El posible retorno de la Revolución Ciudadana a Pichincha

Pichincha es una provincia determinante para sostener la correlación de fuerzas del postcorreísmo en un escenario en donde las otrora fuerzas hegemónicas de la revolución ciudadana, ahora sin estructura electoral, con un partido político manchado por escándalos de corrupción y sin su máxima figura activa en territorio durante la campaña, tienen como tarea fundamental el aglutinar el voto duro de Correa, encantar al voto blando y disputar los indecisos, para tratar de ganar y mantenerse vigentes.

Tomando en cuenta estos elementos y contrario a todo pronóstico, las campañas de la revolución ciudadana, ahora cobijadas bajo las listas 5 Compromiso Social, han tenido un buen desempeño al arranque, siendo que tanto Pabón para la prefectura, como Maldonado para la alcaldía del DMQ representan las candidaturas con mayor incremento en la intención de voto, mientras que los otros candidatos o se encuentran estancados o en decrecimiento, como es el caso de Zapata, quien no para de caer en las encuestas.

No se puede asumir de plano que gracias a virtud de los candidatos, o la figura de Correa, Paola Pabón alcanzó ya el segundo lugar y Luisa Maldonado el tercero –dato que circula fuertemente entre el mundillo de las encuestadoras-, sino que es fundamental observar el resto de elementos que configuran un escenario que podría levantar nuevamente al Correísmo en la plaza electoral y política más importante del Ecuador.

El mito de la imbatibilidad de Moncayo

Las mediciones de opinión pública son una herramienta tramposa que, dependiendo de una serie de observaciones políticas y metodológicas, puede o no reflejar la realidad, más esta advertencia no le quita su importancia como un recurso decisional clave para quien se relaciona con la actividad electoral, ya que son un instrumento determinante en ciertas fases de la campaña, como el escogimiento de cuadros electorales o las estrategias para llegar a los intereses específicos de los votantes.

Es en este sentido que se ha construido un mito, especialmente alrededor del exalcalde y nuevamente candidato Paco Moncayo, sostenido por las encuestas, ya que su figura según los sondeos al momento se encuentra tan fortalecida, que es el virtual nuevo alcalde, construyendo un relato que se lo quiere transpolar al capitán Zapata en su carrera hacia la prefectura.

Más vemos que la realidad es otra: Moncayo ya llegó a su techo, y está bajando, mientras que Zapata tiene una caída constante superando por un margen de apenas 9 a 10% a Pabón, por lo tanto no hay transferencia de votos por arrastre de Moncayo a Zapata, mientras que si se observa una transferencia de Correa a Pabón, lo que en el caso del escenario disperso es un aporte clave a su crecimiento. Por su parte, el tercer candidato fuerte para la prefectura, Federico Pérez, un político experimentado y de la alcurnia quiteña, no ha sabido desplegar una campaña potente y está estancado entre un sector social acomodado, ubicándose en tercer lugar.

Quito no es Guayaquil, Pichincha no es Guayas

Quito en este momento es la capital política, económica y demográfica del Ecuador, y a diferencia de Guayaquil, es una ciudad política con una gran actividad cultural y fuerte identidad popular de clase. Por tanto, las grandes maquinarias electorales no funcionan bajo la lógica de masas, al no ser un elector homogenizado –sino Yunda con sus grandes eventos no estaría estancado-, ya que, una de sus características fundamentales es sostener un profundo descontento frente a la política, así como una importante dispersión de sus intereses por fuera de los grandes temas como seguridad, movilidad o empleo.

Esto indica que el error fundamental resulta apuntar a que no se puede presuponer a un votante lineal y único, sino a una serie de clusters complejos que están actuando contrario a los primeros pronósticos: Pabón no tiene el techo electoral que se planteó al inicio y le va bien en los recorridos en barrios populares; Zapata con su personalidad no puede sostener los votos con los que arrancó la campaña –además que al parecer está alejado del equipo de Moncayo porque cada uno maneja agenda propia sin integrar nada-; y que, el mensaje anticorreísta basado en la implementación de un modelo económico a través del emprendimiento, como lo sostiene Pérez como oferta de campaña, no conecta con el electorado de la provincia.

En Quito existen varios factores a tomar en cuenta, como la emergencia de las nuevas luchas sociales, el feminismo, la regularización del cannabis o el ecologismo; la desvinculación de decenas de miles de servidores públicos; el crecimiento de la informalidad que absorbe a los nuevos desempleados así como a migrantes, entre otros.

Más un factor parece estar jugando a favor del Correísmo: la dispersión del electorado, que aunque afecte en el caso del municipio, ya que Yunda y Maldonado se enfrentan el por mismo nicho electoral, en el caso de la prefectura, al parecer, esta dispersión resulta en un factor positivo para los cuadros de la Revolución Ciudadana.