Banana Republic: reprimarización económica, boom megaminero y Narcoestado
Al cierre de la primera mitad del 2024, nos encontramos en un nuevo ciclo de reprimarización de la economía, siendo Ecuador el mayor exportador de banano, metales y cocaína de la región. Por su parte, la burguesía logró un triunfo momentáneo con el aumento del precio de la gasolina, precisamente a dos años del Paro Popular Plurinacional de Junio de 2022. La implementación de la doctrina del shock con la declaración del CAI (Conflicto Armado Interno), sirvió de excusa para esta medida y el aumento de IVA al 15%. La profundización del neoliberalismo y el Narcoestado configuran a la perfección el campo para el autoritarismo ejercido a su máxima expresión, con un estado de excepción permanente, modificaciones en el Derecho, en la producción y los aparatos ideológicos del Estado -los sentidos-.
Conjuntamente con el anuncio del aumento de precios a las gasolinas extra y ecopáis, el gobierno anunció también que Ecuador dejaría de refinar petróleo paulatinamente, para volver a ser un país productor que importa derivados, beneficiando a las élites vinculadas a la importación de hidrocarburos. Esta medida coincide también con el anuncio de la importación de barcazas generadoras de energía eléctrica a base de quema de combustible, un sistema arcaico y ciertamente obsoleto de generación de electricidad. Ciertamente nos enfrentamos a una regresión tecnológica, ecológica y económica sin precedentes. Ecuador ha vuelto a los años 80s o 90s del siglo pasado.
Mientras tanto, la reprimarización de la economía toma formas relevantes en cuanto a la institucionalización del Narcoestado. El pasado 5 de julio, se dio la incautación más grande del 2024, donde se encontraron 6 toneladas de cocaína en cajas de banano lista para su exportación. En lo que va del año, se han incautado al menos 150 toneladas de “oro blanco”, mismo que inunda los mercados de Europa y Estados Unidos. No es coincidencia que la cocaína llegue a su destino conjuntamente con el producto estrella del hacendado presidente: el banano. Noboa tiene razón cuando dice que los partidos políticos en el país están involucrados en el narcotráfico, está siendo autoreferencial y está describiendo la más prolífica alianza interburguesa de toda la historia del país: el Narcoestado.
La burguesía lumpenizada enquistada en el poder político, además de contribuir al sueño imperialista de instituir el crimen organizado en la política nacional, ha demostrado una sumisión absoluta al imperialismo financiero representado por el FMI. A cambio de un poco más de deuda, Ecuador eliminó los subsidios a la gasolina, además de elevar el IVA al 15%, mientras las propias proyecciones del organismo crediticio multilateral predice solo el 0,1% de crecimiento anual para Ecuador en el 2024. Nuestra lumpenburguesía subasta al país destruyendo nuestra capacidad productiva aprobando acuerdos de libre comercio con China, permitiendo que productos agrarios externos inunden el mercado local, destruyendo a nuestros pequeños y medianos productores, además de encarecer los insumos para la producción agrícola sin ningún tipo de regulación del mercado.
Por su lado, las tres empresas más rentables del país en el 2023 están vinculadas al extractivismo. Estas fueron Aurelian Ecuador, el segundo proyecto de minería de plata y oro a gran escala, que declaró utilidades por 201 millones. La empresa de prestación de servicios petroleros Shaya Ecuador, que declaró utilidades por 203 millones de dólares, y Ecuacorriente con utilidades de 354 millones. Esta empresa China está a cargo del Proyecto Mirador, la mina de cobre a cielo abierto más grande del país y la región, misma que se encuentra entre las 20 minas de cobre más grandes del mundo. Esto nos da una pista del por qué es tan importante para la burguesía nacional impulsar la explotación minera en el país, a costa del atropello de pueblos y nacionalidades dueñas legítimas de los territorios donde se están impulsando estos grandes proyectos megamineros y petroleros. En este sentido, también podemos encontrar articulaciones entre el crimen organizado y la burguesía nacional y transnacional, y el Estado. El control de la organización popular por parte de paramilitares protegidos por las fuerzas del orden no es nuevo. Ha sucedido en Colombia y México desde hace décadas, y en Ecuador también, sobre todo en las haciendas bananeras del Grupo Noboa. Recordemos a Eduardo Mendúa–secretario de relaciones internacionales de la CONAIE- y toda su familia, quienes han sido perseguidos y asesinados por el crimen organizado vinculado a la explotación petrolera en Sucumbíos.
