Geografía de un Conflicto: Manglares vs Camaroneras.
La clasificación de países en desarrollados y subdesarrollados ha aupado la inserción de las estrategias y agendas de desarrollo de los organismos internacionales. Por ejemplo, en el Ecuador se han impulsado producciones agroindustriales (cacao, banano, palma africana, etc.), acuacultura, explotación petrolera y minera, entre otros. Midiéndose al desarrollo en indicadores macroeconómicos como el Producto Interno Bruto (PIB), el cual no considera los daños ambientales, sociales y culturales que se generan en los espacios intervenidos.
La zona de estudio son los estuarios del litoral ecuatoriano, que son los espacios donde se desarrolla el ecosistema manglar. El período de análisis es 1969 –, en el cual se sustituyó el ecosistema manglar por piscinas camaroneras (cultivo industrial).
Gráfico 1 Manglar Camaroneras 1969 - 2006
Fuente: CCONDEM, 2007 y CLIRSEN 2008
Elaborado: Giannina Zamora
En el Ecuador había 41 unidades de manglar, en cinco sistemas hidrográficos a lo largo del litoral, que cubrían un área de 203.695 Ha, hasta 1969 la industria camaronera era aún incipiente, y se asentaba sobre todo en pampas salinas. De acuerdos a datos oficiales han desaparecido 54.039Ha de manglar, pero el dato real puede ser más alto (Bravo 2003).
EcoCiencia (2010) determinó que la tala indiscriminada del bosque de manglar, la alteración de la dinámica hídrica, la descarga de contaminantes y el cambio de uso del suelo han incidido en la menor producción de la concha, así como también en la pérdida de espacios de recolección, lo que ha traído como consecuencia su sobre-explotación, hasta el punto de ponerla en riesgo de extinción,[1] superando la capacidad de resiliencia de estos ecosistemas, y ocasionando desastres[2] ecológicos y sociales.
El ecosistema manglar es el territorio colectivo de las comunidades donde ejercen sus derechos a la vida y construyen sus interrelaciones sociales; usualmente la gente que vive en estas zonas son familias ampliadas. Al destruir este espacio (ecosistema manglar), se destruye su territorio colectivo y las relaciones sociales, económicas, culturales.
El ecosistema manglar es y ha sido espacio de disputa entre grupos con diferentes perspectivas de la relación con el manglar; uno de esos grupos está representado por los empresarios camaroneros que, auspiciados por el Estado y bajo el discurso de contribuir al desarrollo del país, ha ocupado el espacio del manglar con industrias camaroneras, lo cual implicó un saqueo por acumulación, debido a que se tomó “ventaja de las desigualdades y asimetrías entre grupos sociales para saquear los recursos de los más débiles” (Breilh 2008, sp); el otro grupo de actores estaría representado por las comunidades de pescadores y recolectores artesanales, cuyos modos y estilos de vida desde hace tiempo dependen y se relacionan con el manglar y sus productos.
Normas y regulaciones se han ido generando para proteger el ecosistema manglar, pero su efectividad es cuestionable, por ejemplo: el Código Policía Marítima R.O. 1202-S; 20-VIII-1960. publicado en 1986, “Prohíbase, […] todas aquellas actividades que no se relacionan con la función protectora de dichos bosques, especialmente las relativas a la construcción de nuevas piscinas camaroneras, ampliación de las existentes”, a partir de 1981 con la Ley Forestal y de Conservación de Áreas Naturales y Vida Silvestre, se considera a los manglares Patrimonio Forestal del Estado.
Mediante decreto Ejecutivo 1102 de 1999, la veda indefinida de la tala de manglar posibilita a las comunidades ancestrales solicitar se les conceda el uso sustentable y la custodia de manglar para su subsistencia. El decreto Ejecutivo 1391 de 2008 se establece procedimientos para regularizar a la industria camaronera, basado en el estudio del CLIRSEN de 1999 (ver mapa 1 y 2), legalizando la ilegalidad de muchas piscinas camaroneras que se ubicaron en zonas de manglar, ecosistema que estaba protegido.
Mapa 1 Manglares y Camaroneras 1969 - 1999
Fuente: CCONDEM, 2007
Elaborado por: Giannina Zamora A., 2007
El mapa 2 permite tener una mirada de la destrucción del ecossitema manglar en el período 1969 – 1999 a escala local, en color rojo se representa a las piscinas camaroneras y en color verde el maglar, desde la dimensión ambiental la destrucción del ecosistema es evidente, desde lo social las comunidades locales fueron despojados y desplazados de sus territorio, fragmentaron su estructura social, fueron invisibilizados por el Estado.
