Argentina: se aprueba la Ley de Bases en medio de represión y prepotencia libertaria
En la mañana del miércoles 12 de junio, tras haberse aprobado previamente en la cámara de diputados, la ley de Bases entró negociación dentro del Senado en Argentina. Este nuevo proyecto propuesto por el gobierno de Milei contiene varios elementos. En principio pretende privatizar empresas estatales y eliminar las indemnizaciones, planteando un fondo de desempleo en el que los trabajadores deberán pagarse sus propios despidos. También pretende eliminar las moratorias jubilatorias, lo cual impediría a la mayoría de trabajadoras y trabajadores poder acceder a su jubilación. Así mismo, plantea extender los periodos de prueba para la contratación formal hasta un año. Una de las alarmas más grandes, se demuestra en la pretensión de otorgar facultades extraordinarias al presidente Milei, y avanzar en la criminalización de la protesta y la persecución a organizaciones sociales y políticas.
En respuesta desde el inicio de la sesión se realizó una movilización multitudinaria auto-convocada por los sectores populares. La plaza del Congreso se llenó de miles de personas, aunque la Confederación General del Trabajo -CGT- no haya llamado a movilizar. El gobierno respondió violentamente con un despliegue policial masivo y una escalada en la represión con el uso de bombas lacrimógenas, balas de goma, infiltrados, policías motorizados, tanquetas con cañones de agua y gas pimienta para dispersar. Desde el principio la Policía Federal atacó a quienes se manifestaban pacíficamente, inclusive echando gas pimienta a Diputados de la Nación. El uso de la violencia incrementó exponencialmente, cuando avanzando con bombas lacrimógenas y disparando irracionalmente balas de goma –que son consideradas no letales solo cuando disparan debajo de las piernas-, una estampida de motorizados arremetió contra las columnas persiguiendo a las personas hasta desconcentrar por completo la movilización. Esto dio como resultado en varios heridos y detenidos.
En su infinito delirio libertario, el gobierno Argentino felicitó a las fuerzas represivas por imponer el orden, ante lo que señaló fue un intento de “golpe de Estado”, aduciendo que “las piedras, los palos e incluso granadas” intentaron perpetrarlo. La escuela política y discursiva de Milei recuerda al terruqueo del Estado peruano en contra de cualquier expresión de organización popular. No es aislada la retórica utilizada por Milei al referirse a la protesta, sino más bien la reproducción de un guión neoliberal autoritario: el mismo discurso resuena en cada estallido popular en Ecuador. Tenemos nuestras diferencias, pero todos somos pueblo, y los gobiernos responden a los mismos intereses, sería difícil que no compartan también discursos.
Finalmente, a las once de la noche se aprobó la Ley de Bases, con un voto de desempate de la vicepresidenta Villarruel. Este proyecto desmedidamente antipopular, se aprueba en un contexto de crisis política, económica y social, reproducida por el gobierno de Milei. El país alcanzó el índice de 55% de pobreza, mientras aumenta el costo de vida, estallan las tarifas y pasajes. Durante estos últimos meses se cerraron oficialmente 275.000 cuentas sueldo, lo que significa 275.000 personas despedidas que contaban con empleo pleno, aumentando la precarización de la gente, considerando que gran parte de las trabajadoras y trabajadores son informales o “en negro”.
El presidente Milei dijo en Miami a finales de Mayo, de la forma más irresponsable e indolente, que “el Estado no debe hacer nada frente a una muerte por hambre, alguien lo va a rezolver”. A acto seguido, incautó y retuvo 5 millones de kilos de comida que estaba destinada para los comedores populares, mucha de la cual ya se dañó o está por caducar. La persecución y criminalización de la protesta y las organizaciones sociales se refleja en el allanamiento de comedores populares, dirigentes del movimiento piquetero y al local central del Partido Obrero, hechos sumamente graves que clarifican aún más las intenciones del gobierno de avanzar atropellando a la clase trabajadora para imponer sus intereses, junto a los de la casta y de las economías internacionales.
A pesar de la reciente marcha universitaria masiva, que movilizó casi un millón de personas en Buenos Aires y se replicó en todo el país, la universidad sigue en riesgo. El gobierno y las autoridades universitarias pactaron para un aumento del presupuesto para el funcionamiento de las facultades, lo que significa un 8% del presupuesto total de la universidad. Este aumento no contempla el verdadero presupuesto que requieren las facultades para funcionar, el cual se dirige a los salarios docentes, no docentes, al presupuesto para infraestructura, investigación y becas, entre otras. Las clases públicas y paros de docentes y no docentes realizados en las últimas semanas, demuestran que las universidades están en pie gracias a sus trabajadoras y trabajadores.
Aumenta la miseria, aumenta la cantidad de personas sin hogar, sin comer y sin estudiar, no hay plata para lo que importa, pero si para viajes extra lujosos y el disfrute de unos pocos. Se dificulta aún más el sostener la vida, se criminaliza la protesta, se aprueba la Ley de Bases ¿Y ahora? La única repuesta es la organización popular anticapitalista.