Asamblea Popular Plurinacional: por la conformación de un bloque histórico

El 12 de marzo de 2025, marcará un día histórico para la clase trabajadora nacional: este día se celebró la primera Asamblea Popular Plurinacional, misma en la que convergieron más de 75 organizaciones populares, movimientos sociales, medios militantes y sociedad civil. Si bien la coyuntura electoral ha presionado para que esta unidad del campo popular se concrete, es el momento histórico el que convoca a todxs a la organización y movilización permanentes.
La necesidad de converger en un bloque histórico antifascista nace de las condiciones materiales y simbólicas decadentes, que la clase dominante impone al pueblo y la clase trabajadora. Materiales, porque realmente la gente está pasando hambre, frío, inundaciones, sed y enfermedad; y simbólicas, porque el valor de la vida y la dignidad se degradan paulatinamente bajo el ocaso del fascismo rampante a nivel global. La violencia es el lenguaje del Estado burgués.
El ascenso del fascismo muestra señales desconcertantes. A nivel nacional, el hacendado presidente anunció una alianza con el grupo de mercenarios Blackwater, asesinos a sueldo que han impuesto el terror en Irak, Siria, Somalia y Afganistán, y han consultado como asesores militares y de seguridad en Colombia, orquestando el aparataje fallido y penoso de una supuesta incursión en Venezuela. La contratista militar Blackwater es la más influyente a nivel global y ha garantizado los intereses económicos de la burguesía transnacional por más de 20 años. Con esta alianza, el gobierno narco criminal elevaría la agresión al pueblo organizado a un nivel nunca antes visto en el país. Ya la cortina de humo de la lucha contra el crimen organizado le ha quedado corta al narcopresidente, que no intenta siquiera justificar las toneladas de cocaína que salen del país en cajas de banano, a su propio nombre y apellido.
En este mismo sentido pero con mecanismo diferenciado, la militarización de los barrios empobrecidos y racializados cobra vidas permanentemente. Los niños y jóvenes negros y afros está en peligro; el perfilamiento racial del Estado criminaliza a los hijos del pueblo. En las últimas semanas, más de 60 personas han sido asesinadas en tres masacres: en Socio Vivienda, Nueva Prosperina y la Penitenciaría del Litoral. Por otro lado, el sistema de justicia también impone la criminalización contra defensores del agua y el territorio en Las Naves, Palo Quemado y las Pampas, Los Ríos, y demás territorios acosados por la megaminería. En la Banana Republic, lxs afros y negros son delincuentes, y lxs indixs, indígenas y campesinxs subversivxs; en defnitiva, diferentes mecanismos de criminalización de un Estado colonial racista, empedernido en imponer la lógica de la violencia y el despojo a cualquier precio.
La unidad del campo popular desde el reconocimiento de que la izquierda -que es una sola- y que la lucha es el camino, nos abre un horizonte de esperanza como pueblo y clase trabajadora en el país. Las organizaciones que convergieron este 12 de marzo se reconocen no solo como diferentes y diversas, sino también como desiguales. Esta premisa nos permite superar nuestras condiciones particulares por un programa mínimo colectivo: un bloque histórico antifascista, por una articulación de resistencia y lucha contra el capitalismo, el neoliberalismo, el racismo estructural, el patriarcado y fascismo.
Por un mundo donde no solo quepan todos los mundos, sino por un mundo donde el proyecto político de la clase trabajadora -el comunismo- se construya del hacer y decir de todos y todas. No, como consciencia colectiva no se ha llegado a concretar que este es el camino, pero este es irrefutablemente el camino, bajo el estandarte de clase.
Las resoluciones globales de la Asamblea Popular Plurinacional del 12 de marzo de 2025, son claras, clasistas y populares:
1. Ni un voto a la derecha fascista, representada por Daniel Noboa
2. No a la megaminería en el país
3. Indulto y amnistía a defensorxs del agua y los territorios. Reparación integral a las víctimas de la represión estatal de los gobiernos de los últimos 15 años.
