Trabajar con migrantes es como ser un buitre que se alimenta del dolor ajeno

yanquis de mierda
Miércoles 23 de Noviembre de 2022

La situación migratoria actual es raíz de una problemática que parte del saqueo y la explotación en América Latina. Hay una frase que simplifica todo: “siembra saqueo y cosecha migración”; el resultado actual, son cientos de miles personas de todo América Latina siendo parte de la permanente caravana hacia el norte, ya sea desplazados políticos, desplazados por la violencia, por amenazas, extorción, secuestro, y otras causas. Habrá que hacer un profundo análisis de los contextos socio-políticos de los lugares de origen así como las zonas geográficas, pero las consecuencias del neoliberalismo son evidentes en la crisis migratoria.

En el 2018 comencé a trabajar en este tema, un éxodo de personas de origen cubano llegaron a la frontera norte de México y había que atenderlos, brindarles el acceso a una estancia digna fue un reto. Aun con todas dificultades que esto representaba, Cd. Juárez fue ejemplo mundial en el manejo de estas crisis, gracias a la coordinación de organizaciones religiosas, los tres niveles de gobierno y la sociedad civil. Un ejemplo fue la apertura de las iglesias para que sirvieran como albergue -dichos albergues aun funcionan y trabajan de manera coordinada-, no era una crisis efímera si no que es una crisis permanente. El principal tema es la inseguridad que las personas en contexto de movilidad enfrentan, situaciones que van desde servir como mula para el crimen organizado, secuestro, extorción, trata de personas, etc. Un secreto a voces es que el tráfico de personas ha rebasado el tráfico de drogas en cuanto a ganancias, y los círculos que lo controlan son las altas esferas del poder, donde se ven involucrados funcionarios de todos los niveles.

Estados Unidos crea el problema y después ofrece soluciones, quedando como el héroe de la clásica película americana hollywoodense, encerrando a personas en las famosas hieleras, centros de detención con condiciones poco dignas, separando familias y deportando a personas a sus países de origen.

En el contexto actual el día 27 de octubre fueron desalojadas las personas migrantes de Venezuela que mantenían un campamento en la orilla del Rio Bravo, a manos de la Guardia Nacional, que se mantenían en resistencia para hacer presión a los gobiernos y visualizar la problemática que enfrentan. Al ser título 42, una modalidad que asigna Estados Unidos para devolverte a México-, se les expide un oficio de salida donde te dan 15 días para abandonar el país por la frontera sur y por tus propios medios. Háganme el chingado favor, entonces tú puedes viajar libremente por el territorio Mexicano siempre y cuando vayas al sur.

Todas estas situaciones tienen raíz en una serie de pactos entre los gobiernos para no aumentar los aranceles en la frontera norte. Migrar es una necesidad hasta biológica, el camino no debería ser tan difícil y tortuoso más cuando el origen de los males que padece América Latina es el resultado del saqueo de recursos por parte de los imperios colonialistas y las mal llamadas potencias. Entre otros datos la mayoría de las personas que llegaban anteriormente eran hombres de 25 a 35 años de edad, la etapa más productiva de las personas. El día de hoy el fenómeno ha cambiado drásticamente, pues las condiciones materiales obligan a salir de sus comunidades a familias enteras.

Actualmente hay más familias de Haiti y Venezuela que de los países centroamericanos. Ante este panorama en su mayoría desolador, existe en la frontera una hiperculturalidad solidaria, donde he visto como la sociedad se integra y se suma a brindar la mano a nuestrxs hermanxs. Cd. Juárez es una ciudad de migrantes construida por nuestros ancestros que también migraron buscando nada más que mejores condiciones de vida. Es la frontera más solidaria, tal vez porque somos conscientes de nuestros orígenes migrantes.

La solución no va venir de las instituciones, la solución a nuestras problemáticas hay que hablarla, debatirla y construirla en comunidad, de otra manera van a seguir haciendo con nuestro futuro, con nuestros cuerpos y con nuestras ideas lo mismo de siempre. Como en la época del renacimiento,  las ideas que nos favorecen a la mayoría deben de propagarse, la era digital ofrece una posibilidad ficticia de libertad de expresión y son los dueños de las redes quienes eligen lo que debe compartirse y lo que no. Las soluciones que tienen que crearse de manera colectiva.

Todos los que hemos trabajado con personas en contexto de movilidad, principalmente de organizaciones internacionales o gubernamentales e incluso voluntarios, platicando en reuniones nos damos cuenta del gran cansancio psicológico que estas situaciones generan, o estrés post traumático. La mayoría estamos quemados, o en burout, es una gran carga emocional, y lamentablemente no hay contención y los apoyos en esta materia son insuficientes. Llegamos a la conclusión de que es un trabajo carroñero, lleno de oportunismo e intereses políticos o económicos. Por estas personas oportunistas, lacayas del imperialismo, es que les he dedicado este título al artículo. No generalizo, pero existen y son muchxs, al igual que existen personas genuinas que siguen apoyando desde la frontera para garantizar una estancia digna  a lxs migrantes -que somos todxs- en su cruzada hacia el norte.

 

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