Moreno y la oligarquía se burlan en nuestras caras
La llamada “descorreización” del aparato estatal propuesta por Moreno, la oligarquía y la izquierda contra revolucionaria, ha violado toda norma y procedimiento del Estado de Derecho, abriendo las puertas al imperialismo norteamericano y virando agresivamente hacia el neoliberalismo. Muestra de esto fue que tan solo en esta semana que termina, tres eventos evidenciaron con gran crudeza el terrible futuro que le espera a nuestro país: primero, el intento velado de subir el valor de la gasolina y el gas de uso doméstico, golpeando terriblemente los bolsillos del pueblo y dejando intactos los del empresariado; segundo, el regreso de las águilas imperiales a suelo patrio mediante la conformación de una “oficina de cooperación” entre los servicios de inteligencia de Ecuador y Estados Unidos; y tercero, la liberación de Galo Lara, ex asambleísta de Sociedad Patriótica, condenado a 10 años de prisión por ser el autor intelectual del triple asesinato de una familia en el cantón Quinsaloma en 2011, provincia de Los Ríos.
Según la racionalidad entreguista y anti popular del gobierno de Moreno y la oligarquía, el coste de la “crisis” que heredó el Estado ecuatoriano debe cargarse sobre los hombros de los y las ecuatorianas, quienes estaríamos “conscientes de los sacrificios” - en palabras del Ministro de Hidrocarburos Carlos Pérez - necesarios para sacar a flote la economía nacional, mientras el Estado condona una deuda de más de 4.000 millones de dólares a los grandes empresarios.
El “desmantelamiento” del aparato de seguridad durante los 10 años de la Revolución Ciudadana, requiere de la intervención y el asesoramiento estadounidense para combatir el tráfico de drogas y el crimen organizado, por lo que se vuelve en extremo necesario fortalecer los lazos de cooperación e intercambio de información con el país imperialista reorganizando los servicios de inteligencia sobre un nuevo Código de Defensa y Seguridad que revivirá oscuras prácticas que no solo se enfocarán en “neutralizar” al narcotráfico, sino que actuarán sobre todo contra el pueblo cuando este decida despertar.
Con la liberación del “asesino de Quinsaloma”, se demuestra cuan instalada está la oligarquía en la Corte Nacional de Justicia, dejando en la completa impunidad un crimen que cuenta con las suficientes pruebas para culpar hasta la saciedad a Lara.
En resumen: los empresarios campean en el Ministerio de Finanzas, el imperialismo asesora casa adentro a las fuerzas de seguridad nacionales y la justicia es controlada y elegida a dedo por la oligarquía, mientras las organizaciones históricas y la izquierda tradicional guardan un silencio cómplice.
¿Hasta cuándo Moreno y la oligarquía continuarán burlándose en nuestras caras? ¿Qué más necesitamos los y las ecuatorianas para organizarnos, movilizarnos y colgar de los pulgares a este gobierno anti popular y todos sus cómplices de derecha e izquierda, blancos, indios, cholos o negros?