La transfiguración distópica del Otro en la Franja de Gaza
Hablar al borde en la transfiguración del otro, implica tener claro conceptos que se relacionan constantemente. La frontera, la zona de transición entre territorios, y el de límite, como la línea que separa dos territorios. Ante esto el territorio se entiende como un espacio de luchas interpretativas que se desatan en los márgenes, y en los límites de una representación, ya sea natural, social, cultural, o artística multidisciplinaria. Territorio es la metáfora que va transformando las fronteras de la interpretación para cuestionar el monopolio y la escala de autoridad, de la estética y el lenguaje acerca de la identidad cultural de un determinado espacio. El territorio es marcado por una línea imaginaria de fronteras, que permiten construir esas imágenes artísticas, acerca de un lugar en movimiento dinámico de representaciones, donde los limites se convierten en esos cruces de relaciones sociales, hibridas, y dialécticas, y de esta forma la producción del espacio cobra importancia, como un lugar de acumulación de significantes.
La propuesta contempla este espacio para la construcción social de lo imaginario, ya que ninguna sociedad permanece en la existencia abstracta del vacío, sino que se desarrolla dentro de un lugar concreto, el cual se transforma al resignificar, interpretar, y valorar los contenidos simbólicos, estableciéndose una estrecha, y continua relación entre las características de cada sociedad, y las de su entorno. Deja de lado el discurso del contexto como forma relativista de la construcción del yo-otro desde una mirada culturalista.
Estas distintas miradas de la producción social de las imágenes han contribuido para que, de una forma u otra, el dibujo, la pintura, el grabado, la música, las artes escénicas y el performance como procesos artísticos, mediante sus huellas, crucen los bordes del espacio, del territorio, con los tiempos de la puesta en escena. Las obras artísticas como objetos artísticos desdibujan las fronteras de la línea, de la mancha, del sonido y del cuerpo, en los espacios de lo efímero; mediante la creación de un imaginario social que deviene en resistencias, conflictos, reconocimientos, quiebres, puntos medios y afirmación de valores y posiciones políticas.
Las imágenes dialécticas creadas por los artistas multidisciplinarios, socializan los territorios culturales a través de la reproductividad-multiplicidad-serialidad, con las características y posibilidades de generar originales múltiples, en el tiempo-espacio, en el ahora del aquí, y del más allá de la frontera. Estas dinámicas socioculturales inciden, de alguna manera con particulares grados de relevancia, a diferentes escalas de nuestra existencia social, como forma de proyección, que implica comprender el territorio como punto de encuentro fronterizo de espacios delimitados por significados y discursividades políticas, sociales, económicas y culturales.
Los bordes al transfigurarse cumplen la función de delinear no sólo el cuerpo en el tiempo- espacio, y su existencia, sino también procesos en el espacio. Mediante el acto creador se marca en el territorio un lugar que evidencia las condiciones sociales de las relaciones identitarias, ya que de alguna manera varias formas de la identidad social marcan bordes en la construcción de territorialidades, mismos que se articulan racional, y sensorialmente, a través de bordes de inclusión, y exclusión social. Los bordes son entonces instrumentales para la comprensión y articulación de procesos sociales de un determinado contexto.
Ante todo lo expuesto la idea de una transfiguración distópica del otro en la Franja de Gaza como marco referencial de sucesos políticos actuales, develan una serie de acontecimientos de diferencias y desigualdades sociales muy profundas, y encuentros de tensión, fricciones, e intersticios al borde de las líneas imaginarias. En las fronteras territoriales de las identidades, el cruce de miradas hacía los procesos dialécticos de relación sincrética-hibrida irresuelta, aparecen esas distopías de lo ficticio. La propuesta se planea contrarrestar el discurso impuesto por los gobiernos neoliberales, y la desidia envuelta en los roles de poder por parte del Estado de Israel, a través de esta transfiguración militante y políticamete resuelta a no callar frente a un genocidio.
El poder de la imagen en su trasfiguración y existencia proviene del foco y el encuadre, allí donde se posa nuestra mirada. Sin embargo, su poder habitar en la capacidad de desplazamiento de significados a partir de su carácter simbólico, es decir: la imagen más allá de lo visible, en la construcción y reproducción de imaginarios sociales, políticos y territoriales, naturales, espaciales e iconoclastas.
A partir de las transfiguraciones distópicas del otro en la Franja de Gaza como un lugar en el espacio que se habita, se hace, se sienta, se piensa, o se imagina; lo que en él sucede no se reduce tan solo a la arquitectura, función o ubicación de una ciudad, un territorio o una frontera, sino que va más allá en el encuentro. Se plantean acontecimientos disimiles, dispares, macabros y diversos, donde se recogen los límites que presencian resistencias, gritos fronterizos, de ecos del silencio y de bordes periféricos. Desde este principio de interpretación, las transfiguraciones serían un lugar que marca diferencias con respecto a algo, o alguien.
Podría decirse que las palabras “al borde de las transfiguraciones distópicas del Otro” se convierten en una metáfora, ya que esta relación semántica, permite ser utilizada en infinidad de situaciones, formales e informales. Cada movimiento desde al borde de la transfiguración distópica del Otro, se convierte en una imagen desde una mirada panóptica, descentrada y de protesta.
La propuesta de la colección artística multidisciplinaria del Colectivo Los 13 Cuerpos con su propuesta de “Transfiguración distópica del Otro en la Franja de Gaza” resalta la importancia del medio artístico como constructor de las imágenes en la memoria histórica, visual, y colectiva de los artistas, como fuentes documentales esenciales como archivos y registros de memoria. Es en realidad en esta construcción de subjetividades en la que se entrecruzan sus originalidades, sus referencias, y los estímulos llegados de imágenes ajenas, artísticas o no, para sentir, pensar y reconocer un determinado territorio en el espacio social.
De esta manera la colección artística de la muestra expositiva La transfiguración distópica del otro en la Franja de Gaza, pretende provocar ese encuentro de exploración, auto exploración y reconocimiento de las subjetividades como ejercicio de comprensión del yo-otro, desde una apuesta que nos coloca diferentes, pero empáticos y solidarios con esos otros hermanos y hermanas. Además de colocar al alcance de la sociedad contenidos, significados y significantes artísticos para dialogar por medio de imágenes una diversidad de miradas e interpretaciones diversas y constantes acerca de este tema, con el objetivo de provocar una toma de conciencia política y humana frente a este genocidio, con las posibilidades creativas de los artistas como herramientas de trabajo político.
Les invitamos a todos y todas al lanzamiento de esta exposición, donde muchísimas voluntades y conciencias se han puesto al servicio de esta causa. El lanzamiento será el día 13 de septiembre en el Centro Cultural Itchimbía -Palacio de Cristal-. La exposición estará a su disposición hasta el 6 de noviembre. Habrá conversatorios, muestra de cine palestino y más actividades. Te esperamos.
