Ecuador: disputa geopolítica y lucha de clases
La lucha de clases campea a lo largo y ancho del Ecuador en el marco de una disputa regional que involucra a las clases dirigentes criollas y al imperialismo norteamericano. En estos momentos Estados Unidos buscará aniquilar no solo a los proyectos progresistas y organizaciones revolucionarias del continente, sino también borrar la influencia china, rusa e iraní a la par de ahogar la resistencia cubana y venezolana, en un desesperado movimiento por recuperar impulso a nivel mundial tras los fracasos en Oriente Medio y África.
En el marco de esta estrategia el imperialismo ha buscado apoyo en los sectores más reaccionarios de la oligarquía y la burguesía, así como iglesias evangélicas o grupos abiertamente fascistas. Se han activado los planos político e ideológico, militar – guerra de baja intensidad adaptada a las condiciones concretas en que se desarrolla en conflicto –, comunicacional y judicial, para borrar toda oposición crítica al neoliberalismo. En este escenario el estado de derecho, el debido proceso, elementos que tanto liberales, social demócratas y populistas defendían a rajatabla, simplemente han desaparecido, clarificando con absoluta objetividad la lucha de clases en curso.
Los límites de la legalidad e ilegalidad han sido borrados de un solo plumazo por sus principales defensores, las oligarquías y burguesías que aborrecen las “dictaduras” progresistas y la “amenaza” comunista caribeña. La democracia se descubre como la dictadura de una clase sobre otra, así como el Estado, mediante el monopolio de la violencia, expresa y condensa todos los intereses ilegítimos de la clase dirigente frente a pueblos hambreados y saqueados.
En este contexto Bolivia, teatro de operaciones en la región, expresa con claridad los métodos y medios con los que cuenta el adversario de clase para imponer su agenda reaccionaria. Elecciones desconocidas, golpe de Estado, articulación a nivel policial, militar y comunicacional contra el pueblo, persecución a dirigentes y militantes populares, seguimientos y asesinatos, proscripción de Evo Morales, etc.
La disputa en Ecuador ensaya nuevamente varios de los elementos que se han estrenado en toda la región, sea Argentina, Brasil, Colombia, Nicaragua, Venezuela o Bolivia, buscará por todos los medios la aniquilación a toda costa de las minorías revolucionarias, las formas de lucha más avanzadas y los ejemplos históricos y morales de lxs revolucionarios de esta parte del mundo. No es un juego, ni “paranoia” de la Guerra Fría, es la realidad.
En este sentido, 2021 exige una victoria contundente, que no pasa solamente por “ganar las elecciones”, sino por sostener los derechos adquiridos mediante la lucha de décadas con organización y conciencia. Esta tarea requiere pensar que “nadie puede solo”, que ningún esfuerzo organizado o individual es suficiente, que solo la fuerza incontenible del pueblo podrá parar esta barbarie.