Teatro y Lucha de clases: nuestro pequeño experimento llamado Escuela de Teatro Político de Quito
Todas las actividades humanas son políticas y el teatro es una de ellas. Puede servir como instrumento útil a las luchas de liberación, o como herramienta de dominación. La ETP-UIO pretende compartir herramientas teatrales y asumir su lugar al lado de las personas oprimidas y explotadas.
Cuando decimos la expresión Teatro Político, surgen varias ideas y diferentes referencias; muchas de ellas negativas, llenas de un prejuicio que nada más es que fruto de la disputa en la cual todas las personas nos encontramos inmersas: la lucha de clases.
El teatro, como actividad humana que es, no está fuera de la realidad, no flota en el aire en las “más sublimes esferas”, como si estuviera ajeno a las luchas que se desarrollan en la tierra, en el día a día de las actividades humanas; donde se toman decisiones, donde se declaran las guerras, se destituyen presidentes, se siente hambre y frío.
En ese sentido, no hay teatro que no sea político. Aunque haya muchas personas que defienden el arte por el arte, que dicen no querer involucrarse en temas políticos, o incluso que el teatro debe seguir siendo arte y, por lo tanto, “neutral” -¡como si eso fuera posible!- en realidad, esa también es una actitud política. No existe la neutralidad, el mismo hecho de reivindicarla es no sólo peligroso y perjudicial, sino también una postura conservadora.
Entonces, si todo teatro es político, ¿por qué decir “teatro político”? Esto es también una cuestión de postura: afirmar abiertamente que no somos neutrales, que nuestra práctica teatral está al lado y a servicio de las luchas por la liberación de los pueblos oprimidos y explotados. Reivindicar las personas de teatro y política que vinieron antes de nosotras, con sus prácticas cargadas de utilidad social y con vistas a la transformación.
La Escuela de Teatro Político de Quito (ETP-UIO) es un intento y un experimento en este sentido. Nos tocó vivir en este momento histórico, tan conservador en muchos aspectos y lleno de prejuicios en relación a la lucha de clases, un momento en el cual parece casi imposible imaginar una salida radical al estado de cosas, ya que muchas veces puede parecer más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo. ¿Qué son las pelis de zombies y otros desastres si no eso?
Reconociendo la herencia del Teatro Político, en la ETP-UIO vamos a presentar las principales corrientes que se desarrollaron en ese campo: el Teatro Épico de Piscator y de Bertolt Brecht, el teatro de agitprop soviético y alemán, el Teatro del Oprimido, la pedagogía del Oprimido y otras prácticas populares y políticas. Además, el objetivo no es quedarse ahí, sino también reflexionar sobre la posible actualidad de estos experimentos históricos y su utilidad en nuestros días y en nuestros territorios.
Esos estudios, que se van a desarrollar desde la teoría y de la práctica, son necesarios porque, cuando pensamos en teatro, es imprescindible que las formas y los contenidos caminen juntos. En otras palabras, ¿cuáles son las posibilidades formales más apropiadas para los temas que se quieren debatir? Cuando decimos que no hay neutralidad en el teatro, también queremos decir que no sólo lo que se quiere debatir es importante, sino también la forma como presentamos ese tema es política. Entonces, ¿cuál sería la forma más apropiada para ver los motores sociales en movimiento en la escena, de tal manera que podamos comprenderlos y transformarlos?
Como el poeta y dramaturgo alemán Bertolt Brecht bien dijo, ese tipo de teatro no está en contra de los sentimientos -otra acusación que escuchamos mucho y que sólo muestra desconocimiento en relación a las propuestas del teatro político-. Entender el funcionamiento de los mecanismos sociales, las leyes que rigen nuestra vida, no significa anular lo que sentimos, sino poner también eso bajo análisis. ¿Por qué río de una cosa y no de otra? ¿Por qué eso me enoja y por qué no me enoja esa otra cosa? El teatro político debe organizar la escena de tal manera que podamos reconocer quienes son nuestros enemigos y quienes son nuestros posibles aliados, aliadas, aliades. Debe ser un teatro divertido, placentero y solidario.
Con la ETP-UIO, queremos compartir los medios de producción teatral para militantes y otras personas que actúan en movimientos sociales, en redes comunitarias, organizaciones políticas y otros espacios de militancia. Además, también queremos ofrecer a trabajadoras y trabajadores de las artes y las culturas una posibilidad de formación en las diferentes poéticas políticas teatrales, buscando fortalecer las relaciones entre las prácticas y producciones teatrales y la actuación política.
En ese sentido, vamos a ofrecer 3 becas totales para participantes de movimientos y organizaciones sociales/comunitarias/políticas, que tengan actuación militante con colectivos y que tengan el objetivo de apropiarse de las herramientas teatrales para fortalecer la lucha en sus territorios y espacios de militancia, para profundizar la relación entre arte y política, desde nuestro punto de vista, inseparables. Además de ser militante, las becas serán ofrecidas exclusivamente a personas LGBTQIA+, indígenas, afrodescendientes, migrantes y mujeres cis/hombres trans con hijos/as/es pequeños.
Las clases serán realizadas de manera mixta, con módulos presenciales y algunos módulos y actividades virtuales. El primer semestre de 2023 será totalmente presencial y el cronograma de actividades ya está disponible, con matrículas abiertas para los primeros cursos de formación.
“El arte no es un espejo para reflejar la realidad, sino un martillo para darle forma” Bertolt Brecht.