El peso de cambiar la historia

Nayra Chalán Quishpe
Martes 22 de Abril de 2025

Yo estuve en las calles en el 2012, en el 2014, en el 2015 marchando por el agua, por la vida, por la educación intercultural bilingüe, por los derechos colectivos, siendo zurda comunista antes, tanto como ahora, como me heredaron y como me reivindico. Cuándo Humberto Cholango fue presidente de la CONAIE, cuando Jorge Herrera fue presidente de la CONAIE. Marchando y protestando desde la convicción de que los derechos nuestros, de nuestra clase, la empobrecida, trabajadora, de los estudiantes, indígenas y campesinos se han conseguido en la calle y con la presión popular. La solución a nuestra necesidad mediante el diálogo con los gobiernos de turno, es un bus que nunca llegará. ¿Fui obligada a salir a las calles? No ¿Me manipularon para salir a las calles? No ¿Acuse a la dirigencia de aquel momento de vendida? No

Pero en el paro del 2019 y del 2022 tuve que asumir una carga de responsabilidad muy pesada: la de la dirigencia. La exposición pública, el escarnio público, el peso de las muertes de nuestros compañeros que salieron a las calles con la misma convicción con la que yo lo hacía cuando no tenía un cargo dirigencial, el saber medir las palabras que pueden ser gasolina o un salvavidas. La vida personal deja de ser privada para siempre.

¿Que la dirigencia no implica riesgos porque no se está en el campo de lucha donde la gente sí está? Es una falacia. Primero porque una dirigencia que no está con la gente ahí donde las papas queman no es dirigencia, así de simple. Mi vida y la de mis compañeros dirigentes nacionales estuvieron en riego en más de una ocasión, disparos al carro de en donde se trasladaba Leonidas Iza Salazar, policías y militares infiltrados dispuestos a dar un golpe contundente para acabar con el liderazgo que conducía las movilizaciones, secuestros planificados en contubernio con la Fiscalía y las FFAA y más cosas. Liderar movilizaciones como la de Octubre 19 y Junio 22 implica que en cualquier momento se deje de respirar, como una gran posibilidad, mientras tanto se deja de lado incluso de las necesidades más vitales como dormir y comer.

¿Dónde estaban en ese entonces en el 2019 y 2022 las voces más elocuentes y más exigentes en que se cambie la CONAIE porque su dirigencia a "traicionado"? ¡Según argumentan!

Que me juzgue Saraguro, mis vecinos y los comuneros si las movilizaciones sirvieron para enriquecerme. Que me juzguen a partir de lo hago, lo que digo y lo que sostengo. ¿Me han callado con dinero? ¿He cambiado de parecer con cada coyuntura? ¿Cómo vivo? ¿De qué vivo? Con esto dicho, voy a seguir defendiendo a Leónidas Iza presidente de la CONAIE, porque cuando los mashis de Pueblos y Nacionalidades desprestigian su liderazgo usando las mismas palabras que salen de la boca de los Nebots, los Lassos, los pallares, los Veras y Noboas están jugando del lado del "amito patrón" con el que pelearon siglos nuestros antecesores y eso es una afrenta a nuestra propia memoria. ¿Saben por qué el imperio incaico cayó? ¿Por la fuerza militar española? No. Sino por algunos "Felipes", nativos que se pusieron del lado de Francisco Pizarro y Diego de Almagro, ellos les enseñaron los caminos más cortos para acabar con esta civilización y dar paso a la monarquía española en estas tierras del Abya Yala.

Así como Leónidas Iza, otras voces y dirigencias consecuentes y coherentes, vamos a cargar con el peso que implica cambiar está larga historia de despojo y de explotación, hambre y pobreza de muchos; y de esa asquerosa riqueza para muy pocos. Es imposible que a este ritmo de acumulación por despojo, este mundo nos provea a cada individuo de los 8 mil millones existentes en el mundo, una riqueza similar a la de Noboa. Imposible. Realista es que a nadie nos falte el pan para alimentarnos, medicina para curarnos, ropa para vestir, el derecho a educarnos, agua y el tiempo y los espacios suficientes para saber y reconocernos como humanos y no como máquinas de producir dinero.

Foto de Carolina Zambrano

 

Categoria