Noboa: el proyecto de no País

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Jueves 19 de Septiembre de 2024

Aunque la política entreguista aplicada desde el gabinete de Noboa no es un elemento nuevo, sí responde a una profundización de la política neoliberal que se ha implantado desde el gobierno de Lenin Moreno, acentuado con Lasso y ejecutado con el actual gobierno.

El discurso de austeridad sobre el gasto público que se posicionó progresivamente desde 2017 en la opinión pública, tanto desde la burguesía local como transnacional, busca implantar agresivamente la lógica de privatización basada en el no control del mercado. Un claro ejemplo de esto es la implementación de barcazas generadoras de electricidad para cubrir el déficit nacional de energía eléctrica. El hilo que conecta el usufructo de la burguesía nacional en alianza don la burguesía transnacional sucede cuando el grupo Noboa genera cercanía con el imperialismo transnacional representante de la OTAN el Medio Oriente. Así el suministro de energía eléctrica cambia su cadena de producción nacional, hacia manos privadas en forma de concesiones. Al final del día fugan inmensas sumas de dinero a paraísos fiscales.

El evidente beneficio económico que obtiene el grupo Noboa y sus allegados solo es la parte más visible de lo que está pasando en Ecuador. Con esta implantación de políticas de desinstitucionalización se observa una clara incapacidad de Noboa y sus secuaces, respecto al manejo del Estado. La pregunta es si es intencional, o un accidente incalculable.

La lógica cortoplacista con que se maneja la política pública solo busca hacer del Estado ecuatoriano un aliado del imperialismo gringo en la nueva configuración geopolítica mundial.  Esto ha demostrado el nulo interés de Noboa en hacer una carrera política a medio o incluso a corto plazo. Se hace evidente que no existe un proyecto de dirección para el pueblo por parte de la burguesía nacional, incluyendo al correísmo. Pues, al momento en que un grupo de poder o representante de la burguesía local accede a espacios de toma de decisión política formal, configura toda la institucionalidad del Estado para su beneficio.

La producción, explotación y venta de energía en el Ecuador es uno de los elementos claves a entender. Si se garantiza que los minerales se exploten por empresas transnacionales, y al mismo tiempo, se monopoliza la compra de estos por parte de Estados representantes del imperialismo occidental, el Ecuador continua siendo un peón de los Gringos y su séquito de la OTAN, en un contexto de clara decadencia para ambos colosos.

En este sentido, la privatización de todos los elementos que componen a la sociedad, ha permitido que se den innumerables cortinas de humo, que solo buscan ocultar la verdadera relación paracitaria del manejo de la política pública y los beneficios que obtiene la burguesía local a través de esta.

La consecuencia de este proceso de imposición del libre mercado, se impregna en las vidas de la clase trabajadora. La desinstitucionalización y privatización de espacios como la educación pública abre una enorme oportunidad de reclutamiento por parte de grupos de delincuencia organizada (GDO). Es decir, la lógica de “libre elección” con la que se justifica la privatización educativa genera que los niños y jóvenes que no pueden acceder a la educación pública sean marginados a espacios de violencia organizada para figurar como los protagonistas del círculo de violencia en el vivimos actualmente.

El penoso papel de los medios de comunicación privados está directamente enfocado en exaltar los actos de violencia sucedidos en sectores populares, con sujetos racializado como protagonistas. Esto responde al ocultamiento de la profunda relación que existe entre el Gobierno Nacional, los grandes grupos de delincuencia organizada y el tráfico de cocaína hacia los Nortes globales. De esta manera se coloca frente a la opinión pública, a grupos empobrecidos y racializados como responsables de la violencia sucedida en el país, pero se oculta el papel protagónico de políticos, militares y empresarios en la cadena de producción de la violencia.

Como siempre, la única minoría peligrosa son los ricos.

 

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