Diez meses de corrupción, arrodillismo proimperialista y abuso de la fuerza
Daniel Noboa, oligarca bananero y primer mandatario, ha pasado casi 10 meses en campaña y ahora ocupa dos cargos simultáneos: es candidato a la vez que presidente. 10 meses se cumplen de una profundización abismal de las lógicas del Narcoestado, mientras la violencia explosiva que impera en el Ecuador se maquilla con TikToks. La crisis autoinducida en el sector energético se gestiona, no con inversión y mantenimiento, sino con el alquiler de una barcaza inoperante que costará 114 millones por 18 meses, y con apagones intencionales para justificara privatización. A 10 meses, el gobierno de Noboa se ha caracterizado por la sociedad del espectáculo, el Estado policial, la militarización del territorio, y la crisis humanitaria en las cárceles con una frontal deshumanización de la población carcelaria.
Noboa demuestra una capacidad nefasta e intencional de gobernar en lo social y estratégico, mientras impone una franca lógica de privatización de lo público por medio de la desfinanciación crónica. La Banana Republic nació como proyecto de sumisión y emprendimiento privado de la familia más rica del país, a costa del bienestar y la vida de la clase trabajadora. Efectivamente el Estado en el capitalismo, funciona como una junta de asuntos y negocios internos de la burguesía.
Ante la desastrosa gestión en materia laboral -y replicando la lógica de la cortina de humo, tan característica del muñeco de cartón- Noboa y sus secuaces activaron su maquinaría propagandística con las corporaciones de comunicación para implantar la lógica neoliberal del endiosamiento al empresariado. Esto a costa de la imposición de una progresiva flexibilización laboral, con respecto a salarios, jornadas y beneficios de ley. La empresa privada no ha generado empleo desde la investidura de Noboa, a tal punto de agravar la crisis migratoria relacionada a la precarización absoluta que atraviesa el Ecuador. En lo que va del año, la burguesía ha provocado la migración forzada de más de 200.000 personas, la ola migratoria más masiva en seis años.
Otro elemento de los 10 meses de la consagración de la República Bananera, son las cárceles. La situación de los centros de privación de libertad se ha precipitado hacia un abismo de infinitas infamias y violaciones francas de derechos humanos. Corresponsabilidad de las 3 instituciones represivas implicadas en su control: SNAI, FFAA Y Policía Nacional. Como buen hacendado, Daniel Noboa tiene miles de capataces a sueldo, para ejercer violencia extrema en contra de las PPLs, quienes por su parte enfrentan una deshumanización absoluta sustentada desde el mismo gobierno central, y celebrada por una enorme porción de la sociedad civil. Las vejaciones contra PPLs van desde golpizas sistemáticas, reducción drástica de porciones de alimentos y prohibición de visitas, hasta abuso sexual, tortura, desaparición forzada y asesinato por parte de los agentes del orden.
La declaración del Conflicto Armado Interno CAI el pasado 9 de enero, le dio al gobierno de Noboa un paraguas institucional, tanto como respaldo de la opinión pública para ejecutar tres acciones fundamentales para la transformación de las funciones de los aparatos represivos del Estado. Primero se logró justificar una militarización del espacio público a nivel nacional, con especial énfasis en sectores periurbanos pauperizados y zonas rurales. En segundo lugar, la estrategia de vigilancia y control de la Policía Nacional ha mutado de la relativa pasividad a la agresión directa como mecanismo de coerción, ejemplo de esto son las cuadrillas de 6 chapas que rodean a “sospechosos” en los espacios públicos de las urbes, quienes neutralizan y hostigan a la gente con mayor agresividad, organización e impunidad. Y en tercer lugar, la militarización de las cárceles y centros de privación de libertad del país, con carta blanca para cualquier tipo de abuso.
Las consecuencias son desastrosas para el pueblo y la clase trabajadora ecuatoriana en varios aspectos: se han precarizado las condiciones materiales y simbólicas de vida. Más allá de la precarización impuesta por el libre mercado, los cuerpos empobrecidos y racializados del país -principalmente varones- ahora son sujetos de violencia estatal con mucha más facilidad que hace un año. Dos jóvenes en Ventanas-Los Ríos fueron desaparecidos por las FFAA el pasado 26 de agosto, caso donde existió tortura comprobada, y no hay respuesta alguna para sus familiares. Entre el racismo institucionalizado, la deshumanización de las PPLs, y la persecución y criminalización de la organización y los sectores populares, el Estado policial está cobrándose aceleradamente vidas en los sectores populares. Por otro lado, pero como parte de la misma maquinaria perversa, las lógicas y sentidos comunes de la burguesía logran asimilarse favorablemente por la sociedad civil. La generación del consenso ha sido exitoso en el país, misma que no solo ha logrado justificar esta transición hacia un estado de control estatal más elevado, sino que también ha distorsionado en la opinión pública el concepto de crimen organizado.
