Castillo: la esperanza de una nueva constitución en Perú
Hablé con Oscar Gilbonio sobre las elecciones en Perú, el candidato de izquierda Castillo y su relación con los movimientos sociales. Oscar Gilbonio vive en Lima, Perú. Es padre de cuatro hijos y escritor. En el 2019 publicó su tercer libro, en el que aborda el periodo del conflicto armado en Perú desde 1980 hasta el 2000, desde la perspectiva de los protagonistas. Escribe regularmente ensayos y comentarios políticos para la revista Viejo Topo.
El 11 de abril se llevó a cabo la primera vuelta de las elecciones presidenciales y congresionales en el Perú. Asombrosamente para muchos, el candidato de izquierda Pedro Castillo, del partido Perú Libre, pasó a la segunda vuelta, que se realizará en junio. Castillo cuenta con el apoyo de muchos en la izquierda, pero también es controvertido por sus posiciones a veces conservadoras, por ejemplo, sobre el derecho al aborto o los derechos LGBTIQ. En Perú, un amplio movimiento de masas puso fin a un golpe parlamentario en noviembre del 2020. El autor Oscar Gilbonio explica la situación actual entre las dos rondas de votación.
ER: ¿Cómo funciona el sistema electoral peruano?
OG: El sistema electoral peruano prevé una serie de obstáculos para que los partidos participen en el proceso electoral. Se requiere un elevado número de firmas para inscribirse, y hay que superar el obstáculo electoral del 5% de los votos para seguir en la carrera. El ex presidente Martín Vizcarra ayudó a personas cercanas a él a conseguir puestos en el Jurado Nacional de Elecciones, lo que favoreció a los candidatos que él apoyó en el período previo a las elecciones.
ER: El 6 de junio, lxs peruanxs tendrán que elegir entre un candidato y una candidata en la segunda vuelta de las elecciones. ¿Quiénes son?
OG: Uno de ellos es Pedro Castillo, del partido Perú Libre, que representa a sectores de la izquierda popular. Él mismo es un maestro cajamarquino de origen campesino, que se destacó en los paros docentes del 2017. La otra es la conocida Keiko Fujimori, hija del ex dictador Alberto Fujimori, que se presenta por tercera vez a la presidencia. Representa a una facción de la burguesía que ha estado operando a través de métodos legales e ilegales en Perú desde la década de 1980.
Perú Libre cuenta con el respaldo del ex gobernador regional de Junín, Vladimir Cerrón, quien no pudo postular por acusaciones de corrupción, y acordó con Castillo que este encabezara la lista. El partido representa a la pequeña burguesía, a sectores de la burguesía nacional y a elementos del pueblo. No es un partido sólido y con un programa por debatir, pero esto es algo que tiene en común con todos los partidos de izquierda del Perú.
ER: ¿Cuáles son los sectores más importantes políticamente en Perú?
OG: Por un lado, está la burguesía tradicional, cuyos representantes se encuentran hoy principalmente en el sector financiero y en las empresas farmacéuticas. Por otro lado, hay una burguesía más joven, surgida en tiempos de crisis del capitalismo y que también se está abriendo paso en los espacios de poder, y una clase media en retroceso, que teme un mayor empobrecimiento.
En el lado popular, hay una enorme clase trabajadora, que se gana la vida en su mayoría en el sector informal, y a la que se une un campesinado que, en su mayoría, tiene que vender sus productos a precios muy bajos para poder sobrevivir. Además, hay jóvenes y estudiantes que necesitan una nueva perspectiva.
ER: ¿Cómo se han tomado los gobernantes la llegada de Castillo a la segunda vuelta?
OG: Para sembrar el miedo, como es habitual en la sociedad peruana, recurren al "terruqueo": intentan asociar a Castillo con el Movadef, al que a su vez consideran el brazo legal del PCP-Sendero Luminoso.
Además, se está difundiendo la propaganda de que Perú podría acabar como Venezuela.
ER: ¿Qué problemas ve en los dos candidatos?
OG: Ambos contrincantes son muy diferentes entre sí: una política ya conocida y un profesor de provincias políticamente menos conocido; una continuadora de las políticas neoliberales frente a las políticas que prometen el cambio. Creo que las facciones del poder presionarán para someter a Castillo, como hicieron con Ollanta Humala. Cuando Humala fue elegido presidente en el 2011, cambió el rumbo de centro-izquierda con el que había hecho campaña, y posteriormente acabó en la cárcel por corrupción.
Aun así, existe la esperanza de que un posible gobierno de Castillo pueda progresar. La condición para ello es que tenga realmente una base de masas y no sólo sea apoyado por los diputados que llegan al parlamento, pero que a menudo no pueden resistir los embates de la prensa concentrada o que anteponen sus propios intereses mezquinos.
Una cuestión clave es el cambio constitucional, que podría pasar por la politización, la educación y la movilización de masas, al menos si se produce en los términos que Castillo ofreció en su campaña: no apoyándose en los partidos tradicionales, sino en los sindicatos, las asociaciones campesinas, las federaciones, etc.
ER: ¿Por qué es tan importante una nueva constitución?
OG: Perú es un país con grandes recursos minerales, y los conflictos sociales centrales son causados por su explotación. Grandes proyectos como Conga (Cajamarca) o Tía María (Arequipa) están paralizados por las protestas de la población local afectada. Se trata principalmente de empresas con capital norteamericano o chino. Están protegidos por leyes hechas por gobiernos anteriores y por tratados que la constitución actual, que data de la época de Fujimori, hace sacrosanta. Castillo entiende que los recursos naturales extraídos por los monopolios deben redundar en mayores beneficios para los peruanos, y que para ello es necesaria una nueva constitución.
ER: ¿Hasta qué punto ves la posibilidad de que la energía de las protestas de noviembre del 2020, en las que participaron muchos jóvenes, pueda canalizarse hoy?
OG: En noviembre hubo movilizaciones masivas contra la destitución del ex presidente Martín Vizcarra. Especialmente en las provincias, se exigía una nueva constitución. Esta es una exigencia de toda la izquierda. Con la entrada de Castillo en la segunda vuelta, el debate ha vuelto a salir a la palestra. En las organizaciones de izquierdas, en Facebook y en otros medios sociales, esto se está debatiendo ahora de forma más amplia.
La entrevista fue originalmente publicada en alemán el 20 de Abril 2021 en la revista Analyse & Kritik.