La presencia del neoconservadurismo criollo en el Ecuador
La ofensiva imperial norteamericana y su emperador “el nerón del siglo XXI”, Donald Trump cambió las correlación de fuerzas con la expansión del neoconservadurismo en los países del Tercer Mundo.
En el Ecuador, el neoconservadurismo criollo a través de una consulta inconstitucional de 2018 ha maniatado la democracia. Richard Martínez, Otto Sonnenholzner, María Paula Romo, Roldan, María Alejandra Muñoz etc., son las nuevas generaciones de los liberales desilusionados por la realidad o los “neoconservadores criollos” que representan la asunción del neoliberalismo como la base política y económica, que sirve para la reestructuración del sistema capitalista mediante el desmantelamiento del Estado de bienestar.
A este elemento de clase se suma el neotradicionalismo o el culto a los valores tradicionales, depurado de sus elementos disfuncionales para el sistema capitalista, mediante la incorporación de organizaciones religiosas como actores políticos (en su versión anti teología de la liberación), misma que ha utilizando la explotación ideológica de la nostalgia en momentos de peligro y vulnerabilidad, cuya base se encuentra en el concepto y la imagen de un orden social latifundista.
Esas son algunas de las características ideológicas del neoconservadurismo criollo cuyo ideario sobre la democracia se sustenta en: a) elecciones arregladas para suprimir la libertad del pueblo, b) el terrorismo estatal, mediante la guerra de clase preventiva, c) el control de los medios hegemónicos de comunicación y, d) la justicia selectiva, como armas para el linchamiento mediático al adversario político con el objetivo de borrar todo lo que no se ajuste a su imagen afirmativa de la sociedad.
Los halcones del imperio se han convertido en gallinazos que se alimentan de los muertos del pueblo antes y durante la negligencia estatal ante la pandemia del COVID-19. Cual animales carroñeros, buscan presas en estado de descomposición que fueron cazadas previamente por otros depredadores del capital, la clase dirigente criolla.
El neoconservadurismo en el Ecuador es sinónimo de podredumbre ideológica o falsa conciencia de las élites , evidenciando su comportamiento amoral en medio de la pandemia: la dinastía Bucaram encaletando insumos médicos públicos para traficar con la angustia del pueblo, la mafia de la partidocracia repartiéndose los hospitales del sistema de salud público para comprar conciencias de vasallxs carentes de dignidad, entre ellos se encuentranasambleístas y familiares, presidente del CPCCS, jueces y funcionarios de la administración pública, quienes han utitilizado ilegalmente carnets de discapacidad.
Los neoconservadores han cambiado la forma de la sociedad de los opresores en la histórica lucha de clases, pero no el fondo cimentado en relaciones sociales que producen esclavitud, exclusión, opresión y muerte. El belicismo político, económico, policial, militar, mediático, cultural y social de la renovación conservadora es el reflejo del pánico que tienen al ser conscientes del inminente, pero aún incierto, levantamiento popular.