La lucha sigue con perseverancia y amor. ¡¡Aborto legal, ya!!
La Asamblea se negó a despenalizar el aborto por violación. Es un paso atrás para la nación ecuatoriana, para los derechos humanos, para las mujeres y hombres que quieren un país más justo y solidario. Lo que se proponía era simplemente dar la posibilidad, a mujeres que resulten en estado de embarazo después de una violación, decidir lo más apropiado para ellas. Considerando, además, que se registran muchos casos de niñas y adolescentes embarazas por actos de violencia sexual.
¿Cómo se puede aceptar que una niña o adolescente violada deba continuar un embarazo?
¿Cómo se puede seguir persiguiendo con la cárcel mujeres que abortan después de una violación?
¿Dónde está el estado de derecho? ¿Dónde la lógica, el buen sentido, el amor y el respeto hacia una persona que sufrió sobre su cuerpo un crimen tan grave?
Hay que reconocer por lo menos los pasos hacia adelante que se registraron en los últimos tiempos. El primero que en la sociedad ecuatoriana se hable sobre la cuestión. Que se den charlas, debates, encuentros entre los colectivos y organizaciones presentes en el territorio nacional. El otro paso adelante es que los impulsos que surgen desde la sociedad civil lleguen a la Asamblea que discute y haga un debate sobre un tema tan transcendental para la población ecuatoriana.
Pero, el trabajo no se ha concluido. Es arduo y fatigoso pero es necesario continuarlo. Hay que seguir desde los hogares familiares, desde los lugares de trabajo, desde la escuela, desde la Academia y desde la sociedad civil. Con perseverancia, con inteligencia, con estrategia, con educación y sobre todo sin violencia, más bien con amor y ternura. El Che Guevara nos dijo que “en tiempos difíciles hay que ser duros pero sin perder la ternura”.
Con ternura y amor hay que seguir la lucha. Los derechos se conquistan con la lucha.