¡Universidad de los trabajadores, y a quien no le gusta, se jode se jode!
Este martes 23 de abril se realizaron en toda Argentina, marchas masivas en defensa de la Universidad Pública. En la Ciudad de Buenos Aires se estima que hubo más de medio millón de personas en la movilización que se realizó desde el Congreso de la Nación hasta Plaza de Mayo. Esto demuestra el descontento y preocupación general, además del rechazo al “Plan Motosierra” de Milei, que ataca todos los ámbitos de la vida, y últimamente se ha enfocado en la educación pública.
En el caso de la Universidad de Buenos Aires, se exige el aumento del presupuesto, que no se ha actualizado desde el año pasado en un contexto de más de 200% de inflación. Las últimas semanas muchas facultades han tenido que funcionar en condiciones de gasto mínimo, lo que ha llevado a estudiar sin luz y sin funcionamiento de los ascensores, e incluso algunas facultades han suspendido las clases debido a esto.
La falta de pago a docentes y no docentes, la necesidad de aumento de sus salarios y la falta de presupuesto para infraestructura y mantenimiento, ponen en riesgo inminente la continuación de las universidades públicas. En la gran mayoría de universidades se anunció que el presupuesto llegaría hasta mayo, y de no ser actualizado significaría el cierre de las facultades, de las que dependen cientos de miles de trabajadores y estudiantes.
Las intenciones del gobierno son claras: la privatización de la educación, que hasta ahora es pública, libre, gratuita y de calidad, con lo cual perdería todas sus características que posicionan a la UBA como la mejor del país y de las mejores a nivel mundial. El primer indicio de este plan se puede observar en la propuesta de arancelar las universidades a estudiantes extranjeros, que no son más del 10%. Esto no implicaría un beneficio real al presupuesto, peor si es el inicio de un plan para privatizar la educación para todes, dejando a cientos de miles sin la posibilidad de estudiar.
La intención del gobierno actual es terminar de precarizar la vida en su totalidad -los índices de pobreza este año están alcanzando el 60% de la población-: “disminuir” las funciones estatales, cerrando institutos de investigación y cultura, privatizando empresas estatales, atacando las pensiones para la jubilación, entre otras cosas; bajo la excusa de que falta plata. Mientras tanto este mes se anunció la compra de 24 aviones de combate F-16. Todo esto en beneficio de intereses propios de su “casta” y del capital internacional. Incluso rompiendo la posición neutral de Argentina, brindando apoyo y strechando lazos con el Estado sionista de Israel.
Sin embargo, no todo deja un mal sabor de boca. Este 23 se demostró un nuevo despertar del movimiento estudiantil, el cual en estas últimas semanas ha crecido exponencialmente. La realización de clases públicas en varias facultades, como sucedió en la de filosofía y letras de la UBA, donde llegaron a ser 300 clases al final de la semana, teniendo la participación de más de 5.000 estudiantes. Las crecientes asambleas estudiantiles concluyeron una movilización masiva que demuestran la disposición a defender la Educación pública, libre, gratuita y de calidad, y luchar contra la motosierra de Milei.
¡Universidad de los trabajadores, y a quien no le gusta, se jode se jode!
