Una marea verde que hace historia
El pasado 08 de agosto una marea verde inundó América Latina. Las voces diversas en respaldo al aborto legal y seguro en Argentina se levantaron en diferentes locaciones de la región con el objetivo no solamente de defender la no criminalización del aborto, sino de cuestionar las matrices patriarcales del régimen de acumulación capitalista que producen, reproducen y legitiman dinámicas de discriminación, segregación y explotación hacia las mujeres y a la diversidad sexual, prácticas que se conjugan con otro tipo de contradicciones como las de clase, etnicidad, territorialidad, entre otras.
Después de una extensa y controversial discusión plagada de aseveraciones poco fundamentadas en relación a problemáticas como la violencia sexual, los roles de género, entre otros, el Senado Argentino negó la aprobación del proyecto de “Ley para la Interrupción Voluntaria del Embarazo” con 38 votos en contra, 31 a favor y 2 abstenciones, hecho que refleja las limitaciones de la política pública y la falta de voluntad política en Argentina para implementar alternativas efectivas a la criminalización del aborto.
Si bien el aparataje institucional del Estado ha demostrado una vez más su desinterés con las reivindicaciones y problemáticas de las mujeres, las calles evidenciaron la capacidad de movilización y de resistencia de una diversidad de actores sociales que defienden la despenalización del aborto y que interpelan tanto las prácticas cotidianas del patriarcado cuanto sus discursos y dispositivos simbólicos de dominación.
En Ecuador, desde las 16h00 del 08 de agosto, se congregaron en Quito diferentes colectivos, organizaciones y movimientos para manifestar su respaldo a las “pibas” que, durante toda la jornada de discusión de la ley así como a lo largo de estos meses, han emprendido diversas acciones para promover una discusión amplia y abierta sobre la importancia de despenalizar el aborto.
Las expresiones de resistencia en el denominado “pañuelazo” se caracterizaron por la diversidad, las consignas en contra del patriarcado y por la reivindicación del feminismo en América Latina. De igual manera se evidenciaron ciertas manifestaciones de rechazo a esta acción por parte de ciertas personas que de manera despectiva y violenta, con frases ofensivas y empujones disimulados, exigían a las fuerzas policiales que se desaloje a quienes estaban participando del plantón. Ni la policía, ni las expresiones de odio amilanaron a la "resistencia verde" que constituye un referente para no olvidar que las y los oprimidos podemos hacer historia.
Si bien la decisión del Senado en Argentina fue desfavorable, la marea verde en América Latina da muestra que, en las calles, en las plazas, en los barrios, el aborto legal y seguro ya es ley.
Fotografías: Vladimir Obando