Espionaje electrónico en las entrañas de Lava - Jato

Espionaje electrónico
Lunes 17 de Junio de 2019

En las últimas semanas, la edición del portal periodístico The Intercept Brazil pasó a publicar el contenido de grupos específicos de chat dentro de la aplicación Telegram. Estos grupos de chat, como se sabe, provienen del ámbito de trabajo del Ministerio Público Federal y de la Justicia Federal (13º juzgado penal federal) de Curitiba, Paraná. En concreto, se trata de un conjunto de casi tres años de conversaciones entre operadores de la ley, jueces, entre los cuales destaca el juez Sérgio Fernando Moro y fiscales, incluido el fiscal Deltan Martinazzo Dallagnol. El editor ejecutivo del portal, Leandro Demori, reveló que el material, hasta el momento de la publicación (segunda semana de junio), no llega al 1% del total recibido.

Hay que resaltar que es común que exista cierta informalidad en las conversaciones por medio de aplicaciones de telefonía móvil y -lo que es más común todavía- cierta exposición de la vida privada de quienes conversan en estas. Espero –y se espera en general- que en este contexto se preserve la labor periodística, evitando al público revelaciones de intimidad que no contribuyen en nada al proceso político. Dicho esto y previendo que la dinámica de las revelaciones irá por sí sola, tal vez incluso dando lugar a una tormenta perfecta en el campo legal, mediático y político, vayamos a lo más relevante.

La primera observación se refiere a la violación de la seguridad electrónica. Hace referencia a las conversaciones que se revelaron a través del acceso al grupo de la aplicación de Telegram, de origen y tecnología procedente de una empresa rusa, controlada por los hermanos Pavel y Nikolai Durov. Los dos empresarios y desarrolladores también crearon la red social VK, el equivalente al "Facebook ruso" y otros entornos de internet y de alta tecnología. No es de extrañar que su código fuente fuera descifrado por hackers, espías electrónicos u otros técnicos de la industria. La empresa Telegram tuvo dificultades por mantener seguridad en el ámbito electrónico, teniendo en cuenta que el FSB ruso (Servicio Federal de Seguridad) ganó la disputa legal por una solicitud a finales de 2018. De todos modos, ninguna aplicación en el planeta es inviolable, pero sería más vulnerable a través de expertos en código fuente, que ya han compartido información con la inteligencia y la seguridad del Estado, junto con el Kremlin de Putin.

Lamentablemente, el entorno político brasileño se ha visto sacudido por filtraciones selectivas y una complementariedad entre las revelaciones del Equipo de Tareas. En el dominio http://combateacorrupcao.mpf.mp.br/ y también http://www.mpf.mp.br/grandes-casos/caso-lava-jato existe un gran volumen de comunicación ya mediada, facilitando el acceso de grupos profesionales de medios de comunicación y conglomerados económicos que operan en este mercado. Lo mismo sucede dentro del contexto de la denominada ciberguerra brasileña, con cientos de miles de partidarios, otro ejército de robots y grupos de presión en las redes sociales, tomando partido continuamente, con Lava - Jato como base y el ex juez Sérgio Moro como heraldo de la moralidad. En resumen, ni siquiera habría habido un golpe judicial y parlamentario con el apodo de juicio político, ni habría habido una elección de la extrema derecha brasileña, si no existieran el Grupo de Trabajo, la República de Curitiba, el neo-udenismo de la toga y otras peripecias de la revolución conservadora en el sistema legal nacional.

Quizás lo más relevante de todo esto, incluyendo las variables del uso político de una cruzada legal, sería el uso del espionaje electrónico con respecto a las autoridades estatales, el proceso selectivo y continuo de filtraciones interminables, la crisis política derivada de Lava - Jato, y la criminalización de todo el modelo económico del período de crecimiento de la inserción periférica del capitalismo brasileño. Como ni el Ministerio Público Federal, ni el ex juez, ni el Ministro de Justicia de Jair Messias Bolsonaro, ni los demás miembros de la Justicia Federal, negaron el contenido de las conversaciones, la opinión pública pasó a constatar lo siguiente: sí había cualquiera que imaginara que existía una relación de asociación y complementariedad entre el juez y los acusadores, tenía toda la razón. Aquellos que, como el redactor del presente análisis, identificaron una Operación de Ley -un concepto que expone el uso de la ley y sus operadores como un arma de guerra- estaban igualmente en toda la razón.

No me imagino que el conjunto de acusaciones del Grupo de Trabajo sea falso o inventado, pero estoy perplejo y muy desconfiado respecto al conjunto de pruebas, la fluidez del proceso, la producción de evidencia, el uso del clamor de los medios de comunicación, la agitación política a través de los jueces y fiscales a través de las redes sociales y -repito- la misma relación absolutamente incorrecta entre los jueces y los fiscales. Como no se negó el contenido de las conversaciones, el momento de la determinación de la política, la evaluación de la coyuntura y el entorno externo y la elaboración de una agenda -como en el caso del empleo de operaciones- demuestra que el Equipo de Tareas y la Justicia actuaron en una proximidad mayor que la prevista por la ley en el país.

Debemos recordar que el Ministro de Justicia actual intervino directamente en el resultado de las elecciones, declarando el arresto del ex presidente Lula da Silva, impidiéndole presentarse y vetando una entrevista en medio de la campaña presidencial. Los aspectos que podemos abordar desde la difusión de las conversaciones son muy amplios. Pero, para empezar, la observación más contundente es la del complemento, la falta de igualdad de fuerzas, la imposibilidad de utilizar la amplia defensa y el proyecto de poder de la Grupo de Trabajo y sus vecinos en el campo jurídico.

El panorama actual brasileño se parece cada vez más al entorno político en el momento de la Operación Manos Limpias en Italia. Allí, como aquí, la tendencia es terminar como una telenovela de quinta categoría, o como un sermón de un fariseo pidiendo dinero a los que no lo tienen, retroalimentando la cruzada híbrida de las UDNs, AIBs, TFPs y otras aberraciones del siglo XXI. Todo repudio a esta cruzada de moralismo sería poco en este momento. El vendaval sólo está comenzando.

 

Categoria