Yo aborté
Yo había empezado a sospechar que estaba embarazada, pero mi pareja era completamente escéptica a la posibilidad porque nos habíamos cuidado, sin embargo, habíamos mantenido relaciones sexuales en mis días fértiles, y es por ello que por precaución me tomé la pastilla del día después. Ni haber usado preservativo, ni tomar la pastilla del día después evitó que yo quedara embarazada.
Al ser regular en mi menstruación, me permitió percatarme de manera inmediata que algo sucedía y a pesar del escepticismo de mi pareja, fuimos a que me hicieran un examen de sangre. Al recibir los resultados yo quedé en shock, por indicar un diagnóstico positivo. Lo único de lo que estaba segura era que yo, a mis 19 años, no quería ser madre, y no, no era porque las condiciones económicas me ataran, o que mi pareja se iría si yo decidía continuar con mi embarazo, pero mis planes de vida para ese momento no comprendían ser madre y por ello había tomado todas las precauciones posibles.
La esperanza que quedaba era que en el eco intravaginal saliera negativo, pero en el momento en que la doctora me felicitó por mi embarazo, lo único que quería hacer era romper en llanto, sin embargo en ese momento fingí que me interesaba y que estaba feliz. La doctora empezó a preguntarme si quería que sea niño o niña, que nombres tenía pensados, si mi pareja me amaba y si se quedaría junto a mí. Fue horrible mentir en las respuestas, yo quería preguntarle sobre cómo y dónde podía conseguir Misoprostol, y en ese momento caí en cuenta que al más mínimo error podría estar en la cárcel cumpliendo una condena de 6 meses a 2 años.
Al salir de allí, lo único que me reconfortaba era saber que mi pareja y quienes me rodeaban respetarían mi decisión, ya sea de continuar con el embarazo o de terminarlo. Y que además contaba con gente que sabía como apoyarme en esto, por eso es que contactamos a la Red de Acompañamiento de Aborto Seguro en Ecuador, Las Comadres (0998883339). No voy a mentir, estaba nerviosa, pero cuando asistí a la charla de información de cómo realizarse un aborto y me recibieron dos mujeres llenas de cariño, empatía y sororidad, que en ningún momento juzgaron mi decisión, pasé a quedarme mucho más segura. Su trabajo consiste tanto en brindar información sobre la composición de las pastillas, el proceso que inician en el cuerpo, como también sobre los posibles efectos secundarios, las indicaciones debidas de como controlar la cantidad de sangre y las cosas que necesitaba como bebidas hidratantes, toallas sanitarias, etc. Al salir de allí, estaba completamente segura de la decisión que había tomado previamente junto a mi pareja.
Yo aborté a través del método mixto, es decir, con Mifepristona y Misoprostol. Empecé con el proceso un 7 de abril, estando en la casa de mi pareja, cuando las pastillas ya habían empezado a hacer su efecto. El único efecto secundario que tuve fueron escalofríos que se me pasaban, entre más me cobijaba. El hecho que mi pareja esté allí fue de suma importancia, ya que tener un apoyo incondicional siempre se siente bien. Había momentos de mucho dolor físico, porque mi útero se estaba preparando para expulsar al feto, el día de mi aborto yo tenía 9 semanas y 3 días el días de estar embarazada. Es de aclarar, por supuesto, que nunca vi una piernita o un brazo, lo que hubo todo el tiempo son coágulos de sangre que iban siendo expulsados. Cuando se acabó el proceso volví a mi casa, reposé todo ese día, al siguiente día fui a clases a continuar con mi vida universitaria.
No me arrepiento de haber abortado, ha sido la mejor decisión de mi vida. Y agradezco a cada persona que estuvo apoyándome en este proceso, que nunca juzgo mi decisión, sino que me brindaron toda la información necesaria para que yo de manera libre y voluntaria elija qué hacer. Sé que mi aborto seguro es consecuencia de mi privilegio de clase, por eso aborto legal, libre, seguro y gratuito.
(Por motivos de seguridad, me reservo la identidad de la compañera de quien es esta experiencia. Este es un relato de aborto de una mujer, como todas)