La amenaza antisemita y la defensa del pueblo palestino (Parte I)
Introducción: el antisemitismo manifestado en el seno del gobierno de Bolsonaro
El 17 de enero de 2020 era separado de su cargo el entonces Secretario Especial de Cultura del gobierno de Jair Bolsonaro [1]. La razón de este despido resta en un descuido. En un video institucional grabado para la difusión del Premio Nacional de las Artes [2], el dramaturgo pasaba a copiar casi al pie de la letra un extracto de su colega profesional -también autor teatral y criminal de guerra- el Ministro de Información y Propaganda del III Reich, Joseph Goebbels. El día anterior -el 16 de enero- Alvim participaba en la transmisión en vivo de la compañía del propio Bolsonaro -capitán de artillería retirado- [3], compartiendo la mesa con la Secretaría Nacional de Pesca -la que a su vez elogiaba la inteligencia de los peces en un intento de desviar la atención del petróleo derramado en la costa noreste-. Durante la emisión, el genio de Bolsonaro reforzaba la confianza en el ministro despedido, intentando asegurar una cultura que garantice "el conservadurismo en el arte", para "salvar a los jóvenes" y "dignificar al ser humano".
Un día después, Alvim grababa un vídeo con la siguiente frase: "El arte brasileño en la próxima década será heroico y será nacional, estará dotado de una gran capacidad de implicación emocional, y será igualmente imperativo, ya que está profundamente ligado a las aspiraciones urgentes de nuestro pueblo - o de lo contrario no será nada". Su referente ya había declarado en 1933: "El arte alemán de la próxima década será heroico, ferozmente romántico, objetivo y libre de sentimentalismo, nacional con gran patetismo e igualmente imperativo y vinculante, o de lo contrario no será nada". Por lo tanto, el énfasis en el pathos -en el sentido de una epopeya de la cultura nacional- en el caso de Alvim sería una nación imaginada, un país de invasores blancos, ya que los pueblos de Brasil se encuentran concentrados en Palmares y Pindorama. ¿Este pathos acaso pretende implicar un acto de grandeza, como la quema de libros, la ciberejecución o las celebraciones del pentecostalismo capitalista?! Tal vez sea algo así como la entrega del Estado por el gobierno de turno.
Finalmente -y como ya se aseveraba anteriormente- Alvim fue separado de su cargo por un descuido. La evidencia resta en que un día antes este todavía era elogiado en vivo por el propio presidente. Con su destitución, ya se sumarían cuatro en un año de mal gobierno. ¿Simpatizaba con ideologías antisemitas? Por supuesto que sí. ¿Este ministro, alabó, plagió y repitió un discurso nazi? Claro que sí. Una de las evidencias de la incomodidad de tal discurso provino del propio embajador israelí [4], que apoyó la renuncia del dramaturgo, así como la nota de la Confederación Israelí de Brasil (CONIB) [5]. Repito: se evidenció un síntoma, un aspecto tangible, la fascinación de la extrema derecha protofascista con el nazismo y su ascenso permanente. Tras su dimisión, Roberto Rego Pinheiro -nombre registrado de Roberto Alvim- asumía que todo el evento se basaba en un tipo de "acción satánica" [6]. Como no se puede expresar el humor de toda esta situación, sólo es posible que cunda aun más la indignación.
Esta larga introducción tiene el objetivo de visibilizar una temática que genera mucha confusión y provoca desacuerdos y problemas en las sociedades civiles organizadas en los países occidentalizados, así como también en la izquierda mundial. El siguiente texto intenta disociar la lucha contra el antisemitismo de la crítica al Estado de Israel. Estas dos son temáticas diferentes, pero han sido manipuladas para que el pueblo palestino se encuentre todavía más aislado.
Presentación, el autor y el primer artículo
Este es el primer texto que redacto con una exposición personal, afirmación étnica y pertenencia identitaria. Este acercamiento no termina por ser un intento algo difícil. Este primer artículo aborda explícitamente los temas del Medio Oriente con un énfasis especial en la liberación de Palestina y los derechos inalienables e inseparables del territorio y su pueblo. Se trata de un texto de opinión, que circula con el tema central sobre el panarabismo y la dramática situación en la que se encuentran Cisjordania, Gaza y los demás elementos centrales en la construcción de una salida viable que incluya -como mínimo- a más de siete millones de personas. Confieso que la tarea no es sencilla y parece exceder mis posibilidades actuales.
Antes de continuar, me gustaría presentarme brevemente. Considero que no soy un neófito en actividades políticas -empecé a militar desde niño, durante la llamada preadolescencia en los años 80 del siglo pasado- y menos aún en el apoyo a la causa palestina. De mis padres tengo mi origen árabe, y como millones de brasileños, soy de ascendencia cristiana libanesa -en mi caso, maronita- aunque tenga una lejanía geográfica a mis raíces. Afortunadamente mi formación en la temática comenzó a temprana edad, durante la Guerra Civil Libanesa (1975-1990) -en específico durante la segunda invasión de Israel al Líbano- en 1982. Tuve la suerte de conocer la región a través de mi difunto abuelo paterno, un entusiasta defensor del Frente Rechazador y del Bloque Árabe-Palestino-Musulmán y Progresista. Mi abuelo era un seguidor - a distancia - de las ideas del jeque Kamal Jumblatt. Situación curiosa, dado que el origen de mi familia es maronita y no drusa. Así, al escuchar las posiciones del histórico líder del Movimiento Nacional Libanés, me politicé como panárabe y pro-palestino desde mi temprana juventud.
Mientras la politización en temáticas referentes al Brasil y a América Latina se fortalecían a través de la militancia, el desarrollo político caminó de manera paralela con el compromiso con las causas árabe y palestina. A finales de esa década y a principios de los 90, todavía participaba en el Comité de Liberación de Lamia Maruf Hassan, residente de Río de Janeiro. Desde entonces los lazos -más emocionales que políticos, más de memoria que orgánicos- no se han roto. A partir de 2013, siendo doctor en Ciencias Políticas y dedicado a las tareas de enseñanza de las Relaciones Internacionales, la voluntad militante pasaba a complementarse con el trabajo de oficina. Uno de los principios del Derecho Internacional -el de la libre determinación de los pueblos y sus territorios- se convertiría en un principio de vida. Por eso, no hay manera de huir de los vínculos con el Medio Oriente, en el apoyo incondicional a la Causa Palestina y al Confederalismo Democrático en Kurdistán, así como en la lucha contra el imperialismo y la traición que asolan los países de nuestros ancestros. En los textos que siguen -en la segunda parte del presente como en artículos futuros- me centro en la relación entre el panarabismo y el intento de influir en la colonia y en los descendientes árabes-brasileños, así como en la participación en el esfuerzo internacional de solidaridad con el pueblo palestino. Esta no resulta ser una tarea nada fácil y mucho menos rutinaria. Finalmente, en este debate es fundamental tematizar el antisemitismo.
Referencias bibliográficas:
[1]https://oglobo.globo.com/cultura/roberto-alvim-demitido-da-secretaria-especial-da-cultura-24196589
[4]https://jovempan.com.br/noticias/brasil/demissao-roberto-alvim-embaixada-israel.html
NOTA: La primera versión de este artículo -sin la introducción- fue publicada originalmente en Monitor do Oriente (MEMO) en su versión en portugués.