Recordemos también que en Palo Quemado y Las Pampas se intentó imponer un proceso de consulta ambiental, que de ninguna manera representó el ejercicio del derecho a la consulta previa, libre e informada que está plasmado en la Constitución de la República, con resguardo militar y presiones del crimen organizado en territorio. Así mismo, los aparatos del Estado no demoraron en reprimir con brutalidad –amparados en la figura del estado de excepción- a los pueblos que decidieron ejercer su derecho a la resistencia -art.98 de la constitución-. En sintonía, la Fiscalía tienen a más de 70 comuneros y comuneras impugnadas por el delito de terrorismo, delito que esta semana duplicó su pena de 10-13 años de prisión, a 14 a 22 años –en su versión más leve-.
El mismo día que la Asamblea Nacional aprobaba el aumento de penas respecto a los delitos de crimen organizado, narcotráfico y terrorismo, el abogado de Atico Mining Francisco Guerrero ha presentado un nuevo proceso judicial en contra de 49 campesinxs, entre esxs 11 son demandantes y testigxs en el caso de Palo Quemado y las Pampas. Sí, en el capitalismo el Estado la junta de intereses de la burguesía. La demanda impuesta por la empresa minera en contubernio con el Estado, denota un permanente hostigamiento y persecución política en contra de la organización popular. El nuevo proceso interpuesto por la empresa privada en contra del pueblo de Sigchos, se da por el presunto delito de delincuencia organizada. La presión contra la organización popular y los pueblos se incrementa día a día.
Estas modificaciones en el Derecho son precisamente las que busca Noboa al perpetuar el estado de excepción y la doctrina del shock. Mientras la supuesta lucha contra el crimen organizado y el terrorismo sigue siendo la vieja confiable del gobierno bananero, los escándalos de militares y policías involucrados en tráfico de armas, estupefacientes, secuestros y extorciones son el pan de cada día. Recordemos también las toneladas de cocaína incautada en bananos y las narcofarras. Es realmente lamentable que el proyecto de país de la burguesía nacional se limite a imponer el Narcoestado y a reprimarizar la economía. Que increíblemente deplorable es la clase empresarial del Ecuador.
Según el Observatorio Ecuatoriano del Crimen Organizado -OECO-, el 2023 cerró con un total de 8004 muertes violentas en territorio nacional, convirtiéndose Ecuador en el país más violento de Latinoamérica, con una tasa de 47,25 muertes violentas por cada cien mil habitantes. En un año, los homicidios incrementaron en un 65.92%, entre 2022 y 2023. En definitiva, la cortina de humo llamado Plan Fenix es una falacia impuesta por la burguesía en el poder. Sabemos que los niveles de criminalidad solo se reducirán eliminado las brechas de desigualdad en el país. Gracias al Narcoestado impuesto por la clase empresarial -entre la que se incluye tanto al presidente bananero Noboa como el oligarca banquero Lasso- tan solo cuatro años -2019-2023-, las muertes violentas en el Ecuador aumentaron en un 574,30%.
Por otro lado, la construcción de la nueva cárcel de Noboa se desvanece, con graves cuestionamientos e irregularidades. Este caso ha demostrado que el modus operandi del bananero presidente es el mismo: utilizando una vez más la fuerza y la amenaza del uso de la fuerza para crear una consulta maniquea con presencia militar y a puertas cerradas. El territorio donde se pretende la construcción de la cárcel de máxima seguridad, misma que tentativamente tendrá 5 pabellones y albergará a 800 ppls; pretende construirse en el territorio de la comuna huancavilca de Bajada de Chanduy, misma que también sostiene un bosque protegido. Lxs pobladores han denunciado presiones por parte del Estado para dar luz verde a la construcción de la cárcel, mismas que incluyen persecución e intimidación.
Tras 7 meses de gobierno bananero, se demuestra de forma definitiva que Noboa únicamente se encuentra frente al Estado para beneficiar a su fracción de clase, enriqueciendo a los suyos, favoreciendo la evasión fiscal, condenando a la clase trabajadora a la miseria y la violencia, y utilizando a las fuerzas represivas del Estado como sus perros guardianes a sueldo. Esto demuestra que para Daniel Noboa, el Ecuador es una gran hacienda. La única opción y respuesta posible: la organización popular anticapitalista.