¡Fuego al patriarcado!
Hace pocos días las redes sociales y los medios de difusión mostraban, una vez más, la violencia que el patriarcado ejerce sobre los cuerpos y la vida de las mujeres. Primero fue “Martha”, luego Diana Carolina, cientos de miles, o quizá millones, mostraron su indignación, otros tantos, apelaban en su sin sentido a lo más oscuro y reaccionario de la mentalidad patriarcal justificando las agresiones, también aparecieron los hipócritas, quienes en su “afán solidario” no pueden ocultar a la clase social que pertenecen, esa que ha desatado una guerra sin cuartel contra las mujeres, y que se sirve del patriarcado, el Estado nación y el capitalismo, para perpetuarse en la historia.
Las mujeres viven una guerra constante, una guerra de sobrevivencia. La historia moderna no se pudo haber construido sin esta guerra, sin el exterminio de sus cuerpos, de su sabiduría. Así fue como el Estado nación en la modernidad capitalista se construyó y así fue como la sociedad patriarcal se convirtió en un ambiente completamente hostil para las mujeres y los cuerpos feminizados. No es un “problema de hoy”, no es una problemática ideológica, es una cuestión estructural, es un conflicto histórico, que lleva nombre y apellido: Estado nación y capitalismo.
El renovado movimiento de mujeres que hoy vemos con esperanza y admiración, debe tener la certeza que, sin organización y conducción colectiva, la victoria contra el patriarcado no es posible, que resulta inminente un salto político-organizativo para enfrentarlo. De la misma forma que es imprescindible comprender el feminismo desde la lucha de clases, pues las mujeres que están “arriba” nada tienen que ver con aquellas que mueren todos los días.
Hoy por hoy, el feminismo popular es uno de los pocos ejercicios políticos existentes que nos pueden ayudar a construir una renovada corriente anti capitalista tan necesaria para enfrentar la arremetida neoliberal y fascista que actualmente vivimos. Necesitamos recoger el espíritu de aquellos millones de mujeres que, a lo largo de la historia, con su ejemplo y valentía nos han enseñado que la resistencia es vida.
Prendamos fuego al patriarcado hasta verlo hecho cenizas.