De objeto a sujeto: la lucha por los derechos de los animales
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En 2022 el Ecuador se convirtió en el primer país del mundo en reconocer a los animales como sujetos de derechos. La decisión se dio en la sentencia del caso Estrellita donde la Corte Constitucional reconoció algo que las y los activistas por los derechos de los animales han sabido por décadas: los animales son seres sintientes y merecen condiciones dignas de vida. Por esta razón y para permitir el ejercicio real y concreto de derechos de este grupo, la Corte Constitucional determinó que se elabore un proyecto de ley desde la Defensoría del Pueblo que recoja los principios establecidos en el dictamen del caso No. 253-20-JH. El proyecto fue trabajado durante 6 meses y se entregó a la Asamblea el 19 de agosto de 2022 bajo el nombre de Ley Orgánica Animal (LOA). Ahora, más de dos años después, los colectivos que trabajaron en el proyecto original piden el archivo del texto. Entonces ¿qué sucedió?
Para entender este cambio es necesario explicar la importancia que tuvo la sentencia del Caso Estrellita. Ya en 2008 la Constitución de Montecristi incorporó los derechos de la Naturaleza con el artículo 71, pero no fue hasta la resolución del caso antes mencionado que se extendió dicho reconocimiento a los animales. La abogada y activista animalista Tatiana Rivadeneira fue parte del proceso y explica que la Corte no solo reconoció a los animales como grupo sino que los reconoció como sujetos individuales. Así mismo la Corte incluyó los principios interespecie y de interpretación ecológica como principios de interacción y de interpretación de los derechos de los animales. Esto quiere decir que mientras el derecho a la alimentación de un capibara podría requerir la protección de la Amazonía, el derecho a la alimentación de una garza estaría relacionado a la conservación de los manglares.
“La Corte dejó la cancha marcada” dice Tatiana refiriéndose al uso central de la sintiencia como argumento para la decisión de las y los jueces. En la sentencia se define este concepto como la capacidad de “analizar a los estímulos como fuentes de dolor, sufrimiento o placer” gracias a su sistema nervioso. A su vez, esto significa que nuestro país comprende que los animales no pueden seguir siendo tratados como objetos sino que, al poder sentir dolor o sufrimiento, deben ser protegidos de situaciones que los expongan a ello.
En este sentido, la Corte Constitucional pidió la elaboración de una ley que trascienda los estándares de bienestar animal para poder garantizar a las distintas especies las condiciones mínimas para una vida digna de acuerdo a sus necesidades. Es por ello que la Defensoría del Pueblo trabajó con colectivos, organizaciones y profesionales con amplia experiencia en la defensa de los derechos de los animales para construir la LOA desde un amplio esfuerzo de la sociedad civil. Cristina Alarcón, miembro del Colectivo LOA, menciona que ser el primer país en declarar a los animales como sujetos de derecho pone la vara muy alta. Ahora el Ecuador va a ser ese “faro de luz que guíe a los otros países a generar jurisprudencia para los animales en tema de derechos”. Es así que en el proyecto de ley se crearon grupos de animales para responder a las distintas situaciones de cada especie con el fin de ofrecer mecanismos efectivos para el cumplimiento de derechos como: el derecho a la vida, al respeto de su dignidad, a no ser explotados o a no ser extinguidos.
Shady Heredia -también miembro del Colectivo LOA- explica que luego de haber entregado la LOA a la Asamblea, este fue enviado a la Comisión de Biodiversidad donde se buscó unificar con los proyectos de otros asambleístas, uno de los cuales fue el proyecto de los socialcristianos Narváez y Torres Cobo. Shady lo califica como un “copy-paste de la LOA” donde se quitaban derechos a los animales, algunos ya ganados desde hace años como la prohibición de espectáculos con animales. Dicho texto también incumplía con los 5 parámetros básicos determinados por la Corte Constitucional: 1) Acceso a agua y alimentos; 2) Libertad de movimiento y ambiente adecuado; 3) Condiciones sanitarias para proteger salud e integridad física; 4) Libre desarrollo de su comportamiento natural; y 5) Ambiente libre de violencia, crueldad desproporcionada, miedo y angustia.
Luego del primer debate, el Colectivo LOA decidió distanciarse del proceso debido al protagonismo que dio el legislativo a los intereses de las industrias y de los espacios que usan, explotan y violentan animales. Esto se evidenció cuando de doce solicitudes para comparecencia en el Pleno de la Asamblea, solo se permitieron dos, frente a doce intervenciones de opositores a la LOA. Como última acción frente a la Asamblea, el Colectivo LOA hizo el trabajo de unificar el texto original de la Ley Orgánica Animal con los proyectos de Yeseña Guamaní (Ley de Animales de Compañía COPO) y de Marcela Holguín (Código Orgánico de Protección Animal Kiara (COPAK)). Se bautizó al nuevo texto como LOA unificada y fue remitido a la Asamblea y a la Comisión de Biodiversidad para tener un proyecto alineado con lo pedido por la Corte Constitucional.
Sin embargo, la Comisión no sólo no tomó en cuenta la propuesta sino que además eliminó gran parte de las prohibiciones, incorporó la categoría de “animales de entretenimiento” que permitiría el regreso de corridas de toros, peleas de perros y de gallos; reemplazó el principio de sintiencia por el de “Control del ser humano”, según el cual se reconoce que el ser humano, al estar “en la cúspide de la cadena trófica ejerce dominio sobre los animales”, entre otros graves retrocesos. Tanto Shady como Cristina explican que estos cambios hacen de la ley algo inejecutable e inaplicable además de implicar una amenaza para las garantías ya existentes para los animales como la prohibición de delfinarios, la prohibición de mutilaciones estéticas en animales de compañía o la prohibición de mascotizar animales exóticos. Además en el texto para segundo debate se redujo sanciones de actos graves como la zoofilia de 10 a 3 salarios mínimos, se retiró competencias a los GADs y se borró a la Defensoría del Pueblo como ente regulador para reemplazarlo con Agrocalidad.
Para Shady, Tatiana y Cristina la Asamblea no entiende lo que significa la sentencia histórica de la Corte Constitucional. El legislativo llevó un proyecto capaz de sentar un precedente mundial para iniciar una convivencia más empática y justa con los animales, a una arcaica declaración del humano como especie dominante que puede violentar impunemente a otras especies. Ante este escenario la ciudadanía se ha organizado nuevamente para exigir el archivo de un proyecto de ley que amenaza décadas de avances en materia de derechos de los animales. Este sábado 22 de febrero 18 ciudades en todo el Ecuador se han convocado para exigir el archivo de la LODA, con la esperanza de volver el próximo año con un proyecto de ley que recupere el sentido original de la sentencia del caso Estrellita.
Fotografías de marketeros.uio