La mujer y el arte
Desde siempre, el arte ha sido parte del ser humano, establecido de forma subjetiva debido a los diferentes puntos de vista de su definición. Sin embargo, muchos y muchas coinciden que el arte es la expresión del mundo intangible que se manifiesta de diferentes formas como lo son: la danza, el dibujo, la música y un largo etcétera. El arte sabe renovarse con los años, al igual que el ser humano se renueva con la vida. No muere sino que se transforma y se adapta de generación en generación.
El arte ha plasmado las guerras, la pobreza, la lucha, el abandono, la tecnología, y todo lo que ha creado y creará el ser humano. Una guitarra, un dibujo, una fotografía, hasta nuestro mismo canto ha transmitido comunicación con el mundo que nos rodea, ha sabido contar invisibilidad, y ha sabido en los casos más conmovedores y excepcionales, ser símbolo de lucha contra la opresión.
La mujer del siglo XXI puede sentir el fruto de las luchas de nuestras antepasadas, de los disparos, de la sumisión, la falta de derechos. Entre estas mujeres luchadoras, encontramos a nuestras artistas, aquellas valientes que pudieron expresar su mundo intangible, sus sentimientos, sus emociones, alejadas de críticas y estereotipos de cada época, así mismo el tiempo poco a poco ha sabido reconocerlas.
Samantha por ejemplo estudia canto. Ella está convencida de que el arte es la herramienta que tiene el pueblo para construir una visión diferente. Siente que en los espacios artísticos es necesario romper con la educación machista. Sus artistas favoritas son Remedios Varo y Leonora Carrington, ya que admira su revelación contra los estándares sociales del género surrealista, convirtiéndolas en grandes exponentes del quehacer artístico.
María Belén, desde muy pequeña se ha encontrado envuelta en el arte. Canta y toca la guitarra, ella cree que el arte es “el medio traductor de lo intangible”, comenta que no ha sufrido discriminación en el medio artístico, pues cree que el arte debe ser para una mismo. Su artista favorita es Remedios Varo, pintora surrealista mexicana, quien con su pincel, creó realidades imposibles.
Carla es profesora de teatro. Considera que el arte es la expresión del ser humano y que como en todo espacio, sí ha podido sentir el machismo y exclusión de la mujer dentro del medio artístico. La actriz Tania Sarabia es su favorita dentro del arte, admira su constancia, disculpa y los métodos que usa en la actuación.
Sofía es pintora. Para ella el arte es “vida, sentimiento y pasión”, ella cree que Frida Kahlo es digna de admirar, por la fuerza y sentimiento de sus obras.
Génesis y Micaela son estudiantes de música. Para ellas el arte es un lenguaje de liberación, han sufrido discriminación dentro de este espacio como es el rechazo por su forma de vestir y por su género. Comentan que en se han sentido humilladas y utilizadas, pero encuentran refugio en sus artistas favoritas, Nina Simone y Joan Jett, atribuyendo simbología de la emancipación y liberación patriarcal de la lucha feminista.
Es evidente que a pesar de que el arte es un lugar de expresión y libertad, la discriminación ha estado presente. Los espacios artísticos han contado con roles importantes por la participación de mujeres que han tomado estos espacios para expresar sus incomodidades y las injusticias de género, para hacer un cambio y hacerse escuchar.
Es por eso que aparece necesaria la educación de mano con la deconstrucción de los estándares discriminatorios y peyorativos hacia un género, raza o color. Deben seguir fortaleciéndose en todos los espacios, ya que los derechos de la mujer deben ser primordiales en la sociedad. Finalmente, el arte debe ser una herramienta de ayuda para esta lucha. No se debe claudicar en la lucha fuerte, está debe estar de la mano de todos y todas, pues la liberación de la mujer, es parte de la liberación de la humanidad.