El sionismo genocida armará al Estado militar de Noboa
El genocidio al pueblo palestino, perpetrado por las fuerzas de exterminio del Estado de Israel, cumple 64 días. 64 días que parecen años, por las vidas sesgadas y la destrucción desatada. Israel ha desatado el infierno en la tierra de forma literal sobre Palestina ocupada. En 64 días, el Estado sionista y régimen de apartheid israelí, ha ejecutado a más de 25000 personas -en su gran mayoría niñxs- en medio del genocidio más despiadado del siglo XXI.
En Palestina, han sido ejecutadas más personas en menor tiempo en comparación con cualquier conflicto del siglo XX. En un poco más de dos meses, se desató sobre Palestina el equivalente a alrededor de 3 bombas atómicas como las lanzadas sobre Hiroshima. En el contexto nacional, el flamante presidente bananero plantea la importación del modelo de exterminio sionista, pretendiendo construir megacárceles al estilo de El Salvador, para apaciguar una problemática creada por y de la que se beneficia únicamente la clase empresarial: las grandes fortunas y rutas del narcotráfico. ¿Qué pretende el Ecuador, importando el modelo más genocida del siglo XXI? Justamente, que las armas y mecanismos de represión demuestren haber sido probadas en combate contra un pueblo ocupado y masacrado por más de siete décadas.
La crisis carcelaria y humanitaria en los centros de privación de libertad del Ecuador es alarmante -alrededor de 800 ejecuciones en dos años-, escenario que empeora su perspectiva con el anuncio de la eliminación de la tabla de consumo, realizado por Noboa apenas horas después de su posesión. La persecución y criminalización de la pobreza ya es una característica del sistema judicial- carcelario, misma que se verá agravada con la implementación de una política securitista redoblada en la nueva República Bananera. Una vez más vemos a un magnate criollo hablando de soluciones punitivistas hacia un pueblo empobrecido y sometido a una indescriptible cantidad de violencia estructural. De ninguna manera ha intentado siquiera reconocer las estructuras criminales implicadas dentro del Estado, y de la clase dirigente-explotadora -única beneficiaria de la comercialización de alcaloides-, a la que él pertenece con creces. Todo lo contrario: ha decidido profundizar la alianza punitivista criminal con el Estado de Israel, los EE.UU. y todos los organismos crediticios multinacionales.
Hace pocos días, Noboa anunció que el Estado tiene identificadas tres barcazas cárceles provisionales, las cuales podrían ser importadas de naciones imperialistas por excelencia: EE.UU., Australia y Reino Unido. Mientras tanto, serán construidas cárceles “super-max” y de máxima seguridad, por los mismos acólitos del régimen que criminaliza la pobreza y extermina a lxs pobres, comandado por Nayib Bukele. La absoluta arbitrariedad, la aporofobia, xenofobia y racismo institucionalizado, alcanzarán niveles nunca antes vistos en el país, una característica también de los Narcoestados de América Latina, como México, Colombia y El Salvador. Nayib Bukele -de ascendencia palestina-, es uno de los aliados más importantes del Estado fascista de Israel. Pocas cosas en el mundo son más rastreras y miserables que un traidor a uno de los pueblos más grandes y heroicos de la historia: el pueblo y la patria Palestina.
En términos categóricos y materialistas, la expansión colonial nunca terminó. La modernidad se bautiza con el baño de sangre en el que consistió el genocidio amerindio que inició en la conquista desde el siglo XV, y ha continuado en distinta intensidad y mecanismo hasta este mismo momento histórico. El papel protagónico del imperio británico se ha sostenido desde hace más de 5 siglos, y el pueblo palestino puede testificarlo de primera mano. Así mismo podríamos enlistar a Argelia y a Francia que grafica con bastante exactitud la posición humanista liberal y sus verdaderos principios. Así como no pueden quedarse atrás ni EE.UU. y su pequeño Estado bastardo Israel, con la imposición de su complejo industrial militar sobre todo Medio Oriente. Los genocidios palestino e irakí son los dos crímenes de guerra más extensos y brutales de este siglo. El mundo de la civilización -pseudónimo preferido del capitalismo en expansión- ha generado una rutina perversa de persecución y limpieza étnica en contra de todas las poblaciones indígenas y negras que han caído en la desgracia de encontrarse con el imperialismo occidental.
El sionismo ha demostrado -desde el 7 de octubre y desde su fundación oficial en 1948- que representa la fuerza más destructiva y avasalladora de la historia, con paralelas únicamente en la maquina de muerte de la Alemania nazi y los grandes genocidios mundiales. Frente a una crisis generalizada del modelo capitalista, la lógica de exterminio sionista se demuestra como la única alternativa de dominación, ante un sistema que da pataleadas de muerto. La burguesía global ha decidido que este será el modelo futuro de imposición del sistema capitalista, convirtiendo a cada ser vivo en un potencial “terrorista”, aunque la persona no tenga más que pocos meses de edad. Esto evidencia que el sistema capitalista, identifica al pueblo en general como su enemigo, a ser exterminado a cualquier precio, con tal de perpetuar la explotación y el despojo perpetuo que ofrece el libre mercado.
El genocidio al pueblo palestino, como incontables conflictos sustitutos que se encuentran en fase explosiva del momento histórico actual- demuestran un declive y decadencia terminal en la hegemonía que EE.UU. ha impuesto desde 1991. Resulta indudable que el imperio yanqui caerá de forma definitiva -actualmente dando pataleadas de muerto-. En términos históricos, el momento en el que los imperios colapsan, representa el momento más violento y desesperado, totalizando las guerras imperialistas -Palestina, Ucrania- para sostener la hegemonía perdida desde hace décadas.
En contraste, la resistencia palestina, -comandada por el mando unificado de los más de 10 frentes que conforman Hamás y las brigadas por la liberación nacional- han demostrado que incluso el supuesto ejército más tecnológicamente avanzado y fuerte del planeta, sucumbe ante un pueblo organizado. El bombardeo incesante sobre Palestina, las decenas de miles de ejecuciones, además del bloqueo más despiadado, no han servido de más que fortalecer las filas de la resistencia militante del pueblo palestino.
En Ecuador y con tan solo pocas semanas en la presidencia, el clan Noboa -con Daniel al frente- impondrá una militarización progresiva del mundo de la vida, con la designación de 10 ex policías y militares como gobernadores, un discurso intensamente punitivista y una reafirmación de la política securitista del banquero presidente. Aunque más moderada y disfrazada de verde, el discurso de Noboa no dista en esencia de las posiciones de Bukele en El Salvador, o inclusive de Milei en la Argentina. La profundización del libre mercado y su retórica criminal en contra de la clase trabajadora, son la misma.
No cabe duda que Palestina -más temprano que tarde- será libre, del río al mar, formando las filas más gloriosas de resistencia popular en contra de un sistema de exterminio capitalista, que pronto se importará al Ecuador. El pueblo palestino ha demostrado que ni las mayores fuerzas del imperialismo genocida pueden con un pueblo que lucha por su liberación definitiva. Si no pudieron con el pueblo digno palestino, que América Latina siga su ejemplo.
Palestina será la tumba del fascismo.