Valencia: ¡solo el pueblo salva al pueblo!
El 2 de noviembre, a cuatro días de la catástrofe vivida en Valencia nos encontramos con la noticia de que la Embajadora de Ecuador aseguraba en un medio que “no se puede señalar que haya ecuatorianos afectados por la Dana.”
Con el corazón en la mano respondemos ante semejante incompetencia. La Comunidad Valenciana tiene una de las mayores poblaciones de comunidad migrante ecuatoriana desde hace décadas, vivimos alrededor de 34.000 personas en este territorio, hemos hecho nuestra vida aquí y construido nuestras familias y hogares.
Por esto, es tan simple como salir y pisar la calle para darnos cuenta de todas las personas afectadas por este desastre.
Nosotras como pueblo, que hemos construido una vida lejos del país que nos vio nacer, llevamos días enfrentando el sueño y el cansancio en medio de la catástrofe. Desde el momento que inició la tragedia mediante redes sociales y llamadas telefónicas nos hemos mantenido alerta y asistiendo a otros connacionales aportando desde una botella de agua hasta unas palabras de aliento y con el corazón encogido al conocimiento de la realidad de muchas personas que lo han perdido todo. Todo esto mientras en las cuentas de la Cancillería o la del Consulado no se decía nada.
No podíamos entender por qué razón si esta institución tiene una base de datos con los números de contacto de todas las personas registradas, no se había establecido ningún contacto eficiente para saber nuestras circunstancias. Por el contrario, como mencionamos anteriormente, la rabia nos invadió al escuchar las declaraciones de la Embajadora. Después de varias llamadas de auxilio y de reclamo por redes sociales, están apareciendo las primeras publicaciones de ayuda, cuatro días después.
Es indignante y desolador darnos cuenta que gobiernos de otros países están gestionando ayudas directas con sus poblaciones y con recursos de apoyo. Sin embargo, estos últimos años los gobiernos ecuatorianos han abandonado a su población migrante, siendo ésta una de las principales fuentes de ingresos, gracias a las remesas enviadas. En las últimas elecciones vimos como se nos coartaba nuestro derecho al voto con el fallido sistema telemático, y cómo cada vez aumentan todos los valores que debemos pagar para realizar cualquier trámite en el Consulado. Pero esto no es casual. No les interesamos y en estos momentos el abandono es la única sensación que tenemos respecto a este gobierno.
No obstante, les informamos que el pueblo está autoorganizado, porque aunque no parezca desde acá nosotras seguimos activándonos políticamente con nuestro territorio de origen y con el actual. Hemos creado grupos de apoyo, estamos en coordinación con la gente damnificada y estamos haciendo lo que las instituciones son incapaces de hacer. Pisar el barro y apoyarnos porque solo el pueblo salva al pueblo, y que se sepa que no es gracias a este gobierno.