Los pueblos del Napo se organizan contra la minería

CAPIRONA
Viernes 27 de Septiembre de 2024

El martes 24 de septiembre, en la comunidad de Capirona, parroquia Puerto Napo, cantón Tena, provincia de Napo, la Federación de Organizaciones Indígenas del Napo -FOIN- realizó la III Asamblea del Pueblo “En Defensa del Territorio de Vida”. El objetivo fue construir una agenda de organización y lucha que trace acciones efectivas contra el avance y asedio minero en la provincia de Napo.

Es necesario aclarar para el lector no familiarizado con la lucha anti-extractivista que el objetivo económico de los gobiernos anteriores, y del actual gobierno de Daniel Noboa respecto a la minería, es claro: posicionar al sector minero como un pilar clave de la economía del Ecuador. Sin embargo, esto implica en términos reales: 1) una expansión progresiva de la frontera extractiva; 2) en territorios históricamente empobrecidos y racializados por el Estado capitalista y sus gobiernos, 3) mediante concesiones a empresas mineras multinacionales, y 4) forzando a las comunidades a luchar por la defensa de la vida, el agua y la tierra frente a poderosos intereses corporativos depredadores que afectan a todo Ecuador, en especial al Tena.

Durante la asamblea, representantes de diferentes territorios del cantón presentaron sus testimonios, afectadxs por lo que llaman "el cáncer minero”. En la comunidad de Capirona -sede del encuentro- confluyen un total de ocho ríos, de los cuales cinco están completamente contaminados con mercurio. El río Puni ha sido afectado, lo que ha obligado a los habitantes a abandonar los usos tradicionales de los ríos, como la pesca, el lavado y la recolección y consumo de agua. Actualmente dependen de tanqueros como medida de emergencia ante la contaminación minera. Como prueba de estos hechos, las comunidades presentaron evidencias y testimonios sobre problemas de salud asociados al mercurio, como dolores abdominales y afecciones cutáneas. A pesar de la gravedad de la situación, la autoridad gubernamental de salud invitada no asistió.

No obstante, los problemas relacionados con la minería a gran escala en Tena no se limitan a lo mencionado. Lxs participantes de la asamblea también reportaron un auge de minería ilegal, incluso dentro de territorios concesionados a privados. Esta minería ilegal, además de contribuir a la contaminación ambiental como la minería legal, está generando conflictos debido al contrabando de gasolina. Este contrabando y la inserción de individuos en redes de comercio ilícito, destruyen el tejido social de los territorios, así como las economías agropecuarias y turísticas. Los ataques al tejido social se han vuelto una estrategia recurrente de las mineras en toda la región. Su objetivo es debilitar la capacidad organizativa de las comunidades que pudieran representar una amenaza para los intereses económicos mineros locales como transnacionales.

La colaboración por parte de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas con la minería, y la carente respuesta del Gobierno frente a las amenazas a las que se enfrentan los territorios, son hechos cada vez más evidentes para las comunidades afectadas por el extractivismo. Por ello, y ante la amenaza social y mediombiental que representa la minería, lxs compañerxs en resistencia no solo presentaron sus demandas, sino más bien sus exigencias ante a un Gobierno cómplice y negligente frente a la destrucción de la vida y del territorio.

Frente a la amenaza de muerte del imperio minero, los territorios en lucha del Napo llaman a la unidad y organización de las comunidades y pueblos contra el asedio extractivo. Tras una larga jornada de discusión y análisis sobre el estado y desarrollo de la lucha contra el cáncer minero en el Napo, la III Asamblea del Pueblo resolvió diversas medidas para continuar la lucha.

Se manifestó un rechazo contundente a la minería en todas sus formas depredadoras, sea esta legal o ilegal, ya que ambas se complementan, develando también intereses del imperialismo extractivo. En la “III Asamblea en Defensa del Territorio de Vida”, lxs compañerxs organizadxs en la lucha redactaron diversas resoluciones para hacerle frente al extractivismo, entre las cuales constan la necesidad de declarar a la Provincia del Napo en emergencia y como territorio libre de minería, y exigirle a las Instituciones del Estado que ejerzan un control efectivo del contrabando y expendio de combustible, el cual es esencial para que la actividad minera funcione y se sostenga.

Lxs compañerxs asistentes, en su mayoría dirigentxs comunitarixs, denunciaron la pretensión del Estado de construir una cárcel de máxima seguridad en el cantón Archidona, con el objetivo de perseguir, amedrentar y encarcelar al pueblo organizado en contra de la minería. Recordando a lxs más de 70 compañerxs criminalizadxs por defender su territorio en Palo Quemado y Las Pampas, alertaron frente a las autoridades estatales, que estas mismas pretenden perseguirlxs por terrorismo, para poblar el nuevo centro de detención con luchadorxs sociales y populares.

Una de las resoluciones, sino la más importante, es impulsar la organización popular y comunitaria frente al extractivismo asesino y a la amenaza imperialista minera, fortaleciendo las estructuras comunitarias y populares de las Guardias Indígenas.

Para poder resistir y salvaguardar la vida frente al extractivismo, existe un camino común: la lucha organizada, desde y por los territorios en resistencia y entender, cómo dicen los compañerxs en resistencia, que solo el pueblo salva al pueblo y la lucha se hace “diciendo-haciendo, diciendo-haciendo, diciendo-haciendo, carajo”.