Coronavirus, neoliberalismo y lucha de clases
En el mundo el número de casos confirmados por el covid 19 o "coronavirus" son 1.487.870, de estos apenas 331.705 recuperados y 88.630 fallecidos. En la región latinoamericana el total de casos infectados es de 35.511. Brasil con 217.088.463 habitantes y 8.547.404 km² es el país más afectado con 16.195 casos confirmados, 127 recuperados y 882 fallecidos. Chile con 18.883.169 habitantes y 756.096 km² es el segundo país con 5.546 casos confirmados, 1.115 recuperados y 48 fallecidos. Ecuador con 17.096.789 y 283.560 km² es el tercer país con 4.965 casos confirmados, 140 recuperados y 272 fallecidos hasta la mañana del pasado 9 de abril del 2020.
En el siglo XXI el covid 19 ha develado la verdadera pandemia, el modo de producción capitalista y su rostro neoliberal, con sus premisas "más mercado menos Estado, la mercancía antes que la vida." Latinoamérica el continente más desigual del mundo en donde históricamente los medios de producción se han concentrado en las mismas manos reflejando la subjetividad de clase de las élites que detentan el poder; “lavarse las manos” es lo que mejor hacen en tiempos de crisis.
Ecuador al ser un país más pequeño que Chile tiene mayor número de personas fallecidas y menos recuperadas, datos que revelan la crisis interna que vive el desgobierno debido a las políticas de vasallaje y la disputa de los bloques de poder (los "lentejeros", el Fondo Monetario Internacional, los banqueros, la lumpen burguesía importadora, la partidocracia, los medios hegemónicos de comunicación).
Los muertos del pueblo se pudren en las calles de Guayaquil y la oligarquía pasa la cuarentena en sus mansiones en la isla Mocolí, es la realidad del modelo exitoso con 3.384 casos confirmados, es decir, el 68.2% a nivel nacional. Los cuerpos en las aceras por más de cinco días evidencian la descomposición moral y ética de las élites ecuatorianas, con el pago de la deuda antes que la vida, con los banqueros y burgueses actuando como filántropos salvadores, con la dictadura de la mentira ocultando la verdad, con un Estado burgués que desmantela y precariza el sistema de salud pública e invierte en la fuerzas de seguridad y la policía política para perseguir a la dignidad, la unidad, la organización, la lucha y la victoria del poder popular.
“No hay nada más parecido a un fascista que un burgués asustado”, el miedo de la clase dominante en la región se expresara a través de la violencia y el terrorismo de Estado. Hoy más que nunca la lucha de clases es el motor de la sociedad entre históricos enemigos entre el 1% que hoy en día acumula el 49% de la riqueza del planeta tierra y el 99% que no tiene nada más que perder que sus cadenas.