90 años del Che: el ser humano nuevo y la crisis del sujeto histórico
En medio de la crisis que atraviesa la izquierda no solo a nivel nacional, también en el contexto regional y mundial, resulta necesario reflexionar sobre unas de las más acertadas ideas del guerrillero heroico, Ernesto el “Che” Guevara: la construcción del ser humano nuevo. La efervescencia de la coyuntura política, la fragmentación de las reivindicaciones inmediatas e históricas, la incipiente militancia de base, la nula formación político-ideológica y la incapacidad de generar agendas programáticas articuladas, son muestra de la crisis del sujeto histórico, entendido como aquel con la capacidad consciente de transformar las condiciones propias de existencia en un momento determinado de la historia.
La superación dialéctica de la crisis del sujeto histórico requiere de un fuerte trabajo de recuperación de la memoria, así como del sentido de las condiciones simbólicas y materiales que explican las relaciones humanas en el capitalismo contemporáneo. Este hecho implica recuperar la capacidad de indignarse frente a la injusticia en diferentes ámbitos y esferas de la vida, por lo cual resulta necesario romper con barreras impuestas por el paradigma cultural y económico predominante, a través de expresiones que nacen desde la insurgencia, la subalternidad y desde lo popular. En esencia, la crisis epistémica, ideológica, pragmática y material del sujeto histórico requiere de la reivindicación del legado guevarista.
La preponderancia de la perspectiva mercantil en desmedro de la reivindicación histórica de Ernesto Guevara, así como de otros referentes del ser humano nuevo, se ve reflejada en el discurso desmovilizador y de fragmentación de la lógica capitalista a través de la postmodernidad tanto en lo ideológico como en lo pragmático. Los grandes “gurus” de la política proclaman la “muerte” de los antagonismos de clase, incentivando la construcción de la política desde discursos vaciados y viciados como “la tercera vía”, la socialdemocracia, la izquierda “alternativa”, así como la imposición de disputas de forma que desvían la atención de las problemáticas de fondo; expresiones que constituyen mecanismos de legitimación del paradigma capitalista.
Esta constante arremetida del andamiaje neoliberal nos invita a recuperar la organización desde la esencia guevarista, tomando en cuenta que “si no existe la organización, las ideas, después del primer momento de impulso, van perdiendo eficacia, van cayendo en la rutina, van cayendo en el conformismo, y acaban por ser simplemente un recuerdo” (Guevara, 1962). Es necesario reinventar e imprimir nuestro sello de autenticidad en dichas formas de organización, rompiendo con la fragmentación de la izquierda, con la finalidad de promover la acertada y estratégica combinación de todas las formas de lucha ya propugnada por Vladimir Lenin en el “¿Qué hacer?” (1975).
El 14 de junio conmemoramos 90 años del nacimiento de Ernesto el “Che” Guevara, por lo que resulta preponderante asumir procesos efectivos de crítica y autocrítica, que trasciendan la catarsis colectiva y que permitan ejecutar agendas comunes a partir de la articulación y aglutinación de las luchas fragmentadas, inspirados en el legado de “El Che”, tomando en cuenta el carácter internacionalista de nuestras reivindicaciones.
En conclusión, la crisis del sujeto histórico requiere de la reivindicación del legado guevarista a partir del fortalecimiento orgánico e ideológico de la diversidad de expresiones de acción colectiva, que permitan consolidar procesos de unidad e implementar nuevas e innovadoras formas de hacer y ejercer la política, esta nueva praxis política debe ser pensada además desde la integración latinoamericana y de los sectores del campo popular continental. Después de 90 años de su nacimiento, nos damos cuenta de que el “Che” es más que un ícono revolucionario, es la muestra de que el ser humano nuevo, de que el sujeto histórico es posible y necesario. Su sensibilidad revolucionaria, su capacidad de asumir otras luchas como propias y de articularlas en torno a un objetivo común: la construcción colectiva de una sociedad nueva, continúan siendo ejemplo para los y las revolucionarias del mundo entero.
Bibliografía.
Guevara, Ernesto (1962). Qué debe ser un joven comunista. En Selección de Textos, Paúl Sarría (comp.). La Habana: Instituto de Ciencias Sociales.
Lenin, Vladimir (1975). ¿Qué hacer?. En Selección de Textos, Paúl Sarría (comp.). La Habana: Instituto de Ciencias Sociales.