Colombia: Minga Nacional Por La Vida
En Colombia, desde el 10 de marzo del presente año se encuentran reunidos como Minga por la vida, el territorio , la justicia y la paz los pueblos indígenas pertenecientes al Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), el Consejo Regional Indígena de Caldas (CRIDEC), el Consejo Regional Indígena del Huila (CRIHU), además de 10 cabildos de la Organización Regional Indígena del Valle del Cauca, y sectores campesinos agrupados en el Proceso de Unidad Popular del Suroccidente Colombiano (PUPSOC) y el Comité de Integración del Macizo (CIMA). Estas organizaciones se encuentran ejerciendo de forma articulada su legítimo derecho a la protesta social en el sur occidente colombiano. A estas se sumaron, desde 1 de abril, varias organizaciones indígenas regionales del país que confluyen en la Organización Nacional Indígena de Colombia – ONIC, como Minga Nacional por la Vida, declarándose una sola movilización, con planteamientos políticos comunes y exigencias específicas de cumplimiento de derechos.
Esta gran convergencia para la movilización inicia después de que a dos días de la posesión de Iván Duque en la presidencia el 09 de agosto de 2018 los pueblos indígenas fueran convocados al Palacio de Nariño, para exponerles las políticas creadas unidireccionalmente para sus comunidades. En este escenario, el delegado del CRIC presentó una invitación al Presidente a hacerse presente en septiembre de 2018 en Monterilla, territorio Sat Tama Kiwe. Al no obtener respuesta, el Presidente fue nuevamente invitado el 12 de marzo de 2019, para sostener un dialogo horizontal con las autoridades indígenas de cara abierta a la comunidad. Dada la negativa de Iván Duque a asistir a la asamblea organizada por la Minga, los mingueros deciden adoptar las acciones de protesta legítimas para reclamar el incumplimiento del gobierno actual al decreto 1811 de 2017, el que establece la creación de una comisión mixta para dar solución a la serie de acuerdos desatendidos desde 1999, y la ejecución de Planes Cuatrienales para los pueblos indígenas del Cauca.
El panorama se agrava ante el desconocimiento de estos acuerdos en el Plan Nacional de Desarrollo, excluyendo también a las iniciativas trabajadas por las organizaciones campesinas que convergen en el CIMA y el PUPSOC durante los escenarios de concertación convocados por el mismo Gobierno Nacional, para la supuesta elaboración participativa del Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022. Cabe resaltar que las propuestas elaboradas por las organizaciones campesinas, apuntaban a viabilizar en el departamento del Cauca, la implementación de la Reforma Rural Integral, contemplada en el primer punto del Acuerdo Final pactado entre el Gobierno Nacional y la insurgencia de las FARC- EP. Estas propuestas incluyen el reconocimiento del campesinado como sujeto de derechos diferente al productor agropecuario, conforme a la sentencia de la Corte Suprema de Justicia 2028, del 13 de febrero de 2018.
Todo lo anterior permite visibilizar de cómo los ejercicios participativos mandatados por la Constitución y la ley son meramente escenarios para la legitimación de iniciativas y modelos decididos a espaldas de las comunidades. La Minga Nacional por la Vida es la contestación a esta gran sucesión de incumplimientos y la grave situación de derechos humanos que atraviesa el país. De acuerdo al informe anual presentado por la Cruz Roja Internacional, en Colombia el desplazamiento masivo aumentó entre el 2017 y 2018 en un 90%, sin olvidar, que en el último informe de seguimiento del Kroc Institute se resalta la “falta de garantías de seguridad” como una de las principales dificultades del proceso de paz, como se evidencia en las denuncias diarias de asesinatos a líderes sociales, las cuales carecen de investigación.
La respuesta del gobierno ha sido la de la represión a la protesta social, puesto que se niega a acudir a la mesa de negociación hasta que cesen los bloqueos a la vía Panamericana. El pasado 19 de marzo, se registró la muerte del patrullero Boris Alexander Benítez, quien resultó herido en el cuello con disparo de arma de fuego, por lo cual las autoridades indígenas han solicitado una investigación, puesto que en diversas oportunidades se denunciaron infiltraciones por parte de miembros de la fuerza pública en la Minga con intenciones de sabotaje. El pasado martes se denunció la muerte del minguero Breiner Yunda Camayo del resguardo Jebala-Totoró como consecuencia de un impacto de bala en medio de la represión de la fuerza pública a la Minga.