Durante la debacle del gobierno de la banca durante el periodo de Guillermo Lasso, la opinión pública pudo acercarse brevemente a una concepción histórica -adecuada- del origen y funcionamiento sistemático del crimen Ooganizado. Con los casos Gran Padrino y León de Troya, la opinión pública logró conectar momentáneamente a la burguesía con la maquinaria de la economía ilícita. La crisis institucional que sufrió el Estado ecuatoriano durante la develación de los vínculos entre el crimen organizado y la fracción de la burguesía del banquero presidente, logró diluir -pero no extinguir- el montaje discursivo que tanto Moreno como Lasso instauraron respecto a los vínculos de la Organización Popular -la CONAIE específicamente-, y el crimen organizado, mismo que sí logró deslegitimar el estallido de 2019 y levantamiento de 2022, para buena porción de la sociedad.
Sin embargo, para cuando se declaró la muerte cruzada y se llamó a elecciones anticipadas, la maquinaria propagandística de la burguesía hizo un trabajo excepcional: es así que Daniel Noboa Asín, un representante de la burguesía agroexportadora, con vínculos comprobables de tráfico de cocaína, llega a ser presidente. El bananero presidente dio un golpe emocional al pueblo y la clase trabajadora a poco más de un mes de posesionarse, con los eventos del 8 y 9 de enero, y la conmoción fabricada que legitimaron la declaración del CAI, al tiempo de colocar piezas clave vinculadas a la empresa privada o el crimen organizado en altas esferas estatales, como es el caso de María Mogollón como Viceministra de Hidrocarburos, o a Inés Manzano Díaz como nueva Ministra de Ambiente, hermana del ex ministro de Agricultura de Guillermo Lasso, Bernardo Manzano, involucrado en investigaciones relacionadas con el caso León de Troya. Además de tener una estrecha amistad con la familia Noboa, Inés Manzano está casada con José Nebot Saadi, hermano de Jaime Nebot. Todo queda en familia.
Con la espectacularización de la realidad y la precarización paulatina acosando al pueblo y la clase trabajadora, Noboa no solo ha logrado disipar la mirada de los vínculos de la burguesía en el centro del poder político con el crimen organizado, sino que además ha concentrado la opinión pública en la necesidad de un renovado mecanismo de control y represión contra la sociedad civil. Según la periodista de investigación Karol Noroña, 76 personas han sido ejecutadas por las FFAA y la Policía Nacional del 8 de enero al 2 de septiembre de 2024. Estas cifran muy probablemente sean bastante conservadoras, recordemos existen asesinatos extrajudiciales contra defensores del agua y los territorios que pueden vincularse con la cooperación entre empresa privada-crimen organizado-Estado. En consonancia con esto, una reforma del manual sobre la Ley que Regula el Uso Legítimo de la Fuerza fue impuesta por Noboa el pasado 25 de agosto; desde ese momento, 12 personas han sido ejecutadas por la Policía Nacional en una semana, demostrando que progresivamente la política del gatillo fácil se ha ido institucionalizando en el país.
Por su parte, Laura Richardson, Comandante del Comando Sur del Ejército de EE.UU., aprovechó el desarrollo de la cumbre arrodillista de SOUTHCOM en Chile, para firmar una adenda al ilegítimo e anticonstitucional acuerdo militar entre Ecuador y EE.UU., firmado tras bastidores durante los últimos días del banquero Guillermo Lasso, en noviembre de 2023. Tal parece que EE.UU. vigila y controla detenidamente el desarrollo político en el Ecuador. Tras la firma de la adenda, el gobierno yanqui anunció que “prevé una reducción del crimen en Ecuador en 2025”, a forma de presagio.
Ecuador es el país más violento de toda América Latina: los asesinatos aumentaron en un 600% desde 2019. La institucionalización del Narcoestado, como una profudización de las lógicas del libre mercado, es la responsable principal de la precarización material y simbólica de la clase trabajadora, y de la inseguridad y estado de violencia en que vivimos. EE.UU. sostiene intereses en recursos estratégicos en Ecuador, mismos que incluyen la protección de sus rutas de abastecimiento de cocaína -siendo el país que más consume a nivel mundial-, a la par de tratar de aferrarse a su “patio trasero” en su inminente colapso como poder hegemónico global.
En definitiva, la República Bananera se define como una pantalla de humo torpemente fabricada, una campaña política permanente, un gobierno que práctica la más vergonzosa sumisión al imperialismo yanqui y sus extensiones crediticias multilaterales como el FMI y BM, la imposición del Estado policial. Esta será la línea estatal que marque la administración de cualquier candidato, inclusive del progresismo -miremos como ejemplo a Boric en Chile-. Definitivamente el alivio a nuestras penas como pueblo y clase trabajadora no se encuentra en la política electoral, todo lo contrario. A nosotrxs nos corresponde construir el Poder Popular Plurinacional, por medio de organizar a todo barrio, lugar de trabajo y centro de estudios. Otra sociedad no solo es posible, sino urgente y necesaria.