Rebelión o extinción
La rebelión por el cambio climático ha iniciado. En varios países la consigna es “rebelión o extinción”. Estamos enfrentándonos a una emergencia global sin precedentes y los líderes mundiales continúan retrasando las acciones o incluso negando la realidad. La verdad es que el planeta ya no puede esperar más. Los grupos que se suman a la lucha van en aumento, pero ¿es posible luchar contra algo tan grande desde nuestros espacios cotidianos?
En ciudades europeas, por ejemplo, exigen a los gobiernos decir la verdad, actuar con políticas reales de forma inmediata. Buscan crear una cultura regenerativa que minimice el riesgo de un colapso ambiental y extinción segura. Están claros en que por décadas han sido los causantes de la contaminación ambiental, sin embargo, la ciencia y toda la evidencia de la alteración climática ha despertado esta necesidad de exigir, desde un sinnúmero de organizaciones, colectivos y grupos sociales, la declaración de un estado de emergencia. Han tenido que ser los jóvenes quienes despertaran esta chispa, ya que no encuentran un futuro en el cual se pueda vivir dignamente.
Mientras tanto, en nuestros países del sur, más concrétamente en Ecuador, nuestra cultura aún no ha aprendido a valorar la riqueza y la importancia de conservar los ecosistemas andinos y amazónicos. Seguimos viendo cada animal, cada árbol como un recurso de uso y abuso en algunos casos de supervivencia, en otros de acumulación de riqueza. Y esta pugna de poderes puede tener desenlaces desfavorables para las comunidades más pobres y para el país entero.
Por el Día Mundial del Ambiente, el vicepresidente Otto Sonnenholzner sentenció al país diciendo que “donde hay minerales habrá minería”, transgrediendo no sólo los derechos de la Naturaleza de nuestra famosa Constitución “Verde”, sino violentando los derechos de las comunidades e irrespetando su voluntad al invalidar las consultas populares previas.
De igual forma el decreto presidencial 751 donde se menciona la ampliación de la zona intangible del Parque Nacional Yasuní. Sin embargo, dentro de este mismo decreto se permite la explotación petrolera en la zona de amortiguamiento. Es decir, en palabras de los YASUNIDOS, que por cada hectárea que se protege, se estarían afectando 7 hectáreas dentro del parque.
En este momento se puede decir que lo de constitución verde se debe únicamente al dinero que recibirán los proyectos mineros, petroleros y quizás uno que otro político que de forma inteligente pueda sacar provecho a costa de la destrucción de los bosques, la contaminación de los ríos y el engaño de la población, la cual ni siquiera llega a entender qué esta pasando, cuales serán sus supuestos beneficios o en qué medida podría llegar a perjudicar estos megaproyectos.
A esto se suma el miedo a la reducción de personal estatal, ya que todos estos proyectos a pesar de que requieren procesos de revisión, concluyen siendo aprobados muy a disgusto de los técnicos de los ministerios. No es necesario recalcar que dentro de estos espacios de tensión muchos funcionarios trabajan bajo amenazas y por supuesto, bajo la consigna de que, si no firmas tú, te reemplazo por otro que si lo haga.
No se propone una nueva guerra, pero si se apela en principio al sentido común, al verdadero sentido de humanidad. Hay que aceptar que somos una especie más del planeta, no aquella que la debe dominar, y que, si nuestra supervivencia se ha dado en base a la colaboración, habrá que descartar a todo aquel que actúa en perjuicio de otro ser, sea humano o no humano.
Tampoco es posible hacer frente a una lucha tan grande si no conocemos lo que está pasando. Hago un llamado a la gente honesta que está dentro de los ministerios y empresas privadas. Necesitamos información confiable de lo que está pasando. Necesitamos saber la verdad. No es necesario que arriesguen sus puestos de trabajo, pero si es necesario valentía, ya que quizás por ahora tengas este espacio que es el sustento de tu familia, pero nadie te asegura que vas a permanecer ahí por mucho tiempo. Si eres una persona reemplazable, no les sigas el juego a la injusticia. La información es el arma más poderosa. Haz tu parte.