4. Desmilitariazación de barrios empobrecidos y racializados
5. No a la intervención de mercenarios como Blackwater en nuestro territorio
6. No a la instalación de bases militares extranjeras en el país
7. Políticas de erradicación de la violencia de género contra mujeres y disidencias. Reconocimiento y protección a las infancias y juventudes trans
8. Fuera políticas precarizadoras del FMI
9. Convergencia decidida desde el Antifascismo
La Asamblea Popular Plurinacional, demanda un pronunciamiento inmediato de la Revolución Ciudadana y su candidata Luisa Gonzáles, frente a las demandas del campo popular de izquierda consecuente de este país. En su afán por buscar votos, Gonzáles se ha dedicado a apelar al sector más conservador de la sociedad, firmando las mismas cartas antiderechos que firma el fascista de Daniel Noboa. Esta actitud, sumada al silencio frente a las demandas populares, demuestra no solo un desinterés por reconocer la fuerza de más de 500.000 personas, sino también la forma en que gobernará frente a este 5,25% de pueblo organizado, que por supuesto le haría frente en las calles de concretarse un nuevo periodo de progresismo en el país.
Con profunda rabia y dolor, las clases populares presenciamos un nuevo momento en el que la sociademocracia se lava las manos de su responsabilidad histórica en el devenir de país. La socialdemocracia sostiene un resentimiento con el voto nulo ideológico, mismo que deduce fue el responsable del ascenso de la ultraderecha al poder político en el Ecuador, mientras miran a otro lado cuando se les recuerda que quienes impusieron a sangre y fuego la política extractivista minera en territorio nacional fueron ellos, desconociendo que los primeros en intentar privatizar el campo Sacha fueron ellos, que quienes modernizaron los aparatos represivos del Estado y les dieron poder a rienda suelta fueron ellos, que quienes criminalizaron a comunistas como los 10 de Luluncoto fueron ellos, que quienes construyeron la retórica del Movimiento Indígena como enemigo interno fueron ellos, y quienes se burlaron del dolor y las violencias a las que se somete estructuralmente a mujeres y disidencias fueron ellos.
Ahora, desde la prepotencia y la pedantería más descarada, esta socialdemocracia que no tiene condiciones algunas en imponer nada al pueblo organizado, vuelve a desgarrarse las vestiduras cuando la izquierda consecuente demanda posicionamiento frente a las demandas populares. Sus intelectuales orgánicos hasta adoptan los discursos más conservadores de la ultraderecha, con tal de defender la posición de su candidata, que desconoce el derecho de las infancias y juventudes trans a la identidad. Apelan sin pelos en la lengua a “la sensatez” y la “unión contra el fascismo”, sin reconocer un centímetro de los crímenes de Estado que también cometieron siendo gobierno.
Como Revista Crisis ratificamos las resoluciones de la Asamblea Popular Plurinacional, NI UN VOTO A NOBOA Y SU NARCOESTADO. Así como reconocemos la coherencia de ambas posturas frente a esta segunda vuelta electoral: 1. Voto condicionado por Luisa Gonzáles, por elegir al contendiente a enfrentar y el campo de lucha; y 2. Voto nulo, por la dignidad y memoria, y el reconocimiento de que nuestra propuesta política amenaza también los intereses mezquinos de las élites alrededor del progresismo, y por supuesto que no caben en los marcos miserables del reformismo, que con los mismos aparatos reprimirá nuestra resistencia a su versión de capitalismo perverso.
En el momento histórico actual, cabe únicamente la construcción del Poder Popular Plurinacional, desde abajo y a la izquierda, enfrentando a las clases parásitas del Ecuador, estando a la altura de la inmensa labor que se encuentra en frente: la superación categórica, histórica y definitiva del sistema capitalista. Organización y lucha.