El gasolinazo traerá inestabilidad y especulación
Llegó el primer trayecto del paquetazo después de un tenso fin de semana donde se especuló con fuerza el incremento del IVA, debate que resultó ser un anzuelo atrapa bobos, un distractor y, en un giro inesperado, con alta sangre fría, Moreno decretó el fin de los subsidios a los combustibles.
Mediante el decreto 883 el mal gobierno reformó el reglamento sustitutivo que regula el precio de los derivados de los hidrocarburos, y a partir de las cero horas del jueves los nuevos precios estarán vigentes, y el Ecuador se despertará con un diésel un 100% más caro, según los escenarios manejados por la prensa comercial.
Con la excusa de que es culpa de Correa, todos los combustibles subirán para equipararse a los costos internacionales, afectando a la totalidad del pueblo, ya que se incrementa tanto la gasolina Extra que puede pasar de 1.87 USD a 2.22 USD por galón y el diésel de 1.03 USD a 2,27.
El diésel es una pieza clave en el aprovisionamiento de todo tipo de bienes de consumo en las ciudades y el campo, afecta aspectos sumamente delicados como el precio de los alimentos o la movilidad, lo que profundizará la crisis que el mismo gobierno se ha encargado en montar a pedido del Fondo Monetario Internacional.
Así Moreno carga al pueblo con la crisis, y se inaugura una nueva época: la de la especulación en dolarización. Nadie sabe con certeza que pasará con los productos de primera necesidad, pero es evidente que afectará inmediatamente los productos de la canasta básica a los mercados y la alimentación.
La irresponsabilidad del gobierno de Moreno, su talante traicionero y sus malas mañas son celebradas por las élites oligárquicas quienes no tardaron en darse palmaditas en la espalda después del paquete de seis puntos, ya que por fin logran concretar su agenda neoliberal. Y esto recién empieza. ´
El verdadero meollo del alza de los combustibles será la especulación, ya que los precios se liberan al mercado internacional, lo que generará mes tras mes, año tras año fluctuaciones, ajustes, escaladas y caídas, que será de mucha utilidad para que las empresas y el gobierno jueguen con el dinero de las personas, controlándonos un poco más. Eso es dar más poder al poder.
Es la primera vez en mucho tiempo que el gobierno toma una medida así de impactante, de antipopular y alevosa, porque además está acompañada de regresiones en cuanto a derechos laborales que se nombran, pero aún no se especifican.
Mañana será el primer día del postcorreísmo, donde ya no importa quien se cree qué, sino, cómo vamos a sobrevivir ante el mal gobierno y su traición. El ambiente político está caldeado, las organizaciones sociales anuncian que saldrán a las calles y cabe esperar cual será la reacción popular cuando la medida se haga carne.