Jornada popular de rechazo al neoliberalismo
Este 16 de septiembre, estudiantes y trabajadorxs se autoconvocaron a una jornada nacional en rechazo a las medidas de austeridad impuestas por el gobierno antipopular de Lenín Moreno. A tan solo 5 meses de las elecciones del 2021, el aparato neoliberal intrincado en el Estado burgués atenta en contra de la vida del pueblo una vez más, ratificando los recortes a los sectores de salud y educación. Sumado a esto, continúa su afán de privatizar el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social y los sectores estratégicos del Estado.
Después de que la Corte Constitucional emitiera medidas cautelares en contra de los recortes presupuestarios a la educación superior en mayo pasado, este 10 de septiembre ratificaba la decisión del Gobierno Nacional de reducir el presupuesto a las instituciones públicas de educación superior en 98 millones USD. La política de exterminio materializada por Romo, Jarrín, Martínez y compañía, obedece a los intereses de la burgesía local y las instituciones crediticias internacionales, entre las cuales constan el FMI y el BM. En estos términos, el Estado ecuatoriano acaba de concretar un paquete de deuda adicional que se aproxima a los 6.700 millones USD.
El neoliberalismo continua su arremetida en contra de la vida del pueblo, no solo en la precrizaciòn de la vida, sino con inversiones presupuestarias en las fuerzas represivas del Estado, que rondan los 50 millones USD tan solo en 2020. Así, el Estado burgúes mantiene a sus fuerzas de choque y amedrentamiento contentas, mientras multiplica los frentes de precarización de la vida. La demostración de fuerza no se hizo esperar en esta jornada de protestas, con motos, caballos, trucutús y meonas, ademas de lxs cientos de uniformadxs altamente equipadxs.
Ante la continua arremetida neoliberal contra el pueblo, el trabajo de hormiga necesariamente tiene que materializarse en redes colectivas que sostengan la vida del pueblo. Difícilmente podemos interpretar cual será el desenlace de esta nueva autoconvocatoria a la protesta social. Las condiciones de octubre pasado son irrepetibles, pero se puede gestar un proceso diferente a base de lo aprendido. Lo que si podemos sostener, es que la organización de los pequeños colectivos, minoritarios y por el momento desarticulados, pueden jugar un rol importante en la construcción de espacios que cuiden la vida, como cocinas populares, abastecimiento de insumos médicos y de primeros auxilios, y la redistribución del trabajo de cuidado.
Fotografías: Harí Villareal
