Esmeraldas: derrame de crudo demuestra racismo y abandono estructural

El 13 de marzo de 2025, producto del deslizamiento de tierras por el temporal, se produjo una ruptura en el SOTE, mismo que derramó crudo en El Vergel-Quinindé, provocando la peor contaminación ecológica en los últimos años en Esmeraldas. Los ríos más afectados son el Esmeraldas y el Viche, mismos que abastecen de agua para consumo humano y para riego. Se estima que la población afectada podría llegar a unas 150.000 personas, que representa el 19% de la población de Esmeraldas. La gravedad del derrame también impacta a los sistemas ecológicos de la provincia, afectando vegetación y fauna, mismos que son esenciales para el sostén de la vida de las comunidades afro y negras. Este es no es un hecho aislado: el 19 de julio 2023, 1.200 barriles de crudo afectaron ecosistemas marinos, desembocando incluso en la playa de Las Palmas, de este derrame solo pudo limpiarse el 60% en aguas y 90% en tierra, generando impactos que perduran hasta hoy.
El COE declaró en emergencia al cantón Esmeraldas, mientras el Ministerio de Ambiente y Petroecuador han desplegado varias unidades de contención y limpieza. Actuar para “reparar” pero no para prevenir es una política de Estado en el neoliberalismo. Por su parte el municipio restringió el flujo de agua a las procesadoras, cortando el agua en las ciudades de Esmeraldas y Atacames, afectando a 51 mil familias. Así mismo, el refugio de vida silvestre Manglares Estuario Río Esmeraldas confirmó su contaminación. Este es hogar de especies sensibles como tigrillos, pumas, nutrias, venados y monos, además de afectar a los manglares, y especies pequeñas como aves, cangrejos y peces. La presencia de hidrocarburos en el sistema hídrico del refugio puede afectar de manera irremediable a los ecosistemas y la vida de millones de animales y plantas, mismo que repercute en la vida de la población humana. No se puede continuar la vida sin la condición material elemental: una naturaleza sana.
Por su parte el hacendado presidente intenta capitalizar -sin éxito- la respuesta al desastre: declaró emergencia ambiental provincial y pretende mostrar la imagen de supuesta atención a la provincia. Sin embargo, el pueblo tiene memoria, sabe que la política de Noboa ha sido someter a Esmeraldas a una persecución sin precedentes y una criminalización contra niños, jóvenes y varones afro y negros en general, instrumentalizando al perfilamiento racial como una muestra explícita del carácter colonial del Estado nación y del proyecto de narco República Bananera que Noboa intenta imponer. La racialización del enemigo interno es una realidad que ha costado 34 desapariciones forzadas, 16 ejecuciones extrajudiciales, cientos de malos procedimientos y centenas de judicializados en contra de varones racializados, incluidos los 4 niños de Las Malvinas.
En Esmeraldas, la exclusión, además del racismo institucional y estructural frente a la población afrodescendiente más importante del país, se repite al infinito a lo largo de la historia. Uno de los casos más recientes fue el Censo Nacional de 2022, que demuestra de forma evidente como el blanqueamiento del Estado replica y perpetúa políticas raciales y racistas.
Según el último censo -2022-, Esmeraldas cuenta con una población de 553.900 personas, mientras la población real se estima en más de 800.000. ¿Cómo es posible que Esmeraldas en 2020 tenía una población de 643.654 personas, y en 5 años se haya reducido en casi 100.000? Esto significa que alrededor de 300.000 personas racializadas, fueron borradas intencionalmente de los registros oficiales, invisibilizando incluso su mera existencia. Gracias a este borrón estadístico, el Estado ecuatoriano recorta aún más los presupuestos provinciales a Esmeraldas, la provincia más olvidada y al mismo tiempo con índices de pobreza y violencia que incluso en la última década, se mantuvieron hasta un 500% mayor a la media nacional. En 2014, mientras en el Ecuador existían 6 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, en cantones como San Lorenzo, esta cifra llegaba a 30.
En términos históricos, este abandono tiene que ver con la propia lógica del Estado burgués, mismo que blanquea a la población mientras oprime, perfila y extermina a los pueblos racializados. Mecanismos de eugenesia poblacional que se perpetuán desde la colonia. Este mecanismo se impone e impuso a lo largo y ancho de las geografías, estableciendo regímenes de supremacía blanca en EE.UU., Sudáfrica, Alemania y Europa entera, además de los pueblos colonizados y oprimidos del mundo entero. En términos categóricos, el racismo constituye la esencia misma del Estado-nación, siendo el colonialismo uno de los tres sistemas pilares que sostienen la acumulación capitalista, además del patriarcado y la contradicción capital-trabajo.
Al respecto, los acontecimientos históricos que reflejan el racismo como un pilar constitutivo del Estado ecuatoriano, son prácticamente incontables. Uno de los más notables al inicio de la modernidad ecuatoriana, representa la construcción del ferrocarril por el liberal Eloy Alfaro, en 1900, “importó” -como una simple mercancía- a alrededor de 6.000 esclavos de Jamaica, para que construyeran los tramos del ferrocarril con mayor riesgo, como la Nariz del Diablo. Incontables vidas perecieron en su desarrollo, y lxs supervivientes se asentaron en el Valle del Chota, reivindicando las raíces jamaiquinas y africanas hasta la actualidad.
Pero tampoco resulta necesario retroceder tanto en el tiempo: el Estado ecuatoriano fue condenado a reparaciones y el reconocimiento de permitir y facilitar la esclavización de trabajadorxs afrodescendientes por 56 años en las plantaciones de Furukawa Plantaciones C.A., esclavizando a generaciones enteras. La sentencia de la Corte Constitucional del 21 de noviembre de 2024 -1072-21-JP/24-, indica claramente que la República del Ecuador es responsable de sostener un régimen de esclavitud moderna.
Así, la república blanqueada del Ecuador se construyó y se sostiene sobre la explotación de una mayoría popular relegada al racismo y al abandono histórico, como lógica fundacional del propio capitalismo. Sin la racialización de la figura del Otrx, sin la exclusión y explotación estructural de pueblos afrodescendientes e indígenas, el propio Estado burgués no podría existir. No puede haber capitalismo sin racismo, en las palabras de Malcolm X, y como tal, se precisa destruir el racismo como lógica para una superación histórica del capitalismo.
Esmeraldas sigue siendo golpeada por la acción e inacción del Estado y de este gobierno criminal. El derrame de crudo es una demostración del ejercicio del poder del mercado sobre la vida, es necropolítica, es ecocidio en medio de la crisis climática más grave de la historia, y es colonialismo estructural. ¿Hasta cuñando?
Fotografía de Ismael Espinoza