Colombia defiende su educación pública en las calles
El pasado 10 de octubre, las calles de las principales ciudades de Colombia se vieron inundadas de estudiantes, quienes alzaron su voz frente a los recortes presupuestarios y el decremento del presupuesto asignado a las 32 universidades e institutos tecnológicos públicos de este país. A pesar del protagonismo de lxs estudiantes en las calles, a la cita acudieron trabajadorxs, sindicatos, gremios y familiares en muestra de solidaridad con la lucha y las demandas de estxs, demandas que son ignoradas por el presidente de la República, Iván Duque. El mandatario, hasta el día de hoy, continúa negándose a programar un debate con representantes estudiantiles, recalcando que “no hay más plata para educación este año” y atribuyéndole el problema a los gobiernos pasados, ya que se trataría de un déficit de presupuesto para educación pública que viene siendo arrastrado desde hace décadas.
Tras la primera manifestación del 10 de octubre, lxs estudiantes continuaron organizándose en las calles. Se declaró un paro universitario a nivel nacional, el cual continúa vigente e incluso podría desencadenar en la suspensión del actual semestre en varias universidades del país. A las marchas y plantones a nivel nacional se le unieron de igual manera protestas y muestras de solidaridad a nivel internacional, como la que tuvo lugar en Paris frente a la sede oficial de la UNESCO durante una reunión en conmemoración del final de la I Guerra Mundial. Además de manifestarse contra las medidas neoliberales del gobierno de Duque y en apoyo a lxs estudiantes, la comunidad colombiana en Paris rechazó el “ojo ciego” del gobierno frente al asesinato sistemático de líderes sociales en zonas rurales de Colombia.
Lastimosamente, tanto el plantón que tuvo lugar en Francia como muchas de las manifestaciones en Colombia fueron de igual manera el escenario de una excesiva dosis de violencia policial por orden expresa del gobierno colombiano. El pasado 8 de noviembre, una manifestación pacífica en Bogotá fue interrumpida por el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), por lo que los gases lacrimógenos, las balas de goma y el uso abrupto de poder no se hicieron esperar.
Pero nadie se calló. Ante ello, lxs estudiantes continúan tomándose las calles con cánticos, música, banderas, baile, arte, carteles y, sobre todo, con un rotundo grito que llegó a muchas esquinas del mundo, y que desesperadamente nos dice: en América Latina, la educación está en juego.
Fotografías: Maga Dávalos