Mapa 2 Estuario del río Muisne 1969 - 1999
Fuente: CCONDEM, 2007
En el año de 1991, Ecuador exportaba 88 mil toneladas de camarón, bajo a 36 mil toneladas por problemas con la mancha blanca en el 2000, para el 2007 exporta 83 mil toneladas y en el 2017 [3]es uno de los principales productos de exportación no petroleros.
Las comunidades locales que dependen del ecosistema manglar presentan los niveles más altos de necesidades básicas insatisfechas, desempleo, etc., la destrucción del manglar afecto su seguridad y soberanía alimentaria; la vulnerabilidad social se evidenció luego del terremoto del 16 de abril del 2016, zonas sin agua, comunidades no resilientes, población desempleada (antes del terremoto), un Estado sin respuesta prospectiva (no se consideró los escenarios de cambio climático del ICC (2007) en el cual se muestra las poblaciones vulnerables a inundaciones las zonas del litoral), la propuesta de reconstrucción no se planteó restaurar el ecosistema manglar por su valor social, de protección, etc., se continua impulsando la industria camaronera, y se invisbiliza a las comunidades locales.
Para comprender la inserción de las empresas productoras de camarón en espacios de manglar y la consecuente des-territorialización y destrucción de las comunidades de pescadores y recolectores artesanales del ecosistema manglar, es necesario abordar la concepción de territorio desde los dos ingredientes que se conjugan: espacio y poder (Lopes de Souza 2005) para entender la destrucción del ecosistema manglar. Las consecuencias de la destrucción del ecosistema manglar se entiende por ejemplo:
¿Cómo mejorar las condiciones del ecosistema manglar y de las poblaciones locales?, podría partir de cambios en los patrones de consumo, replantear las concepciones de desarrollo y progreso, mirada crítica de los grupos sociales de los centros urbanos hacia los colectivos de las periferias. Las poblaciones del manglar están en la periferia (social y política) son invisibilizados o considerados como parte del daño colateral del desarrollo, progreso, entendido éste como la acumulación de capital y configurando espacios geográficos del capital global. Por lo tanto, la vulnerabilidad de las poblaciones de pescadores y recolectores artesanales esta socialmente determinada.
Bibliografía.
Bravo, Elizabeth. 2003. “La industria camaronera en el Ecuador”. Disponible en http://www.edualter.org/material/sobirania/enlace7.pdf, visitado el 09-05-2013.
Asamblea Nacional Constituyente. 2008. “Constitución de la República del Ecuador”. Registro Oficial 449 de 20 octubre 2008.
Breilh, Jaime. 2011. “La subversión del buen vivir (rebeldía esclarecida para el siglo XXI: una perspectiva crítica de la obra de Bolívar Echeverría)”. Salud colectiva 7 (3): 389–97.
Breilh, Jaime. 2008. “Una perspectiva emancipadora de la investigación y acción, basada en la determinación social de la salud. Ecuador: Universidad Andina Simón Bolívar.
C-CONDEM. 2007. “Certificando la destrucción”: Análisis integral de la certificación orgánica a la acuacultura industrial del camarón en Ecuador. Ecuador. C- CONDEM
Ecociencia 2010. Plan de Manejo Participativo y Comunitario del Refugio de Vida Silvestre del Sistema Muisne – Cojimíes: Estudio Avifauna. Quito
IPCC (2007). Cambio climático 2007: Informe de síntesis. Contribución de los Grupos de trabajo I, II y III al Cuarto Informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático Páginas. 45-73
Giannina Zamora Acosta (Ecuador). Geógrafa, coordinadora del Taller de Geografía Crítica de la Universidad Andina Simón Bolívar (USAB).
[1](Borrador del Plan de Manejo Participativo y Comunitario del Refugio de Vida Silvestre del Sistema Muisne – Cojimíes, 2010, Estudio Avifauna, EcoCiencia).
[2] el diagnóstico ambiental realizado por FUNDECOL con el apoyo de la CCONDEM y el Instituto Nacional de Pesca en el 2005 con el objeto de elaborar el Plan de Manejo Participativo Comunitario del Refugio de Vida Silvestre en el estuario del Muisne, “evidenció el peligro de extinción de las especies Anadara similis y Anadara tuberculosa, […] fuente de sustento de la mayoría de mujeres de la zona […]” (CCONDEM, 2007)
[3] Revista Vistazo No.1200. Agosto 18 de 2017.