El Paro Internacional de Mujeres: Apuntes sobre la experiencia alemana

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Martes 25 de Junio de 2019

El 8. de marzo del 2019 se llamó por tercera vez a un Paro Internacional de Mujeres y personas que sufren las consecuencias de estructuras patriarcales en todo el mundo. Este llamado internacional se realizó después de las movilizaciones en masa en Polonia y en Argentina en el 2016, en cuales millones llenaron las calles bajo demandas feministas del derecho al propio cuerpo. En Polonia, las movilizaciones se realizaron en resistencia a restricciones del derecho al aborto, que el gobierno polaco, con respaldo de la Iglesia Católica, pretendía implementar. En Argentina, la Marea Verde comenzó a usar las herramientas históricas de la clase trabajadora, el paro, para mostrar la magnitud de la lucha por el aborto libre, legal y gratuito. Tras ver más de cinco millones de personas, en su gran mayoría mujeres, paralizar las ciudades y los puebles en España, el País Vasco y Catalunya el 8. de Marzo del 2018, en otros países centrales de Europa con fervor se formaron comités para realizar un Paro Internacional de Mujeres, o un Paro Feminista, en más regiones centrales para el capital internacional. Así también en Alemania.

A partir de marzo del 2018 se pasó a formar el primer Comité de Paro Internacional de Mujeres en Berlín, creando un espacio de colaboración de varias compañeras de izquierda en la capital alemana. La izquierda alemana se encuentra bastante dividida en términos históricos; pocas veces diferentes fracciones y corrientes de izquierda logran colaborar más que para movilizaciones por razones muy puntuales y coyunturales. En el marco del Paro Internacional de Mujeres, tras un trabajo constante de más de un año, se logró abrir un marco nuevo de experiencia colectiva para muchas activistas desde las bases sindicales, partidos políticos de izquierda reformista, compañeras autónomas-anarquistas y militantes comunistas de diferentes corrientes.

En asambleas abiertas, las que se han realizado cada dos a cuatro semanas en el centro de Berlín, se discutieron los temas centrales del paro para mujeres en Alemania: el trabajo precario asalariado de mujeres (las mujeres ganan en promedio 21% menos que los hombres en Alemania en el mismo puesto de trabajo y con la misma cualificación), el trabajo del cuidado no remunerado, la violencia de género y el sexismo cotidiano, la guerras imperialistas que obligan a mujeres a migrar y la política de destrucción ecológica que primariamente afecta a mujeres en zonas rurales del sur global de forma brutal y humillante. Además, se realizaron talleres para averiguar cuáles son los problemas cotidianos de mujeres comunes y corrientes en Alemania, de cuales también se sintetizaron demandas concretas a lo largo de la movilización.

 

El Comité del Paro Internacional de Mujeres en Alemania – sea en Berlín o en el resto de las más de 30 ciudades, en cuales se han formado grupos de base – ha atraído en su gran mayoría a estudiantes universitarias, gran parte de ellas de origen pequeño burgués. Muchas de las jóvenes universitarias no han tenido experiencias políticas previas y se crearon espacios de debate en diferentes ocasiones – los talleres más formales, en discusiones más informales antes y después de reuniones, o tomando un cafecito a dos o a tres.

En Berlín, una buena parte de las compañeras que han liderado la movilización partieron desde otras experiencias de lucha: desde luchas de inmigrantes y gente no-blanca en Alemania, luchas sindicales, luchas por una educación gratuita y diversos espacios de movilización feminista. Las experiencias de las compañeras sindicalistas – como las enfermeras, fisioterapeutas y las trabajadoras universitarias – han sido de especial importancia para enunciar la independencia de las burocracias de los grandes sindicatos alemanes. De igual manera, ellas ayudaron a llevar a cabo acciones y talleres de discusión con distintas bases sindicales y con trabajadoras no sindicalizadas en nuestros lugares de trabajo asalariado.

Adicionalmente, una movilización en los barrios populares se pronunció como eje de la movilización del Paro Internacional de Mujeres en Alemania, especialmente en Berlín. Esta meta no se realizó con fuerza, ya que existen pocas experiencias de movilización en barrios y territorios en Alemania. Pocas compañeras, ellas mismas generalmente hijas de obreros y obreras, dieron algunos primeros pasos en esta dirección referentes a campañas en algunos barrios populares en la capital alemana. En los barrios de Neukölln, Kreuzberg y Marzahn-Hellersdorf por ejemplo, se realizaron asambleas locales de barrio donde se comenzó a conocer a mujeres activistas de la vecindad. Así empezó un trabajo territorial con el principal enfoque de conocerse como vecinas y partiendo de allí, poco a poco ir discutiendo los problemas que enfrentamos como mujeres, madres solteras, trabajadoras precarias, personas queer etc. El barrio de Neukölln representa un barrio popular con un alto porcentaje de población inmigrante, que más y más sufre del proceso de gentrificación impulsado por la pequeña burguesía bohemia. De tal manera, pasó a formarse un propio comité de barrio, el cual se sigue reuniendo mensualmente para seguir un trabajo continuo de vecindad y ligarse a luchas locales.

El Paro Internacional de Mujeres, o el Paro Feminista, es una etiqueta que puede ser llenada con contenido por las personas que lo reivindican. En Berlín, un pronunciamiento anticapitalista se logró tras una fuerte movilización desde sectores anticapitalistas e incluso revolucionarios de la izquierda alemana. También desde la lucha ideológica se dieron pasos importantes: compañeras clasistas han estado publicando artículos constantemente referentes a las condiciones y las demandas del Paro Internacional de Mujeres, llegando incluso a medios liberales; pronunciando critiques fundamentales a las políticas feministas-liberales establecidas en Alemania por medio de cuotas y  porcentajes de representación; movilizando para huelgas en los sectores de la salud y/o la educación, sin cansarse de explicar una y otra vez – en entrevistas y calles – que el Paro Internacional no representa únicamente un simbolismo referente a una fecha, sino que lo que estamos construyendo es un nuevo movimiento de mujeres, un nuevo movimiento feminista desde la clase trabajadora que puede ser una fuerza de vanguardia para las luchas actuales, como las luchas de la juventud por el planeta y contra los ataques capitalistas al mismo.

 

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