¡Se va a Caer!
¿Qué ha pasado en este año con respecto a feminismos?
Un montón. Me dediqué a preguntar a mis hermanas de luchas qué es lo que han considerado relevante este año con respecto a los feminismos al igual que a los esfuerzos en contra de la cosificación y las jerarquías sexuales. La pregunta en si misma desborda y abraza, y es imposible de responderla de forma sencilla y concisa. Desborda porque definitivamente ha sido un año en el cual hemos visto destaparse todas las ´ollas de grillos´ alrededor del mundo. Desborda porque frente a tantos dolores y pérdidas, hemos ido encontrando la fuerza y la tenacidad para seguir vivas y peleando, bailando a nuestras muertas con la potencia de la alegría y de la esperanza. Y se torna como compleja porque los medios, mecanismos y protagonistas de la lucha han sido multidiversos y se han enmarcado en miles de estrategias y en distintos marcos de sentido.
Hemos visto a lo largo del año como mujeres organizadas han dado respuestas masivas, tomandose calles y espacios públicos en contra de los grandes poderes estatales – corporativistas. En Ecuador, las mujeres Amazónicas han logrado resistir en cuerpo y territorio al extractivismo brutal del Estado y han sostenido la vida de la selva. Y son precisamente mujeres Kurdas en los batallones femeninos de protección YPJ las cuales lograron eliminar al Estado Islámico y liberar territorios ocupados en Siria. Las mujeres en los Estados Unidos se auto convocaron en contra de la supremacía blanca homofóbica de Trump. En Brasil, son las mujeres afropopulares las que han sido el frente de resistencia más importante al neofascismo de Bolsonaro. Desde todos los frentes feministas se llamó al paro internacional de mujeres, habiendo en el 2019 mayor presencia de mujeres obreras que en el 2018, así como un aumento en la participación de más países y organizaciones. Se eligieron en municipios y plazas legislativas a mujeres lesbianas y de color en Estados Unidos, Brasil y Ecuador.
¡Marielle presente, ahora y siempre! No olvidamos, no perdonamos.
De igual manera vimos cómo desde todos los frentes, unos más apetecibles que otros, los feminismos han ido dando gritos por doquier. Desde el liberal #MeToo y #MiraComoNosPonemos de las actrices del norte global y élites, hasta las denuncias organizadas y populares de estudiantes secundarias y universitarias frente a los acosos sistemáticos de profesores y compañeros (de aulas y orgas) por toda América Latina. Más allá del escenario y los mecanismos en los que se gestaron cada una de estas denuncias, ambas tuvieron un potencial de avalancha imparable. Desde plataformas virtuales con testimonios, ´escraches´ y tetazos, hasta tomas de facultades, las cuales se replicaron a nivel global. Las discusiones acerca de pocos casos de acoso sexual, violaciones y chantajes patriarcales, que en principio parecían ser aislados, se fueron multiplicando en tal medida, que no quedó espacio libre de acoso: pudimos evidenciar que,en efecto, como lo hemos dicho siempre, ni nuestras casas ni nuestras escuelas o lugares de trabajo son espacios seguros cuando reina el patriarcado.
La lucha por la autodeterminación ha sido una marca importante en todo el mundo. El reconocimiento del embarazo forzado como tortura y el del aborto libre, legal, seguro y gratuito como un derecho humano fundamental de las mujeres y los cuerpos gestantes, vuelve a poner sobre la mesa la denuncia histórica del feminismo en contra de la injerencia de los estados y las iglesias sobre nuestros cuerpos, sobre nuestras cuerpas.
Las compañeras de la Argentina y su emblemático pañuelo verde, despuntaron la lucha por la legalización en América Latina. No habíamos visto tanta capacidad de movilización y convocatoria en la historia: las plazas y las calles repletas de feminismos en el sur de nuestra América nos conmovieron a todas, nos movieron el piso y los sueños. ¿Qué loco que un derecho humano fundamental aun sea un sueño, no?
En Ecuador, la campaña por la legalización del aborto por violación va tomando fuerza, aun cuando a todas nos parece que sigue siendo condescendiente con el patriarcado brutal que no nos deja decidir ni siquiera sobre nuestro propio cuerpo, representa un paso importante y que hay que dar en la lucha por la autodeterminación. En fin, la legalización va a darle la vuelta al mundo: las compañeras irlandesas y surcoreanas son ahora un poco más libres que ayer y lo celebramos todas.
También hay que decirlo, y no porque quiera darles algo de relevancia, sino porque, así como revolucionamos, el sistema se resiste. Los grupos anti derechos y ultraconservadores también han crecido, también gradúan fetos por doquier y someten a hermanas compañeras en todo el mundo. Los discursos supremacistas de Trump, Bolsonaro, Vox y demás nuevos fachos se acompañan por una horda de seguidores fanáticos que se agarran fervientemente del patriarcado y el capital. Lamentablemente también logran marchas masivas y el poder que ostentan se refleja en los frenos legislativos que logran promover y en los sistemas de justicia, sistemas que demuestran su forma patriarcal en las irrisorias condenas a femicidas y violadores en manada. Así como también se ha visto un cierto ´re-brote´ del feminismo TERF de los 70s, transexcluyente por sus siglas en inglés, biologisista y re esencialista: un feminismo que no logra entender la complejidad con la que funciona el patriarcado capitalista, y no logramos entender las diversas jerarquías y estratos que causa en la sociedad. Al final del día, lo que nos queda son cuerpos sin vida de compañeras trans, de compañeres de diversidades sexo afectivas que nos pertenecen, muertes que también son nuestras muertes, por quienes también los feminismos deberíamos responder. Ese feminismo no nos sirve.
En fin, seguimos y seguiremos. ¿Qué es lo más relevante de los feminismos este año? Que se va a caer, el patriarcado se va a caer. Vamos a salir de la crisis, todas, juntas, feministas, anticapitalistas y libres.