AMASAGANA: El espíritu de la foresta viviente
Se organiza la convivencia humana bajo la ley más fundamental del Universo: la sinergía, la solidaridad cósmica, el cuidado a la Madre Tierra.
Los que tienen fe y esperanza en la capacidad de regeneración del ser humano, son los mismos que proponen remedios inadecuados para los síntomas de esta enfermedad colectiva como por ejemplo: Dios.
Sin tener en cuenta que el ser humano moderno se comporta como si fuera Dios, a través de sus proyectos sin alma, concluyendo en que su mismo proyecto lo está abrumando. Lo que se debe proponer no es religión sino una espiritualidad que tenga la capacidad de re-ligar e integrar al ser humano con la Tierra y los pueblos que habitan en ella, volver a las raíces de nuestros pueblos originarios y retomar sus raíces, creando una alianza conjunta entre todas las especies que conviven en la Tierra.