¡Entregados al FMI!
Con completo descaro el gobierno de Lenin Moreno y la oligarquía han anunciado el paquete de medidas económicas a aplicarse en nuestro país siguiendo el guion recomendado por el Fondo Monetario Internacional (FMI). La estrategia neoliberal ha sido confirmada: reducción del Estado (despido de funcionarios públicos, fusión o eliminación de instituciones públicas, reducción de la capacidad regulatoria del Estado), impulso de la Ley de Fomento Productivo (Tole IV), condonación de deudas a grandes empresarios y deudores privados, aumento del valor de la gasolina súper a 2.98, hecho que significa el estallido de los precios en general. Como siempre el peso de la crisis, en este caso una crisis auto inducida por el propio Estado, reposará sobre los hombros del pueblo ecuatoriano, justificándose mediante una cuidadosa estrategia de propaganda en el anti correísmo, elemento que ha constituido el principal argumento para la reconversión neoliberal del gobierno.
Pese a todo el montaje comunicacional al gobierno le faltó coraje para expresar el verdadero costo del paquete de medidas económicas, y es que sabe perfectamente que su credibilidad se encuentra cada día cuesta abajo. Con el objetivo de “frenar” el repudio popular que se avecina, tratará mediante la táctica del “diálogo” de concertar actores para buscar el “apoyo” necesario, sin embargo, el costo político para quienes decidan participar en los espacios de poder del gobierno será demoledor. Moreno continúa quedándose sin “aliados”, pues lo que realmente necesita son socios en su empresa por llevar al país al oscuro pasado neoliberal.
El estado de las fuerzas populares se encuentra fuertemente golpeado para reaccionar de forma contundente y coordinada el embate reaccionario, hecho explicado por la caducidad de las dirigencias – así como las concepciones que las caracterizan – y la acción desmovilizadora resultante de diez años de Revolución Ciudadana, ámbitos que han creado un estado de confusión y desgano que por el momento difícilmente será superado. No obstante, el descontento se empieza a sentir poco a poco, las redes sociales lo expresan pese a sus limitaciones, campesinos en la costa y en la sierra se movilizan, el FUT ha anunciado un paro nacional para este 20 de septiembre.
Mientras el gobierno sabe perfectamente lo que quiere, y se sitúa del lado de sus socios – la oligarquía nacional y el FMI – en su plan siniestro, el pueblo y sus organizaciones – las bases que las componen – debe buscar la unidad a toda costa, volver a las calles y consolidar en el mediano plazo una corriente, que en nuestro parecer es la constitución de un movimiento político social territorialmente asentado, con la capacidad de construir un nuevo sujeto social que integre las luchas e identidades en contradicción con el neoliberalismo.
