El gobierno empieza el año con “todos los juguetes”
Inicia el nuevo año, cada quién lo habrá ritualizado y festejado a su manera, los deseos de una vida nueva, y de prosperidad, aún están presentes en la mayoría de felices desorientados que ven en el avance cronológico una suerte de resurgir esperanzador de un mañana nuevo. En fin, lo cierto es que este inicio de otro ciclo cronológico, trae noticias poco halagadoras y hasta incongruentes con los buenos augurios que todavía pululan en la mente de la población.
El gobierno nacional ha anunciado la adquisición de “material no letal para ser empleado en operaciones contra disturbios, motines y contrainsurgencia”, según anuncia el Diario El Comercio, en una publicación en su portal digital 6 de enero de 2020. El rubro de los contratos, suscritos el 12 de diciembre del año pasado, entre el Ministerio de Defensa, y empresas norteamericanas asciende a los 3,6 millones de dólares, destinados a la compra de:
- 179 070 proyectiles tipo perdigón,
- Gas Lacrimógeno
- Cartuchos 12 GA esfera de goma
- Cartuchos “aturdidores” compuestos de plástico, pólvora negra y aserrín
- 1000 escopetas calibre 12 para proyectiles no letales
- 1 200 máscaras antigás de cuatro filtros[1]
La compra halla como asidero varios informes emitidos por las F.F. A.A. en los cuales se menciona que el armamento no letal disponible no “es suficiente” y “está caducado”. Esto a raíz de los sucesos ocurridos entre el 3 y 13 de octubre en el marco del paro nacional. Podríamos pensar ahora - ¿Por qué son malas noticias?, si vamos a estar más segurxs, más protegidxs contra la insurgencia, la delincuencia y el vandalismo- seguridad que el sentido común no entiende que no nace de las fuerzas represoras del estado, sino más bien la paz social que trae un buen gobierno.
El del Ecuador, lamentablemente para las grandes mayorías, no es un buen gobierno; como la experiencia fáctica, teórica, histórica y empírica lo avala, los regímenes presidenciales de corte neoliberal -como el nuestro-, suelen tender aumentar los índices de desempleo, empobrecer a las “clases medias”, recortar la inversión social en salud, educación, cultura, etc. Así mismo exponen a las clases populares y a los sectores históricamente desfavorecidos a la indefensión y al abandono del Estado como ente capaz de mejorar en alguna medida sus precarias condiciones de existencia material.
En conjunto con las medidas económicas que afectan a las mayorías, los regímenes neoliberales se caracterizan por traer consigo un fuerte contingente de represión, amedrentamiento y persecución a las voces disidentes. A la luz de lo expuesto y en concordancia con la agenda política de Carondelet, es evidente que las noticias para nostrxs, las mayorías legítimamente inconformes, son cuando menos preocupantes.
Preocupantes en medida en que, de ser necesario ejercer el constitucional derecho a la resistencia y la pacífica protesta, sabemos cual será la respuesta por parte del poder ejecutivo. La sabemos por que no hemos olvidado octubre, cuando miles se volcaron a las calles y fueron recibidxs con perdigones, gases, y tanquetas. Preocupantes, por que no hemos olivado a los 11 caídos en las jornadas de protesta, por qué no hemos olvidado a lxs compañerxs que perdieron sus ojos a causa de los perdigones, a quienes a causa del accionar represivo del Estado adquirieron alguna discapacidad física permanente, a lxs cientos de ahogadxs por los gases, en fin, por que la memoria aún esta intacta y por que tenemos la conciencia y capacidad de entender los lenguajes de la política.
A pesar de la campaña de miedo, de amedrentamiento, es quizá aún más preocupante pensar en cuales serán las medidas económicas que pretenden tomar los círculos de poder, infestados por el pensamiento y el discurso neoliberal de las tradicionales oligarquías nacionales. En palabras simples ¿Qué nos van a hacer cómo país, que requiera la compra de armamento para defenderlo?
El devenir del tiempo cristalizará las intenciones del gobierno, y el mismo devenir de los acontecimientos será el encargado de dictar cuantos nuevos cartuchos habrán de dispararse contra la ciudadanía en general, contra la población civil inconforme; habrá que agradecer que, al menos ahora, el gas lacrimógeno que usarán no estará caducado y será menos nocivo para la salud que el de octubre. O Mejor aún habrá que hacer esfuerzo, para que nada de esto suceda, y las armas se queden guardadas en sus cuarteles junto con quienes las portan y disparan contra lxs suyxs.
Feuntes:
[1] Cifras tomadas de: Diario EL COMERCIO, Edición Digital, 6 de enero de 2020, disponible en la siguiente dirección: https://www.elcomercio.com/actualidad/inversion-armamento-fuerza-terrestre-ecuador.html.
Fuente fotográfica: www.radiolacalle.com