Ecuador: estado de censura
La semana pasada dos eventos demostraron una vez más el estado de censura que vive nuestro país, el primero, la arbitraria clausura de la Radio Pichincha Universal, y el segundo, las declaraciones de Estado ecuatoriano respecto a Julian Assange, tras el escándalo INA papers, en el que Moreno y su familia se encuentran vinculados en una aventura offshore de proporciones vergonzosas. Ambos eventos, dan cuenta de un factor esencial a discutir, el rol del Estado como herramienta para hacer y deshacer sobre la base de los intereses particulares de la clase dominante que lo administra y dirige.
Ecuador ha retrocedido rápidamente hacia un estado de descomposición institucional de las facultades del Estado, en cuestión de menos de dos años, hemos vuelto a un escenario tan catastrófico que el retorno a la década de 90 del siglo pasado, ha dejado de ser un chiste de mal gusto para convertirse en una realidad palpable. En este rumbo que ha tomado el país, el Estado, ha jugado un rol predominante, restituyendo a la oligarquía más reaccionaria el papel de clase dirigente.
El estado de censura que vivimos actualmente, deviene del propio rol asignado al Estado como la expresión máxima del monopolio de la fuerza, sobre un proyecto de clase ajeno a los intereses de la mayoría explotada y dominada. De esta forma, el Estado juega un rol predominante al imponer su sentido sobre el común denominador, como parte de una estrategia de legitimación de las políticas neoliberales en curso, además de representar, como en los dos casos mencionados líneas arriba, la forma más clara y evidente de su naturaleza.
Las amenazas y censura contra Radio Pichincha Universal y Julian Assange son la clara muestra de que el Estado ecuatoriano no actúa sobre el diálogo, sino en base a la imposición de una agenda particular que pretende tapar las voces disidentes de la manera más burda y descarada, la censura. Esta lección, nos recuerda que el escenario en curso no camina más que la constitución de un aparataje autoritario que usará todas las herramientas legales e ilegales a su disposición para eliminar todo sentido crítico.