Cannabis medicinal: Entre la organización social y los negociantes de la salud
Falta solo un debate, el segundo y último para la posible aprobación del Código Orgánico de la Salud, cuerpo legal que contiene artículos que posibilitarían el uso del controversial Cannabis Medicinal en Ecuador. La Asamblea Nacional mantuvo su primer debate en Mayo de 2017, mientras que para diciembre de 2018, la Comisión Permanente del Derecho a la Salud aprobó el informe para un segundo debate, el mismo que al parecer se cristalizará en este mes.
Hace unos años el debate se situaba en la posibilidad o no de aprobar el cannabis medicinal. Hoy, el debate se centra en cómo se darían las regulaciones para su siembra, cultivo, cosecha, derivados, importación o exportación. Los sectores políticos y económicos de la derecha clásica, así como los conservadores (incluyendo a los de izquierda) han dado su brazo a torcer, sobre todo al percatarse que esto podría significar una inmensa masa de capitales, oportunidades empresariales, inversiones multilaterales y mercado internacional. Ahora, tras percatarse de ello, les brillan los ojos.
Como siempre los supuestos representantes y decisores políticos necesitan de base social para legitimar los discursos en los que se suben. Hoy que estamos en épocas electorales, tratan de darse un nuevo “baño de pueblo” y para ello seleccionan buscan temas polémicos. El Cannabis Medicinal representa a uno de ellos y varias empresas los nuevos borregos de turno! La clase política que en la anterior administración ostentaba la Presidencia de la Asamblea y que intentó posicionar una Ley de Cannabis Medicinal que solo beneficiaba a las farmacéuticas, hoy auspicia eventos, defiende el cannabis y se toma fotos con una sociedad civil vaciada por sus intereses privados y de marca. De esta manera, estas clases continúan intentando desconocer al movimiento social que ha luchado por más de una década en las instituciones públicas, universidades, medios de comunicación y en las calles por los derechos de las personas usuarias de cannabis.
Esta estrategia política no solo se vive en el país, sino que incluso se ha visto alineada a políticas macro como el mercado financiero internacional y los Tratados de Libre Comercio (TLC) recientemente firmados, así como con la geopolítica y el autodenominado Grupo de Lima. En una época donde Canadá, por ejemplo, se vuelve un gigante comprador de este recurso valorado,no cabe duda que las grandes corporaciones farmacéuticas transnacionales buscan territorios más cercanos al Ecuador por la posibilidad de producción vegetal ilimitada durante todo el año, una limitación natural para otras latitudes por sus estaciones ambientales. Por consiguiente, buscan a nuestros países como compradores de derivados sometidos a sus reglas. Estas corporaciones seguramente ya visitaron el país, seguramente que ya visitaron a autoridades, instituciones y empresas en nuestro país con el fin de convencernos de planes alineados a volvernos compradores, importadores y dependientes. Por otro lado, las organizaciones sociales batallan por demostrar sus conocimientos y capacidades instaladas, trabajadas durante una década marcada de luchas, movilizaciones, propuestas y acciones.
Hace 7 años, en Ecuador se debatían los temas relacionados al cannabis, posicionándolo como uno de los países más progresistas y avanzados de la región y del continente respecto a la temática. Hoy, en un mundo donde Uruguay cambió la lógica, Canadá despenalizó todos los usos a nivel Nacional, México se alista a la regulación del Cannabis y la Amapola, EEUU firma la legalización del cáñamo a nivel federal, China, India, Alemania se proponen como los mayores exportadores de derivados no medicinales, y Ecuador se mira como una isla de retrocesos políticos, económicos e incluso científicos, no nos podemos dar el lujo de despreciar el inicio de un mercado internacional del Cannabis como un recurso valorado e importante para la economía global.
Las organizaciones han priorizado la defensa del autocultivo. Esa es su lucha y el derecho de todas y todos, una forma de lucha pacífica contra el narco, como un método fácil, humano y económico para obtener medicina cannábica de altísima calidad. Solo falta aprender a cultivar bien, reaprender agricultura y reconectarnos con la tierra, que es de donde finalmente vienen nuestros alimentos y medicinas! El Cannabis puede ser una plantita medicinal en el jardín de todas y todos, o puede ser un caro recurso de pocos!