Quito sin propuestas electorales
A pocos días de finalizar el año, el mundo electoral está en pleno proceso de definiciones para la inscripción de candidaturas, mostrando, en casos como el del Distrito Metropolitano de Quito, un vacío de figuras, contenidos y programas que planteen una dirección concreta para atraer a un electorado apático y cansado de la política.
Después de la desastrosa y poco hábil gestión de Mauricio Rodas, quien fue presentado por el marketing político como un perfil joven con un gran futuro, la ciudad queda con un mal sabor de boca; tan malo, que el dicho “mejor malo conocido” se hace carne con la posible reelección de Paco Moncayo, uno de los nombres duros de la partidocracia.
Y no viene solo. La dupla la completa el ex policía y funcionario de Mauricio Rodas, Juan Zapata, para la prefectura de la provincia de Pichincha, cobijados bajo una alianza entre la Izquierda Democrática, Vive y Democracia Si, y además, contando con el apoyo silencioso pero comprometido de Lenin Moreno, cabeza de lo que fue la más importante maquinaria electoral en los últimos diez años, ahora reducido a nada.
Ya frente a la lid electoral han inscrito candidatura Xavier Buendía auspiciado por Centro Democrático, aunque no es militante de dicho movimiento, sino parte de un colectivo ciudadano. El segundo candidato es de ARE (el partido del Chato Castillo, alcalde destituido de Loja) un desconocido José Vásquez, y la tercera, que va de la mano del Partido Socialista, María Sol Corral.
Adicional a quienes ya están inscritos, una serie de políticos han planteado su interés en llegar a la alcaldía de Quito, como Juan Carlos Holguín con CREO, Paola Veintimilla con el PSC, Pablo Dávalos con PK, Cesar Montufar con Concertación, entre otros. Claro que la pregunta sigue en el aire ¿Presentará candidatura AP morenísta? ¿Qué van a hacer las fuerzas correístas en estas elecciones?
De esta manera el escenario electoral en Quito es más de lo mismo, y no responde a la profunda transformación que ha sufrido la ciudad, ya que a la par que su cultura crece y se complejiza con una rápida exposición cosmopolita que la sitúa como un crisol de culturas del mundo, los problemas se multiplican y las respuestas de los políticos siempre son las mismas.
Sino veamos el discurso de Moncayo, quien tratando de ser innovador devela que no entiende más a la ciudad y propone lo mismo; esta falta de conexión, de arraigo con la gente, es una crisis que afecta tanto a los partidos políticos y movimientos, a la democracia representativa y de la forma en como los profesionales de la política están entendiendo la realdad.
Así entramos de lleno a unas elecciones clave para la oligarquía, pues será el momento de capitalizar todo el trabajo mediático y propagandístico de postcorreìsmo y hacerse con la mayoría de las ciudades y parroquias del Ecuador, en Quito, quien representa de manera clara esta tendencia es Moncayo – Zapata, dupla que se aprovechará del hastío del electorado para ganar; total, ya saben, “mejor malo conocido que bueno por conocer”.