Chantajistas: se van a contagiar mañana, quédense en casa mejor, ¿ya?
Ante el llamado infame de estudiantes, docentes, empleados y autoridades de la Universidad Central del Ecuador, y otras más a nivel nacional, a un plantón por la defensa de la educación pública, el "Gobierno de todos todos", no se anda por las ramas ramas. ¿Cómo es eso de que se van a manifestar en plena cuarentena? Nos están chantajeando, y eso no se vale. Maduren niños. El chantaje es solo utilizado por mentes inferiores en situaciones complejas. ¿De dónde quieren que les paguemos los sueldos si no bajamos presupuestos y despedimos empleados?, ¿de dónde? ¿De dónde quieren que sigamos pagando la deuda externa? Lo que es no entender de economía: dos más dos es cuatro.
No sean chantajistas. En la casa van a estar seguros. Si quieren les pagamos una suscripción gratuita de Netflix por una semana, pero no salgan. El Gobierno sabe lo que hace, el presidente sabe lo que hace, la SENESCYT sabe lo que sabe el Gobierno. No nos hagan reaccionar con dureza. Seremos firmes en la razón y consecuentes con la violencia de Estado. En redes sociales ya tenemos identificados a todos los que les gusta la zanganeada: “yo defiendo la educación pública; soy lo que soy gracias a la educación pública; la educación y la salud no se toca”; y algunas ridiculeces más.
Vemos con inmenso dolor que hasta el rector de la Central está sacando las garras: ¿de la barriga? ¿De cuándo acá, pues? De ganita nos va a hacer enojar. No saben de lo que este gobierno es capaz. No se arriesguen a contagiarse así les hayan dicho que vayan con mascarilla y guarden la distancia. El gobierno tiene información de que en plantones de protesta la gente se contagia así esté a diez metros de distancia. Hay datos científicos que dicen que, si cientos de personas se concentran para protestar, el COVID-19 es más feroz, y se pueden morir en cuarenta minutos. Por diosito, juramos, así dicen.
Ustedes deben comprender que cuando un Gobierno tiene baja popularidad o no sabe lo que es gobernar, se vale de todos los métodos para imponerse. No es amenaza, es solo advertencia en tiempos de confinamiento. ¿Se acuerdan de octubre? Bueno. Eso es nada para lo que se viene. ¿O se piensan que los milloncitos de dólares a policías y militares fue gratuito? No es por infundirles miedo, pero no salgan. Vayan a chantajear a su abuela.
Si sube el número de contagiados no vamos a dudar para que se cierre esa Universidad Central. ¿Qué se creen, héroes? Les pedimos a los papitos y a las mamitas de los estudiantes que no les permitan salir, amenácenles con que no les dejarán tener novios, y cero alcoholes en el futuro. Y a los esposos y esposas de los docentes que quieran salir al plantón, póngales por escrito que les cortarán los servicios de alcoba si desobedecen. Que le dejen trabajar al Gobierno, que junto a empresarios y banqueros saben cómo sacarnos de la crisis. Siempre han sabido.
Esta advertencia la hacemos porque no queremos que se propague el mal ejemplo. ¿Luego qué nos hacemos con miles en las calles? Para concluir, otro dato científico. Desde el Ministerio de telecomunicaciones nos informan que el COVID-19 se está propagando en la calle cuando la gente lleva celular para filmar y difundir imágenes por redes sociales. Ya ven lo peligroso que es salir.
El GOBIERNO DE TODOS.
