Las reformas al COIP y lo que nos queda
El pasado 17 de septiembre se dio la votación de la reforma al Código Orgánico Integral Penal (COIP), que pretendía modificar 45 artículos y crear otros 17. De los 6 bloques propuestos para la reforma, lograron pasar 4. A continuación un pequeño análisis:
Sin duda, la rabia generalizada por un sector importante de la sociedad, como organizaciones y movimientos feministas, se hizo sentir a lo largo y ancho del país a partir de la resolución de no incluir en la reforma la legalización del aborto por violación en el art. 105. Rabia que ya se hacía sentir en el año 2013, cuando a partir de amenazas claramente patriarcales y con un sesgo clerical, en ese entonces el ex presidente Rafael Correa desautorizó -literalmente cual patriarca- a las asambleístas de su bancada para proponer dicha reforma. Cómo sucedió en aquella época como también ahora, la Asamblea Nacional demostró no comprender el significado de Estado laico, y permitió que la Iglesia presione la toma de decisión. Así cómo es evidente la falta total de empatía y solidaridad con las niñas, mujeres y cuerpos gestantes víctimas de violación.
Le recordamos a la Asamblea Nacional y al público en general, que obligar a continuar un embarazo no deseado, es TORTURA. Si aun estamos dando pelea y discusión acerca de una causal tan evidente como la de violación, no queremos ni imaginar las trabas que pondrá este sistema caduco cuando se inicie el debate sobre aborto libre, legal, seguro y gratuito, derecho humano de las mujeres y cuerpos gestantes. En todo caso, es importante sentar en la opinión pública, que la votación para incluir al aborto por violación como no punible, fue positiva, 65 votos a favor a 59 en contra. No nos detendremos en las ausencias y abstenciones, ya que esperar cualquier gesto de la derecha fascista, sería un acto de condescendencia política.
Una siguiente reforma, la cual tampoco pasó la votación, se refería a incluir en el art. 557, que incluye la incautación de los bienes y valores por: delitos de producción o tráfico ilícito de sustancias, lavado de activos, terrorismo y su financiación, trata de personas y tráfico de migrantes. La propuesta tenía el objeto de incluir: peculado, enriquecimiento ilícito, cohecho, concusión, enriquecimiento privado no justificado y testaferrismo. Si bien esta votación indignó a mas de unx, no es de sorprenderse, ya que evidencia el carácter sistemático de la corrupción. Es de conocimiento general qué en el Estado, más allá del gobierno de turno, hasta para las fotocopias hay que pasar comisión. Lo que es más preocupante en realidad, es la forma estructural de la corrupción que se materializa en la vida cotidiana de la población. Tema importante para pensar. Sin embargo, digamos que una nota relevante es que sí se aprobó con 118 votos el comiso sin condena.
Las otras dos reformas que significan triunfos parciales se refieren al cannabis medicinal. Con 83 votos favorables, desde ahora es legal la tenencia o posesión de fármacos derivados del cannabis con fines terapéuticos o medicinales, así como su producción. Esto es relevante en cuanto significa una conquista para un sector de la población, que hasta esta reforma, era criminalizada, así como también abre un debate importante para la legalización del consumo de cannabis con fines recreativos. Así como se plantea la producción local de medicina cannábica, que es una indiscutible conquista, ya que, durante los debates previos, hubieron varios intentos por argumentar que sólo las grandes cadenas farmacéuticas debían manejar la producción de esta medicina. Cómo sabemos, el poder del mercado siempre intenta colarse.
También pasaron en bloque la penalización del maltrato animal. Este delito hasta antes de la reforma, constaba sólo como contravención grave. Se endurecieron además las penas para quienes realicen peleas de perros y se logró tipificar la zoofilia. Estas representan también conquistas importantes en cuanto el bienestar animal, el cual en el Ecuador, es sumamente precario y falta largo trecho para mejorar. Recordemos que en este mismo momento una entidad pública como Urbanimal, a cargo del Municipio de Quito, esta siendo impugnada por organizaciones de la sociedad civil por graves casos de maltrato animal.
Sin embargo, las reformas al COIP dejan un sabor amargo. La relevancia histórica que hubiese significado la legalización del aborto por violación, no solo para víctimas de violación, sino para le creación de sentidos y sentires en la población en general, hubiese iniciado quizás una despatriarcalización del Estado y la sociedad, trabajo arduo y en un horizonte lejano, pero próximo sin duda.
Cómo siempre, nos convocamos a las calles, a la organización popular, a movilizar la rabia y el dolor.