreno con un hecho tragicómico, la libertad de Luis Chiriboga. Personaje de nefasta remembranza, condenado por el lavado de 6.000 millones de dólares relacionado con el escandalo FIFA GATE.
Lo que queda seguro es que entre los dos inútiles que gobiernan nuestros países no se avanzará más que en retórica, otro cuento sería si Chiriboga se pone en hombros el funcionamiento de los delirios mundialistas del mal gobierno.