Yunda: ¿populismo políticamente correcto?
Las declaraciones del alcalde de Quito, Jorge Yunda, en torno a la adopción responsable de animales, el certamen Reina de Quito, el alza de pasajes prevista para este año, o su más reciente polémica con Luis Eduardo Vivanco, periodista de La Posta, figura pública de la extrema derecha ecuatoriana, maniobran entre la aparente incertidumbre y los intereses de clase de un político con visión empresarial.
Mientras los analistas políticos se desgarran las vestiduras para adivinar la nueva jugada de Yunda, este continúa desarrollando y posicionando un proyecto de ciudad sobre una clara visión populista que no encaja en los márgenes tradicionales. No es un miembro amoldado a los parámetros de la oligarquía blanco mestiza, su origen popular y su “espíritu emprendedor” lo ha vuelto una figura cercana a la sensibilidad popular, hoy fragmentada por el neoliberalismo y desilusionada de los grandes discursos.
Yunda es un político que no se considera así mismo político, anda en chanclas, juega volley, viste pantaloneta, ama a los “perritos”, es “austero”. Existe un guion de por medio, en el mundo de la política nadie es inocente, enmarcado en una estrategia posterior al desastre que fue la administración Rodas, y que busca dotar a la ciudad de servicios desde un enfoque empresarial. Unos dirán que es el modelo exitoso guayaquileño más una dosis de chicha; otros, que en vista del interés por implementar el “Estatuto Autonómico”, se pretenden blindar a la ciudad y convertirla en un pequeño Estado.
Creemos que las cartas están jugadas, en el ambiente está presente la gran posibilidad de que la empresa privada, las ONG´s, sean los organismos de sostén de la “ciudad” Yunda. Tan solo consideremos los problemas generados alrededor de la recolección de basura, la problemática de los Guagua Centros, la delegación del nuevo gerente del Metro y su parentesco con el monopolio del transporte, entre otros.
Mientras la sociedad quiteña se emociona con las declaraciones de Yunda, con su populismo políticamente correcto, la capital del país se bate entre el claro oscuro del modelo empresarial que la administra. No esperemos a que Yunda nos sorprende antes de hora, la única salida estará en fortalecer las organizaciones desde el territorio, preparándose para una pelea llena de sentidos que vencer, por lo tanto, resulta urgente levantar el espíritu rebelde que caracterizó a Quito.